🌷 • Final Space Teen AU • 🌷

🍃 ❝Déjalo ir❞ 🍃

Narrador omnipresente:

Estaban Avocato y Gary caminando rumbo a la escuela platicando de cosas, nada interesantes como para narrar con detalle pero lo que sí, aunque el rubio hablaba puras tonterías el ventrexiano lo escuchaba con mucha atención.

–Y es esa una de las razones por las que siempre traigo vendado el brazo– Avocato se detuvo en seco observando a un punto en específico espantando un poco al humano por su repentina actitud. –¿Avocato?– Colocó su mano frente a sus ojos haciendo un leve movimiento, mas no obtuvo respuesta alguna.

–T-T-Te– Avocato no podía terminar de decir lo que sea que quisiera decir, así que sólo alzó su mano temblorosamente y señaló.

El de ojos azules miró hacia donde su amigo estaba señalando, divisó una figura alta, algo robusta, de piel como verde y tres ojos amenazantes, su piel parecía dura como de piedra, realmente era una figura intimidante, incluso más que Avocato; Gary concluyó que era un chico nuevo pues nunca lo había visto en su vida, aunque al parecer el ventrexiano ya sabía quién era.

–¡AVOCATO!– Le soltó una buena cachetada provocando que éste soltara un leve rugido y una mirada molesta al de piel clara. –Lo siento, pero te congelaste, no reaccionabas, ¡pensé que te habían disparado un láser paralizador!– El ventrexiano soltó una leve risa pero su semblante se volvió serio de un momento a otro.

–Disculpa por preocuparte, pero... ese chico...– Comenzó a morderse el labio inferior y su respiración comenzó a acelerarse, hubiera ido a correr hacia donde estaba el de tres ojos para dedicarle un buen golpe justo en el rostro de no haber sido porque Gary le abrazó.

–Sabes que puedes contarme lo que sea– Sonrió, posteriormente le tomó de una mano y se lo llevó hasta la primera banca que encontrara. –Vamos bro-cato, libera todo tu dolor– Le hizo sentarse a su lado, le tomó de un hombro y le dedicó una mirada sincera a lo que el ventrexiano sólo soltó un pesado suspiro.

[...]

Hace un par de años, cuando la vida de Avocato era una mierda, digo, sigue siendo una mierda, pero antes era peor, tenía tan sólo 7 años, estaba solo, sentado en una de las jardineras del patio hecho bolita llorando sin que nadie lo acompañara. Tan sólo estaba esperando a los típicos niños que se burlaban de él, le jalaban la cola y le mojaban, por ello cuando sintió una presencia frente a él, se le erizó todo el pelaje y alzó su mirada con miedo, se tranquilizó un poco al momento de ver que quien le estaba mirando era un niño de tres ojos y piel dura.

–Tú...– «Eres un gato» Avocato tan sólo esperaba esas tres palabras que tanto lograban ponerlo mal. –Tú eres un ventrexiano ¿no?– Su respuesta le tomó por sorpresa, nunca nadie le había preguntado aquello.

–S-sí...

–¡Eso es increíble! No suelo ver muchos alienígenas aquí en la tierra aparte de mi familia– Tomó asiento justo a su lado. –Soy Terk, un gusto– Le ofreció su mano.

–Avo-Avocato...– Estrechó su mano con la de él aún algo temeroso de que le fuera a hacer algo.

–Bien Avo-Avocato, ¿te gustaría ir al parque después de clases?– A pesar de sus colmillos, el ventrexiano sentía seguridad en su gran sonrisa, por alguna razón su compañero no le provocaba algún tipo de intimidad.

–¿Por qué?

–Porque se nota que eres una gran persona y quiero que seas mi amigo– ¿Qué era eso?, ¿en serio alguien quería ser su amigo? ¡Y no había hecho ningún chiste de gatos! Este chico si que era un prodigio.