quieto o duermes a fuera

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Narra Michael.

Hoy fue un día atareado en la oficina, pero no importa, siempre lo es.

Voy llegando a casa donde Lucifer me espera, llevo un mordisco para perros, estoy harto de que me rompa mis tenis, mis almohadones y también de que me muerda a mi.

Tiene un gran problema con querer morder todo, a veces pienso que no tiene arreglo.

-- Lucy ya vine-- grite al entrar a mi departamento, vivo en el sexto piso de un edificio de 10.

Mi casa no es tan moderna pero tampoco es tan vieja, me gusta una mezcla de ambos, apoye mis llaves en la mesita de roble que tengo alado de la puerta para depositar mis llaves.

Camine por el corto pasillo hasta la sala, tengo un sofá de color bordo oscuro, una TV plasma, una alfombra marrón, no me gustaría saber de que color sería Si fuera blanca, las paredes tapizadas de blanco, me gusta, es muy puro.

--Pero, falta algo-- mire para todos lados-- Lucifer.

Lo busque en la cocina Pero no estaba ahí, en el baño tampoco esta, revise casi toda mi casa, excepto un lugar: mi habitación.

Camine hasta mi habitación en busca de Lucifer, y ahí estaba, recostado en mi cama mordiendo mis tenis. Otra vez.

-- LUCIFER!!!-- grite abriendo del todo la puerta, el se sobresalto y se bajo para venir a tirarme y babearme como siempre, pero ahora estoy muy, pero muy enojado-- quieto o duermes a fuera.

Lo mire desafiante, parece que entendió mi enojo, se echo en el suelo y bajo las orejas, no sentí remordimiento, estoy realmente enfadado con el.
Di media vuelta y me encamine a la cocina, Lucifer me siguió hasta ahí, no lo iba a mirar, estaba completamente enojado.

Comenze a sacar cosas para poder cocinar, el todavía me mira, pero no voy a rendirme, esta vez estoy completamente enojado, esos tenis me lo había comprado hace tan solo dos días y el no tuvo reparos en romperlas.

-- ahora tendré que comprar otro par nuevo-- me di vuelta para verlo-- gracias Lucifer.

-- no uses sarcasmo conmigo, no es mi culpa que me molesten los dientes.

Empeze a prepararme algo rápido, en lo que cortaba las verduras un poco de aceite de la sartén salpico, me di vuelta y con esa simple descuido el cuchillo corto un poco mi mano.

- malditasea!!!.

Apague el fuego lo más rápido que pude con mi mano sana, tomo el repasador de la cocina y tape mi mano para parar la hemorragia.

- maldita sea, necesito puntadas, y rápido.

Aplique presión sobre el corte para que dejará de sangrar tanto.

- MICHAEL!!! ¿ESTAS BIEN?.

WTF ¿quien esta en mi casa?.

-- ¿q-quien anda ahí?-- Bravo Michael, has la pregunta más estúpida del mundo, total el tipo solo vino a violarte y matarte y tu le preguntas Si esta ahí.

Con el corazón en la garganta y la mano sangrando me quede quieto para saber quien fue el que hablo.

El silencio era horrible, más cuando hay un tipo raro que sabe tu nombre y que estuvo en tu casa desde quien sabe cuanto tiempo, y ¿donde estaba Lucifer?, se supone que tiene que ladrar o algo por el estilo.

Las pisadas del susodicho se escucharon escandalosas, hablando del Rey de Roma que por la ventana se asoma, pensé sarcástico, veía algo distinto en el, tenía una mirada un tanto preocupada, miraba mi herida muy preocupado.

Te amo como eresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora