ups!.

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Narra Gabriel:

Hoy me desperté mas cansado de lo normal, y ¿como no estarlo?, las niñas son bastante inquietas, se mueven mucho y no dejan de patearme cuando no sienten o escuchan a su padre.

– buenos días Gaby, ¿como te sientes?.

– con ganas de comerte vivo por querer hijos.

Soltó una risita, se me acercó y me dio mi beso de cada mañana, acaricio mi vientre sintiendo como las niñas reaccionaban, mostró una sonrisa mas grande por esa acción.

– ¿me recuerdas cuantos meses tienes ya amor?.

– mmm... creo que si mi memoria no me falla tengo ya ocho meses.

– así... – se inclino para besar mi gran panza– solo un mes más chiquitas, cuando nazcan las voy a llenar de besos.

Solo podía reírme, Sam era un amor cuando le hablaba a Jessy y Eli, me ayudo a levantarme e ir a desayunar, por suerte no tengo antojos raros, en realidad ni antojos tengo.

– se me ocurría ir a ver a Henry hoy.

– claro, quiero ver a la pequeña bendición.

Al termina de desayunar nos preparamos para salir, tuvimos que tomar el ascensor ya que en mi condición no puedo bajar ni subir escaleras sin tener miedo de caerme.

– Sam esta bien que me ayudes a sentarme o a pararme, pero no estoy tan inválido como para no poder abrir la puerta del auto.

– lo hago por que quiero, no por que estés inválido, además, estas en estas condiciones por mi culpa.

– ¿ahora quieres tomar responsabilidad de tus actos?– nos reímos por lo irónico que sonó, después de cerrar bien la puerta del auto se subió del lado del conductor.

Durante el trayecto me quede mirando la ventana, Sam parecía muy contento.

– ¿en que piensa mi panzón favorito?.

Lo mire molesto por su comentario– en lo mucho que te odio.

– me amas y lo sabes.

– lo suficiente como para no matarte.

Me volví a acomodar en el asiento, no me siento bien, las niñas estan muy inquietas y eso solo pasa cuando su padre me esconde algo, como el otro día.

"– ¿que te ocurre Sam?, estas muy raro.

– ¿es raro que quiera mimarte?– continuo dándome mimos en el cuello.

– si– estuvo así desde hoy en la mañana, parecía como si me ocultara algo, las pequeñas se movieron muy rudo haciendo que me doble.

– ¿estas bien?.

– ¿te parece que estoy bien?– que preguntas mas estúpidas hace Sam.

Me levante de la silla para ir al refrigerador por el boul de frutillas con un poco de azúcar que me encanta.

Te amo como eresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora