『 • ❝Baby Don't Cut❞ • 』

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Narrador omnipresente:

Avocato y Pequeño Cato estaban en sus respectivas camas, el mayor estaba chateando con su novio mientras el menor solamente contemplaba el techo, ese blanco techo tan vacío, tal vez debería pintarle un mensaje motivador para leerlo cada día al despertar.

–Oye Avo...– Habló el menor continuando cuando éste le miró por un instante soltando un leve ❝Hm❞. –¿Cómo le puedes hablar a alguien que... se corta para que deje de hacerlo?– Jugaba con sus manos nervioso, Avocato dejó su teléfono de lado para sentarse a orillas de la cama.

–¿Por qué me preguntas eso?– Contestó bastante serio.

–Bueno, veo que Gary siempre tiene vendado un brazo y hace unos días Ash me dijo algo muy extraño...

–¿Qué te dijo?

–Me dijo: ❝Gary y yo tenemos algo en común, sólo que él supo cuándo detenerse y yo continúo hasta lograr matarme❞– Suspiró pesadamente.

–Así que lo sabe...

–¿Saber qué?

[Hace dos años].

Pov. Avocato:

Agh, ese maldito rubio no sale de mi cabeza, es torpe, sólo lo salvé de no morir y ahora no se me despega de encima, aparte sus heridas ya sanaron, ¿por qué sigue usando esas malditas vendas?

–Uhm... ¿Gary?– Este inmediatamente volteó a verme con esos ojos azules, demonios, se veía tan adorable. –¿Por qué usas esa venda? Tu brazo roto se recuperó hace un mes.

–Sí, lo sé, es sólo que... así parece que tengo heridas de una batalla y me hace ver más cool– Era claro por su tono de voz que Gary no quería decir la verdadera razón del porqué llevaba las vendas, pero aún así no quise seguir insistiendo, ya sabía perfectamente como es él y eso es lo que más me atrae.

¡No!, ¡no!, ese idiota no me gusta, es un torpe, inmaduro y que siempre se anda metiendo en problemas, aparte nunca se calla, siempre está hable y hable de sus intereses, santo cielo, ni siquiera sé porqué sigo estando a su lado; bueno, es porque quiero protegerlo y que no le vuelvan a golpear pero hasta ahí, cielos, que horror de secundaria, sólo porque es de la Guardia Infinity ya todo el mundo se cree mucho.

En la salida lo acompañé a su casa, en todo el maldito camino no dejaba de hablar de su sueño de tener montones y montones de aventuras porque se lo prometió a su padre, recuerdo que de niño solía ver a John Goodspeed salir en la televisión, pero realmente no lo admiraba aunque se notaba que era un buen tipo.

–Bueno, yo aquí me despido ya que... esta es mi casa– Mencionó algo desanimado.

–No quieres entrar, ¿verdad?– Él asintió con una sonrisa nerviosa. –Está bien, yo tampoco quiero volver a casa– Me senté en los escalones frente a su puerta y Gary posteriormente hizo lo mismo.

–¿Te imaginas lo genial que sería tener un brazo robot?– Mencionó mientras se quitaba sus vendas. –No tendría estas cicatrices...– Observé su brazo, ¿cómo es que no lo había notado cuando yo lo rescaté? Está lleno de cortadas.

–¿Qué...?– Quedé claramente perplejo, eran demasiadas.

–Tenía muchos pensamientos en mi cabeza por todo el bullying que vivía en mi anterior escuela, un día sin pensar sólo empecé a ❝castigarme❞ por existir, y cuando murió mi papá... simplemente entré en crisis, los doctores me dijeron que tuve una suerte de no morir desangrado– Mencionó mientras acariciaba su brazo. –Usaba mangas largas para ocultarlo, pero cuando me salvaste... esta venda significó mucho para mi y fue cuando me di cuenta que debía hacer un cambio en mi vida, ya sabes, usar mangas cortas y ser más sincero con mis emociones– Me sonrió de una manera muy tierna.

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