¿niño o niña?.

223 19 18
                                    

Narra Lucifer:

– quiero tener un hijo.

Esas simples palabras fueron suficiente para que el plato que tenia Michael en la mano se rompiera en mil pedazos.

– ¿u-un hijo?, ¿estas loco?, de ninguna manera.

Se sonrojo demasiado y se fue la cocina, lo seguí para que no dejara la charla ahí nomas.

– por favor Micky, quiero tener un hijo al cual cuidar.

– pues consigue un cachorro y dejame en paz.

– bueno, quiero un cachorro humano.

– Imposible.

Camino a la habitación después de juntar los pedazos de plato roto, se cambios y acostó, hice lo mismo y me acosté junto a el.

– vamos amor, ¿por que no?.

– es que no me siento preparado– me miro algo asustado– yo... no se como hacerlo, un bebe es mucha responsabilidad, Dean casi se nos muere en la oficina por la falta de sueño, yo no lo se.

– mira, mi hermano acaba de tener dos hijas, tu las viste, son una hermosura, por favor Michael, yo también quiero un pequeño o pequeña que nos haga sentir que cuidarlo vale la pena.

Lo pensó un poco mas antes de soltar un gran suspiro.

– dejame pensarlo un poco por favor.

– claro, solo espero que cambies de opinión.

••♣•••♠•••♦•••♥•••♦•••♠•••♣••

A la mañana siguiente Michael se había ido a trabajar y yo me quede solo en casa, enserio era aburrido quedarse sin hacer nada. Bueno no es que cuando era un perro fuera divertido esperar a Michael pero ahora es mucho mas aburrido.

– bueno, ya es suficiente– tome mi abrigo y mis llaves que me hizo mi novio– me voy al parque.

Dicho esto salí de la casa y cerré con llave.

Mala decisión.

En el parque había muchos niños y niñas jugando, eso solo me hizo sentir peor, unos niños que jugaban cerca se les fue el balón y callo cerca mio.

– ¿es suyo?.

– si señor– se lo devolví– gracias señor.

– me llamo Lucifer.

– ¿como el diablo?– asentí y el niño me miro feliz– ¿quiere jugar con nosotros?.

– bueno, no tengo nada que perder.

Me la pase jugando al fútbol y un juego que inventamos que se trataba de gritar: "¿Lucifer donde estas?" y yo debía aplaudir.

Los padres se veían confundidos por el juego, creían que los niños jugaban con el demonio o algo parecido.

Al atardecer los niños se fueron, a la distancia se oía como les contaban a sus padres de como jugaron con su amigo Lucifer, sus padres de seguro creerán que necesitarán un exorcista.

Volví a casa con mas ganas de tener un hijo o hija que cuidar.

Cuando Michael volvió me saludo como siempre se puso a cocinar, después de cenar miramos una película de terror, pero realmente no la veía, estuve tan absorto en lo divertido que fue jugar con los niños que no le preste atención.
Al terminar nos fuimos a acostar, cuando apague la luz Michael hablo.

Te amo como eresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora