Cap.7.

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NamJoon tomó un par de frutas de la bandeja que recién había traído JiMin a la mesa de la cafetería.
Los nervios le habían abierto el apetito no sabía qué hacer con exactitud si contar a JiMin lo sucedido o no pero lo único que pudo decidir, entre los casi diez minutos que se ausentó su amigo para ir por el almuerzo, fue... olvidar.
Facil... Y sencillo, solo debía fingir que no ocurrió nada, lo complicado seria evitar a YoonGi, sobre todo si a JiMin se le ocurría volver a acercarse a la biblioteca, y si YoonGi le decía todo...

No, eso no podía permitirlo.

Mordió la manzana con fuerza, canalizando su frustración en aquella fruta roja y madura que reposaba sobre su mano.

No le gustaba para nada la idea de tener que buscar a YoonGi solo para pedirle que guardara lo sucedido como un secreto entre ambos.

—A que te estás imaginando que esa manzana es el chico pelirrojo —Hablo de repente JiMin y NamJoon se abstuvo de dar una segunda mordida.

—Por supuesto que no —reprochó enfadado, dejando de lado a la fruta.

—También es guapo —comentó, JiMin, sonriente.

—Pero no me gusta —NamJoon frunció el entrecejo. Negándose rotundamente a aceptar aquella tonta ocurrencia.

—Lo que digas... —movio sus cejas, con una sonrisa.

El timbre que indicaba la entrada se hizo presente antes de que ambos pudieran terminar su merienda.

Así que rápidamente NamJoon buscó a YoonGi con la mirada pero extrañamente no lo vio por ningún lado, dio un suspiro y se encaminó a su aula, necesitaba encontrar a YoonGi con su urgencia.

—¿A dónde vas? —preguntó JiMin pero NamJoon ya se había alejado.

—Por el libro de matemáticas... — respondió en voz alta. —Lo dejé dentro de mi casillero...

—¡Esta bien... No tardes o te pondrán falta! —le advirtió, usando el mismo tono de voz.

NamJoon se detuvo en su casillero por estar pensando en YoonGi y JiMin se había olvidado por completo de su libro.

Giró con cuidado la cerradura en cuanto introdujo la llave.

Se estaba preocupando en-vano, si a la final todo se arreglaría, solo tenía que buscar a YoonGi y decirle que guarde el secreto y que nunca se atreva a revelarlo.

Al abrir la puerta de su casillero sus ojos se centraron en el pequeño sobre adjunto con una rosa.

Tenía que ser una maldita broma.

Suspiró inseguro y alzó su brazo para tomarla pero no logró hacerlo al oír la voz de JiMin, a la distancia.

Cerró violentamente el casillero, posicionándose de espaldas contra el mismo.

JiMin lo miró expectante al acercarse.

—Bien... —miro extraño —A menos que ocultes un cadáver dentro de tu casillero, te molestaría guardar uno de mis libros... —NamJoon sonrió y asistió enérgico, después negó al repasar con cuidado lo que se le había dicho.

—No guardo ningún cadáver —dijo con seriedad, JiMin sonrió irónico, al ver como NamJoon intentaba ocultar el pequeño sobre y la rosa.

—Es verdad, no es un cadáver... Si no, la culpa la tiene Cupido.. —Sonrio mientras guiñaba un ojo a Nam.

NamJoon pasó saliva, cerrando por completo el casillero.

—Mmm, suponiendo que te casaras con el pelirrojo...

—¡¡¡Cállate ya!!! —lo interrumpió molesto, trataba de conservar la calma pero JiMin se empeñaba en molestarlo con TaeHyung, y si el amigo de YoonGi llegaba a escucharlos, moriría de vergüenza. Sacudió la cabeza.

—Es broma... —se disculpó, observando como NamJoon caminaba alejándose de él.

Y es que NamJoon ya estaba harto, fastidiado, confundido y molesto. Todo al mismo tiempo pero con diferentes personas.

¿Qué debería hacer?

Tal vez si él se fuera lejos, muy lejos se libraría de todo...

Dio unos pasos al doblar en el pasillo, choco suavemente con alguien, sobó su nariz, reprimiéndose un -Perdón- se disculpó fugazmente, abrió los ojos, apenas lo hizo se dio la vuelta, pero no avanzo más de dos pasos cuando fue halado del brazo.

Frunció el entrecejo al ver a YoonGi frente a él, sujetando un ramo de rosas.

Su mirada se suavizó al observarlo detalladamente.

Nuevamente esa mirada tan hermosa del muchacho lo tenía ensimismado, su cabello azul le daba un aire mucho más elegante y serio.

Quiso retractarse y hasta disculparse por ser tan grosero pero cayó en la realidad de lo sucedido.

— ¿Qué quieres? —preguntó. Sin tomarse la molestia de mirar a su alrededor, por si su amigo estaba cerca.

—Disculparme —admitió YoonGi, estirando su brazo para entregarle las flores a NamJoon, este sonrió forzosamente, ese era su límite.

—Te aprovechaste de mi y me vienes con un ramo de rosas... —musito con fastidio, tomó el ramo bruscamente para después estamparlo contra el pecho de YoonGi —Eres un idiota...  —hablo para después alejarse de YoonGi.

—Y... por cierto... Te falto el vino... —dijo por último mientras seguía con su camino.

YoonGi lo contempló en silencio.

Al instante las risas de sus amigos se oyeron —Vaya, Vaya...lo vi y no me lo creo... Romeo fue bateado esta vez, quién lo diría... —se burló el chico de cabello lila, SeokJin, pero al ver el semblante de completa seriedad del peli-azul, dejó de reir.

—Lastima, el chico es lindo —agrego TaeHyung, formando una amplia sonrisa.

YoonGi resopló derrotado y optó por darles la espalda para continuar su camino.

No se iba a rendirse tan fácil, toda la noche la había meditado, sobre lo ocurrido con NamJoon. Ni siquiera pudo dormir y él ama dormir, pero en esta ocasión simplemente su mente recurría una y otra vez al precioso chico de nombre NamJoon.

Tal vez no debió precipitarse, tal vez debió esperar un poco más para acercarse formalmente a NamJoon, eso le pasa por escuchar los consejos de sus compañeros, fue la peor decisión que pudo tomar.

Buscó con la mirada algún bote de basura cerca pero no encontró ninguno.

Así que decidió entregárselo al primer chico que se cruzó en su camino. —Te lo regalo... —masculló apático, entregó el ramo sin siquiera ver a quien se lo había dado. Después de todo eso no tenía importancia, lo importante era acercarse a NamJoon, para pedirle una disculpa y tal vez, si la situación lo ameritaba...una oportunidad, pero NamJoon ni siquiera lo conocía y ya pretendía formalizar una relación.

Algo estaba mal con su persona... bastante mal.

Mientras que aquel chico al que había regalado el ramo de rosas sonrió enormemente mientras miraba con detenimiento las hermosas rosas del ramo y enseguida devolvió la mirada al apuesto muchacho que caminaba por el pasillo.

—Gracias... —musito mientras gritaba internamente, YoonGi le había dado un ramo de rosas a él a Park JiMin.

💕🐭Continuará...🍃

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🍃💞Este capítulo se la dedico a:

@Alpharmy7

💕🍃 Muchísimas Gracias por leer... Y por tu hermoso comentario... Te lo agradezco un montón.💖

💕Lamentó los errores ortográficos, el capítulo aún no está editado, así que si ven algún error o incoherencia con la historia díganme, se los agradecería un montón 💕💖🍃
🍃 Gracias, hermosas personitas que me leyeron.💖💕

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