Betsabé.
Creo que éste es uno de los días más felices de mi vida, me la pase genial en verdad. Yenny y todos los demás ya sabían que Javi y yo nos conocíamos.
Primero le extraño vernos juntos, pero luego le explique. Y nos reímos de lo pequeño que es el mundo
También había tenido una breve conversación con yenny sobre la tal Brenda, ella terminó por convencerme de que Javi no tiene nada con ella y preferí creerles.
A el Ginés murciano no me lo volví a cruzar en toda la noche, según todos se había ido a dormir temprano. No le di mucha importancia
Ahora mismo yo y Javi no estamos en su cuarto. agotados, así que decidimos descansar un poco
•Ey si quieres usar una remera mía coge la que quieras linda.- espeto Javi amableYo asenti y tome una remera suya blanca, que me llegaba hasta las rodillas. Fui a darme una ducha, no tarde mucho
Al salir Javi estaba recostado boca arriba ya dormido profundamente, solté una risita se veía chistoso y a la vez tierno con la boca entre abierta
Todavía no se había duchado, pero no quise interrumpir su sueño así que lo deje descansar. Yo me acomodé a su lado, y quedé observandole. Hasta que también quedé rendida.
No sé cuánto tiempo haya pasado, lo que si se es que tengo un dolor de cabeza terrible.
Abrí los ojos lentamente, hasta que me percaté que Javi estaba pegado a mi cintura durmiendo como un bebé.
Traté de moverme, pero su agarre con cada movimiento se hacía más fuerte. Intenté despertarlo pero nada, tiene el sueño muy pesado
Así que aproveche para dejarle leves caricias en la cara, haciendo que este arrugue la nariz, me daba mucha gracia las caras que ponía.
Hasta que por fin empezó a abrir sus ojitos.
•Mmm.- sonrió.- estoy en el cielo.- espetó con un tono grave de voz
•No no, en el infierno- Espeté divertida
El soltó una carcajada y luego se acomodó, no sé en qué momento se había levantado a ducharse pero tenía ropa limpia, y estaba sin polo
Mordí mi labio inferior ante eso.
•¿Qué hora es?.- pregunto picadose los ojos
•Ni idea.- respondí acomodando me el cabello
Se levantó a mirar la hora, eran las cinco de la tarde.
•Javi .- lo llame
•Dime. - espetó
•Tienes algo para mi dolor de cabeza, es que está por matarme .- dije adolorida
•Mmm a ver ¿Besos? Tal vez.. - espetó mirándome divertido
Haciendo que me sonroje, aún logra ponerme nerviosa con sus comentarios.
Éste soltó una risita, y fue por un calmante que tenía en su mesita de luz.