Te amo.

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Narra Castiel.

-- esto es muy incómodo-- murmure.

-- ¿si?, dímelo a mi.

Hace como 5 minutos que Dean volvió a casa y no deja de mirarme fijo.

Después de que se dio cuenta, y aún no se como, de que era yo dejamos de pelear, Dean me ordeno sentarme en uno de los sofás de la sala.

A los segundos volvió con dos tazas de café, tomé de a poco por que es algo nuevo.

-- ¿puedo preguntar algo?-- decidí romper el silencio.

-- ya estas preguntando-- algo le pasa, habla muy cortante.

-- ¿como supiste que era yo?.

-- acabo de volver de la casa de Sam, su perro Gabriel se transformó en humano frente a mi y me dijo que tal vez tu también podías.

Ahora entiendo de donde lo supo, pero, yo no sabía que podía transformarme, me di cuenta cuando entre por la ventana y me empezó a doler todo el cuerpo.

-- ¿te dijo que yo podía cambiar?.

-- no, yo supuse que o no sabías que podías hacerlo, o no me lo querías decir por defensa propia.

-- Bueno fue más como la primera opción-- le di un sorbo a la taza-- sentía algunos cambios pero tampoco pensé que fueran para tanto.

-- ¿sabías de esto?.

-- no, sólo me sentía algo mal por las noches, pero nunca pensé que podía transformarme en humano, lo note cuando entre por la ventana.

Señale hacia la ventana y Dean la miro también, le resto importancia y siguió tomando su... ¿ya llevaba dos tazas de café?.

-- ¿por que te fuiste?.

No sonó con el mismo tono con el que me estaba hablando hace unos minutos, decidí mirarlo pero me dolió un poco, a pesar de su inexpresiva cara podía ver en sus ojos mucha tristeza.

-- yo... quería saber donde estaba no hermano-- solté un suspiro bastante pesado.

-- ¿tienes hermano?

-- si, aunque tenía más-- le comente-- ahora sólo somos yo y Samandriel, es mi hermanito, los demás murieron junto con mi padre en un incendio.

El sólo recordar lo duro que fue dejarlos ir me dolió más.

-- mi hermano Balthazar me dijo antes de morir que cuidara a mi hermanito, pero un camión de control animal se lo llevó, cuando estuve apuntó de alcanzarlo pise chicle y me golpee fuerte la cabeza.

-- eso debió ser muy horrible.

-- no lo creo-- me miro algo extrañado-- después del golpe Azazel me encontró y después de eso te conocí-- le dedique una sonrisa-- lamento haberme ido, pero tenía que asegurarme de que mi hermanito estuviera bien.

-- lo entiendo, no te preocupes ahora estas aquí.

Sonrió de lado, por lo menos pude levantarle el ánimo, no me di cuenta cuando Dean se acercó, de repente y bastante rápido me abrazo.

Eso me tomó por sorpresa, no soy muy bueno dando muestras de afecto pero lo abrace también.

-- me alegra tanto que volvieras-- me hablo al oído-- tenía miedo de que no regresaras nunca.

-- no te iba a abandonar Dean, tu me diste un hogar, comida y cariño, nunca podre devolverte lo que me has dado.

Ni cuenta me di que llevábamos largo rato con el abrazo, sino hasta que sonó el teléfono.

Te amo como eresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora