Betsabé.
Ya pasó casi una semana desde lo que pasó con Javi, después de eso entre en una mini depresión que ni hablar; estuve encerrada en mi cuarto por días, mi mamá se llegó preocupar.
Pero luego vino Yenny y lo hablamos, me sentí mejor después de eso; también conversamos lo de compartir departamento, y la verdad que la idea me gusta.
Aunque estar en el mismo edificio que Javi me hacia dudar, según Yenny tenía que hablar con el, pero hablar de que? Quedó claro que el ya no siente lo mismo que yo
Y que soy la única ilusa que sigue recordando todo lo que pasamos, aún así después de varios consejos de mamá, entre en razón y decidí mudarme con mi mejor amiga.
Y ahora me encontraba empacando, sólo llevaría lo esencial; estoy muy nerviosa, no sé cómo acabé todo esto pero no me quiero quedar con la duda
Carlos me ayudó con algunos muebles, que me llevaría. Si fuera por mí lo llevaría todo, pero por un bien común no lo haré. Nos dirigimos al edificio, Yenny ya había hablado con el dueño y este acepto sin problemas.
No tardamos en llegar, subimos todas la cosas que apesar de ser escaso ocupaba un espacio considerable. Carlos se despidió, y yo quedé con Yenny ordenando mis cosas; ella estaba dichosa, al igual que yo
•Pensaste lo que dije?.- habló yenny
•No creo que sea buena idea yenn.- respondí indecisa
•Es que tú piensas demaciado las cosas cariño, que tan malo podría suceder.- exclamó la morocha
•Que me diga que me odia, y que no quiere volver a verme.- espeté triste
•Tu y yo sabemos que eso no va a pasar.- replicó
•Uff, que difícil es todo esto.- exclamé frustrada.
•Empieza a escuchar más a tu corazón.- dijo mirándome.- allí encontrarás la respuesta a todas tus dudas
•Es lo más cursi que haz dicho hasta ahora.- dije divertida, haciendo que ésta soltara una carcajada.
•Eres imposible bett.- dijo aún riendo
Y así el día pasó rápido, sobre todo por qué nos la pasamos hablando; lo bueno de estar con tu mejor amiga es que siempre tienes temas de conversación. Y más si es alguien como yenny que habla hasta los codos.
En este momento esperábamos la comida que habiamos encargado, mientras hacíamos mascarillas para umectar la piel o algo por el estilo; la verdad yo no se mucho de estás cosas. Ocurrencias de la Murciana
Tocaron la puerta, y yo fui a abrirla esperando toparme con el que nos traía la comida; quién efectivamente se encontraba ahí parado
Éste al verme me miró de pies a cabeza, supongo por la fachas que llevaba y por lo que tenía en la cara.
•Eh..aquí está su pedido señorita.- espetó un poco nervioso
•Muchas Gracias .- dije agarrando el pequeño paquete para luego pagarle.
Lo hice, y este no se movía ¿Qué le pasa?
•Eh bueno, adiós.- dije cerrando la puerta en su cara
Que chico más raro pensé.. dejé la comida en la cocina y me dirigí al baño para quitarme la mascarilla; ya que había pasado el tiempo que debía tenerlo.
Terminé de hacerlo, y salí del baño encontrándome a Yenny ya cenando.
•No me haz esperado.- dije fingiendo un enojo.
•Lo siento estaba hambrienta.- espetó riendo
Unos toques en la puerta, interrumpieron nuestra conversación.
•Yo voy.- dije para luego dirigirme hacia ella, encontrándome así de nuevo con el repartidor de hace un rato.
Lo miré extrañada
•Si?.- espeté
•Eh bueno..quería saber si no sé, querrías salir a tomar algo; es que conozco un lugar muy guay que dices?.- propuso el desconocido
Lo miré confundida, ¿es una broma?
•Amm disculpa, es que no salgo con desconocidos.- exclamé obvia
•Por eso, es para conocernos y tal.- insistió
Ya me estaba incomodando, que pesado
•No me interesa.- dije lo suficientemente clara
•Ya ya disculpa, pero me das tu teléfono? Es que me pareces super guapa y no sé quisiera saber más de ti.- exclamó.- por cierto me llamo Mauro
•Ah hola Mauro.. bueno gracias, tienes para anotar?.- espeté mirándolo divertida
•Si sí claro.- sacó el móvil.- y dime como te llamas?
•Betsabé... un gusto, bueno toma nota.- le dicte un número que se me ocurrió.- ese es, bueno ya tengo que irme byeee
Cerré la puerta y estalle en risa, se lo conté a Yenny, empezamos a reír las dos cómo subnormales.
Luego de estar de risa en risa, a ésta le llegó un mensaje, y luego se fue para su cuarto; supongo para hablar más cómoda.
Luego de unos minutos salió, estaba toda arreglada, se la veía guapísima
•Emm Bett te importa si salgo un momento?.- preguntó la susodicha
•Para nada.- dije obvia.- que guapa eh
•Estoy bien?.- preguntó un tanto nerviosa
•Muy bien.- espeté.- consigueté un galán o que
Ésta soltó una risita nerviosa
•Bueno, no me esperes despierta.- avisó la morocha
Para después desaparecer.. esto huele a nueva conquista pensé, luego de que se fuera, salí a la terraza estaba muy aburrida y para colmo con insomnio.
Por suerte no había nadie, tomé asiento en un sillón que estaba allí; luego de estar unos minutos contemplando la vista sentí que alguien se sentó a lado mío
Me tense un poco, pero al voltear a ver quién era me calme; era Javier.
•Qué haces tan sola aquí.- preguntó en voz baja
•No creo que te interese.- respondí aún enfadada.
•Bett...- espetó
•Ahora soy bett? Vaya .- espeté con una risita irónica
•Lo siento, entre en pánico.- exclamó.- no supe cómo actuar
Ambos quedamos en silencio..
•Te puedo hacer una pregunta.- hablé rompiendo dicho silencio
•Las que quieras.- dijo sin apartar la mirada
Solté un suspiro.- que sientes por mí, sé sincero por favor.- espeté
El castaño se acomodó y aclaró la garganta.
•No lo sé, desde que te volví a ver no te puedo sacar de mi cabeza.- espetó sin despegar sus ojos de los míos
•Me siento igual.- respondí.- no dejo de pensar en ti un solo segundo
Acortó la poca distancia que había entre nosotros, y unió nuestros labios en un sonoro beso.
Que pasó de tierno a intenso, de un momento a otro ya me encontraba encima de él..
