Reclamar El Glorioso Propósito

Capítulo 22: Una verdadera protectora

La legendaria se encontraba siendo estudiada por científicos y agentes de SHIELD. Coulson estaba supervisando que todo marchara bien, cómo en el anterior caso. Él se encontraba inspeccionando a los demás desde lejos en una habitación con vista al laboratorio.

Rumlow fue hacia él, llevaba una chaqueta cuando comúnmente éste casi no se cubría los brazos. Coulson se percató de su presencia.

— ¿Pasa algo?— Pregunta Phill

— He estado en vigilancia cómo me lo ha pedido en búsqueda de aquella misteriosa diosa y tengo una pista.— Informa él y Coulson parece interesado. — Ayer hubo un ataque de grupos enemigos contra alguien que parecía en búsqueda del arma o eso parecía según algunos testimonios de personas y agentes encargados en notificar cualquier cosa en la zona. Y quiénes fueron a su búsqueda era una joven chica y... alguien que parece ser Rogers.— Rumlow muestra la foto que captaba de lejos a Danara y Steve, apenas y se podían distinguir sus rasgos, pero Phil pareció impactado.

— ¿Estás seguro?—

— Quisiera estarlo, aún investigan. Por ahora hay que vigilar a Rogers si es que fue él.—  Coulson asiente no muy convencido en realidad.

— Bien, a este punto creo que sí se necesita vigilancia.— Dice Coulson finalmente. — Pongan a dos agentes a cargo de la vigilancia.— Rumlow sonríe ligeramente con triunfo. Hundiría a Rogers y obtendría a esa diosa.

Mientras tanto Steve caminaba en camino a su apartamento después de ir al supermercado por algunas cosas para comer, pero notó en su camino que estaba siendo seguido por unos hombres, los había visto en el supermercado y entonces empezó a caminar más rápido ignorando su presencia.
Cuando por fin entró al edificio estos hombres se fueron por otro camino para el alivio de Steve, Steve suspiró algo aliviado y subió las escaleras hacia su departamento para entrar en el.

— Ya llegué, Danara. Traje más comida que necesitas probar, son hot dogs, eran mis favoritos en 1944 supongo que te encantarán.— Dice Steve animado pero su sonrisa y animo se van un poco al no recibir ninguna respuesta de parte de ella por largos segundos. Entonces recurre a volver a llamarle y sigue sin respuesta, Steve ahora la busca por las habitaciones del departamento. — Dana- — hasta que la encuentra en la habitación que le dió para ella. Sanará se veía pensativa y con expresión algo triste, en la habitación había en el suelo algunas hierbas, agua y velas, también algunos periódicos con encabezados de crímenes. Steve por ahora les restó importancia,lo que le preocupaba era la condición emocional de Danara. — ¿Pasó algo?— Pregunta Steve acercándose a ella y poniéndose a su lado. Danara lo mira.

— Hola, no oí cuando llegaste.— Dice Danara volviendo su vista al paisaje que le brindaba su ventana.

— Danara, avisé numerosas veces que ya había llegado.,— Dice Steve algo obvio. Danara entonces suspira.

— La verdad es que estaba tan sumida en mis pensamientos que no pude si quiera responderte.— Admite ella.

— ¿Quieres hablar de esos pensamientos? Sabes que puedes desahogarte, no te juzgaré por ello.— Ofrece Steve y ella asiente.

Entonces ahora estaban sentados en la mesa de la cocina, viéndose frente a frente.

— Encontré mi espada.— Dice Danara con la mirada baja.

— Preguntaría como la encontraste pero mejor preguntaré: ¿No eso es bueno?— Pregunta Steve algo extrañado.

— No si no puedo encontrar señal de mi padre y que... ¿Que haré después?— Pregunta y Steve frunce un poco el ceño de confusión.

— ¿A qué te refieres?— Pregunta él.

— Me refiero a que... Creo que no soy digna de ser la diosa de la protección.— Dice ella seguido de un triste suspiro.