Narrador omnipresente:
Pequeño Cato estaba guardando varias cosas en una pequeña mochila, nadie le había dado el permiso para salir pero aún así lo haría, tenía que buscar algunas respuestas y como sabía que Avocato no lo acompañaría, invitó a su amiga Ash, ella amaba pasar tiempo con él así que no lo dudó ni dos veces para aceptar, su destino sería hacia la prisión, donde estaba Al, sonaba como una idea estúpida, pero algo en Cato lo impulsaba a seguir.
–Así que... ¿para qué iremos a la cárcel?– Descendió dejando de usar sus poderes para caminar a su lado.
–Estoy haciendo el reporte que nos pidió la maestra acerca de nuestros padres y pues, como mi madre está muerta, sólo queda mi papá– Hablaba con naturalidad aunque por dentro se estaba muriendo de nervios.
–¿Por qué no escribes sobre Jack? Yo estoy haciendo el mío sobre Clarence, ya sabes, porque oficialmente es mi padre adoptivo– Mencionó inexpresiva.
–Jack... oh Jack... digamos que él es un caso... especial, pero mientras mi padre siga vivo, él seguirá siendo mi papá.
–De acuerdo, eso es algo extraño, pero está bien, ¿quién soy yo para juzgar?– Continuó con su camino.
Pequeño Cato no paraba de temblar, mentiría si dijera que no tenía miedo, su padre le había dejado un verdadero trauma y ni hablar del que tiene su hermano mayor, agradece a la consejera de su orfanato el que le ayudó un poco a controlar sus ataques de pánico, pero gracias a que fueron adoptados no pudo continuar con esa pequeña terapia y para terminar de arruinarlo, Jack no le permite ir a un psicólogo ni le da dinero ni nada, como lo odia, pero no puede portarse mal, no quiere que se vuelva a repetir lo de Al, de por sí se nota que Avocato y ese enano no se llevan para nada bien, desearía poder hacer algo pero es tan incompetente, tal vez el ir a la prisión le daría los ánimos necesarios para enfrentar a su nuevo padre adoptivo.
Caminaron por unos minutos y finalmente llegaron a aquel lugar tan feo, sin embargo sus planes fueron frustrados cuando un guardia los detuvo diciéndoles que no podían pasar a menos que un adulto los acompañara y eso era algo que Pequeño Cato no había considerado, pero no podían detenerse, sí o sí necesitaba ver a su padre.
–Ash, necesitaré tu cosa cosa– Dijo sin mirarla a la cara realmente.
–¿Cuál cosa cosa?– Respondió confundida.
–Tu cosa cosa, ¡tus poderes o lo que sea!– Gritó puesto que ya se estaba comenzando a desesperar.
–De acuerdo, tranquilo, ¿para qué los quieres?– El contrario señaló una entrada al conducto de ventilación.
–Tengo que llegar con mi padre, será rápido, sólo entrar y salir– Sonrió.
Ash no estaba segura, de hecho, ni siquiera sabía porqué lo había acompañado, Cato le contó la horrible persona que era su padre así que no entendía la razón por la cual estaba tan desesperado por verlo, pero al final de todo, le gusta pasar tiempo con él así que tendría que ayudarlo a entrar, si su padre se atreve a hacerle algo ella atacaría inmediatamente.
Con sus poderes abrió la rejilla de ventilación y metió a Pequeño Cato en ella para posteriormente entrar tras él; para ser una prisión, los conductos estaban bastante limpios cosa que agradeció internamente, Pequeño Cato usaba su olfateo para detectar a su padre, ya era un olor reconocible, tabaco y miseria y si no se bañaba también olería a tierra mojada, era raro pero así lo describía él. El olor prontamente se intensificó, ya estaban cerca, eso de cierta forma alegró al niño mientras que Ash, detrás él, miraba al rededor algo preocupada, no le gustaban las prisiones, le recordaba las incontables veces que fue a una para ayudar a Clarence a escapar.
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🌷 • Final Space Teen AU • 🌷
Фанфикшн¿Qué es esto? Es un AU en donde todos los personajes que conoces son adolescentes hormonales de 15 años (a excepción de Pequeño Cato, ya que él tiene 14). ¿De qué va a tratar? Aquí compartiré ciertas escenas o cositas que se me ocurren de repente ac...
