🍂 • ❝Heaven❞ • 🍂

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Narrador omnipresente:

Las hojas caen, los vientos comienzan venir, el frío se siente y las épocas de lluvias se hacen más frecuentes, no mucha gente se emociona con esta época del año a excepción de cierta chica de cabello afro, siempre le ha fascinado como las hojas cambian de color y comienzan a caer hasta el suelo, le parece una época tranquila donde nada puede salir mal. Una llamada le llegó, era de Gary, rodó los ojos puesto que ya se imaginaba qué era lo que le diría; ❝¡Oye Quinn! ¿Me prestas 50 dólares?❞, ❝Hey linda, ¿tienes un encendedor?❞, ❝¿Quieres salir conmigo? ¡Te divertirás!❞, sinceramente ya le tenía algo harta que sólo la llamara para pedirle algún favor por ello no quería contestarle, aparte era un día lluvioso y no quería salir, pero una extraña intuición le hizo cambiar de opinión así que al final si respondió la llamada.

–¡Qui-Quinn!– Gary sonaba algo extraño, pensó que su micrófono estaba mal pero no parecía.

–¿Ahora qué pasa Gary?– Respondió algo enojada.

–Bueno, verás... estaba paseando por aquí cuando de pronto-

–¿De pronto te asaltaron?

–Algo así pero voy al grano, estoy en un contenedor de basura– La chica suspiró bastante frustrada.

–Voy para allá.

Quinn agarró sus cosas, un abrigo y sus llaves para posteriormente salir de su casa, sabía que Gary no podía estar tan lejos por lo que lo encontró fácilmente y lo sacó de ahí, lo que no sabía es que todo esto era un plan organizado por el mismísimo Gary para sacarla de su casa y tener una cita. Se acomodó sus ropas y tomó de la mano a su amiga para llevarla rápidamente al parque, un escenario increíble para esta época del año y para Gary era bastante romántico, Quinn no podría negarse a salir con él, era el plan perfecto.

Ambos caminaron por unas horas sin decirse nada realmente mas que comentar una que otra cosa sobre el día, no era incómodo pero si frustrante, el plan de Gary era convivir y volverse novios, pero parecía que no estaba funcionando aunque lo comprende pues sabe que Quinn no es mucho de hablar, aún así no se rendiría y para el final del día iba a conseguir que ambos se dieran un beso.

–Hey Quinn, ¿Quieres un helado?– Preguntó algo tímido.

–No– Respondió fríamente la chica.

–¿Una malteada?

–No.

–¿Un chocolate?

–No.

–¿Quieres-

–No.

Gary finalmente decidió callarse o de lo contrario iba a hacer que su amiga se enojase y eso era lo que menos quería, pero de cierta forma se alegró que ella no quisiese nada puesto que realmente no tenía tanto dinero; finalmente llegaron a un café y se sentaron en las mesitas de afuera sin verse a la cara, tenían que iniciar un tema de conversación pronto o se iba a volver incómodo.

–¿Por qué?– Quinn decidió hablar primero.

–¿Porqué qué?

–¿Por qué aún quieres salir conmigo? Digo, no creo que tenga algo realmente interesante en mí...– Mantenía su mirada en la mesa, pero por su tono de voz parecía que estaba algo desanimada.

–Porque eres hermosa tanto físicamente como en tu personalidad, eres inteligente, fuerte, astuta y...– Suspiró dejando ir todo su entusiasmo. –Eres todo lo que yo no soy...– La miró y le sonrió débilmente.

–Pero... ¿si sabes que le gustas a Avocato?

–Lo sé y me siento muy halagado por ello, él también me parece lindo pero...

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