Betsabé
El despertador interrumpe mi sueño,debo ir a clases.
con las pocas ganas que me quedan, tomó fuerzas para ir a darme un bañoPasado un buen tiempo en la bañera, decidí salir ya que no tenía ganas de seguir escuchando los gritos de mi madre diciéndome que baje
Vestí el informe y me dirigí al comedor
•Hija el desayuno esta listo, llevo mucho llamándote -reprocha la anterior nombrada
• Vaya.-espeté sin expresión alguna
Ésta soltó un suspiro, y procedió a servirme el desayuno del cual probe apenas bocado para luego dirigirme hacia la puerta con dirección a la calle. Dejando solo un adiós como despedida a mi madre.
No tenía ganas de ir, pero que más lo tengo que hacer, la relación con mi madre era complicada bueno, todo en mi vida lo es.
El bus no tardó en llegar, subí y tomé el último asiento de éste, me puse los cascos para sumergirme en mis pensamientos por lo menos un corto rato.
Luego de pasar por unas calles, llegamos a nuestro destino. El Instituto, bajé y con toda la flojera del mundo. me adentré y procedí a entrar al aula
Ignorando así todo tipo de personas que se encontraban allí, tome asiento en mi lugar de siempre para aguardar hasta que la maestra llegué.
Pasado unos minutos llegó, y dió comienzo a su clase. Es de las asignaturas que más me agradan
Ya casi culminando su extensa explicación, se escuchó que alguien tocaba la puerta.
A lo que la maestra abrió rápidamente.Dejando ver así a una persona, o mejor dicho un chico.
Estatura media, ojos color café adornados por unas largas pestañas. El cabello revuelto y la mandíbula pronunciada.
Lo observé detalladamente, pude notar sus grandes ojeras que desplegaban cansancio, y el rojo que inundaba sus ojos.
Me causó mucha intriga saber de quien se trataba, y que hacía a mitad de año en éste Instituto
Dudas que fueron aclaradas por el mismo, en su presentación a los compañeros
Venia por un intercambio, era lo más probable. De seguro es el típico chico problemático pensé
El castaño ingreso a clases, a tomar el unico asiento que se encontraba libre. exactamente frente mío
Volví a posar mis ojos en el libro que llevaba en las manos, y a dejar pasar ésta escena algo confusa.
Aunque se me hizo muy difícil volver a concentrarme en mi lectura, no suelo perder la concentración tan fácilmente
Pero al parecer, hoy sería un día no tan habitual...
Ese chico había captado toda mi atención, y se había desecho de mis ganas de seguir leyendo
Raro....muy raro