Diferentes (El Demente y Tu)

Esos sentimientos

Demente
Azu llegó y se quedaba a domir ya que no tenia ningún lugar donde dormir según ella.
Estábamos sentados terminando de comer hasta que me quito la duda de todo.

—azu... Puedo saber ¿porque te fuiste?— dije seco.

—bueno se supone que me iba a ir un día ,dos pero tardamos mas y que se yo— dijo ella yendo a la heladera y sacando un pote de helado.

—no me respondiste la pregunta— dije sin sacar mi vista de la tele.

Ella dejo el pote en la mesa ratona de youtube y se puso encima mio.

—fui a grabar una canción de Pedro nada mas — me dijo con esa sonrisa hermosa que tiene.

Cuando la agarre de la cintura ella se s bajo y se sentó el el sillón agarró el helado y empezó a comer.

—hey no seas gorda, convidame— sacándole la cuchara y un poco de helado.

Ella sonrió e hizo que me extremezca, solo se paso y fue a buscar otra cuchara y la seguía con la mirada se ve tan hermosa.

– ¿que miras? ¿Te gusto?— dice así de la nada al darse cuanta que la sigo con la mirada.

Me acerco un poco a ella dejando el helado

— si, me gustas. me Re encantas— digo acercando nuestras caras dándole un beso suave y tierno.
Nunca había sentido unos labios tan tiernos con sabor a caramelo era algo distinto pero me encanta.
El beso aumentaba cada segundo hasta que nuestras leguas se chocharon y lo hicieron mas burco. Nos separamos por falta de aire y me quede frente a ella nariz con nariz solo quería decirle...

—te amo azul....—ella me toma con tus suaves manos y me da un pico pero muy tierno. Nunca había sentido una cosa así.
Luego de eso nos terminamos el helado mientras mirábamos una película en netflix. Ella se había dormido así que la levante y la lleve hasta mi cama donde nos acostamos.

Azul

Desperté y me encontré con un Martín durmiendo con una carita de ángel.
Me levante fui al baño me lave los dientes y puse a calentar agua para hacer unos mates de desayuno con algunas galletitas que encontré mirando la estantería pero cuando trate de agarrarlas no llegaba así que me estire lo mas que puede hasta que sentí una mano en mi cintura y la otra agarrando el paquete de galletitas con un beso en la mejilla la cual hizo que me estremezca. Me di la vuelta y me quedo mirando a los ojos rozando nuestras narices.

—que enana que sos — dice con una sonrisa y robandome un beso.
—hice mate querés?— dije separándome de el y llendo a el sillón el se sentó en la computadora a editar un vídeo cuando de vez en cuando se tomaba un mate.