Sentido Común

Detrás de las escenas: Forjado por la presión

Nota preliminar: Eventos de este capítulo no son canónicos a la historia, salvo quizás la primera parte. Quedaría ubicado entre los capítulos 21 y 22 si no fuese el caso.

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Ash yacía recostado en la cama del camarote que él y Brock estaban compartiendo. El criador ya estaba dormido, y Pikachu estaba enrollado junto a su entrenador. Aun así, este no podía dormir pensando todavía en la llamada que le hizo a Delia.

El entrenador de Pueblo Paleta sabía que no era el chico más brillante del mundo. Siempre se enfocaba más en las batallas que en los libros, aunque había recibido educación básica como cualquier otro aspirante a entrenador. Pero también sabía que su madre lo extrañaba enormemente.

- "Dijo que no quería que volara a casa, pero sé que le encantaría que la visitara más." – pensó Ash. – "Si tan solo pudiera encontrar una forma más rápida de viajar entre Pueblo Paleta y donde sea que me encuentre, no habría problema."

Vio a Dexter sobresaliendo del bolsillo de su chaqueta junto a su gorra y su cinturón de Pokébolas, pero no quería despertar a Pikachu y Brock. El Pokédex era increíblemente útil para conseguir información, pero hablaba demasiado alto para dar sus consejos.

- "Mañana." – decidió Ash. – "Buscaré información de movimientos para viajar más rápido mañana."

Algo brillante atrapó su atención y miró por la ventana para ver que una espesa niebla plateada empezaba a reunirse afuera de la ventana. Ash levantó una ceja, pero se imaginó que sería solo la luna que coloreaba la sustancia.

- "Debería dormir un poco."

Acercando más a Pikachu, para confort inconsciente del Pokémon, Ash se metió en su cama y en cuestión de un momento se quedó dormido. Pero sin que ninguno de los dormidos huéspedes lo notara, la niebla comenzó a filtrarse por la ventana, reteniendo su brillo incluso en la oscuridad de la habitación.

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Los ojos de Ash se abrieron de golpe al sentir que golpeaba un duro suelo, como si se hubiese caído de la cama. Se levantó de golpe y miró a su alrededor, esperando ver al Equipo Rocket y despertando también a Pikachu con el repentino movimiento. El roedor eléctrico soltó un choque por instinto para defenderse, causando que Ash gritara de dolor. Una vez que Pikachu dejó de emitir electricidad y se disculpó nerviosamente, el entrenador pasó un rato tratando de sacudirse el dolor antes de volver a ver dónde se encontraba. Todo a su alrededor parecía cubierto por la misma niebla que había visto antes, formando vagamente un espacio rectangular y cubriendo el piso hasta cubrir el suelo hasta sus tobillos. Tanteó con una mano el suelo debajo mientras agarraba a Pikachu con la otra y sintió como hierba, y alcanzó a ver las siluetas de unos árboles más allá de la pared de niebla. Al mirar arriba vio el cielo nocturno iluminado por la luz de la luna y dos nubes hechas de la misma niebla, una encima de él, y la otra al otro lado del claro.

La nube encima de él empezó a sacudirse y expulsó unos objetos familiares. Con los ojos muy abiertos, Ash se levantó y se apresuró a atrapar su cinturón de Pokébolas, dejando que su chaqueta, gorra y zapatos cayeran al suelo. Una vez que lo tuvo en la mano, dejó salir un suspiro de alivio mientras Pikachu saltaba fuera de su brazo. El entrenador se ajustó su cinturón mientras cogía su chaqueta, y un llamado alegre sonó mientras se la ponía.

- ¡Pika! – Ash miró abajo y vio a Pikachu ofreciéndole su gorra con una sonrisa, que él le devolvió de la misma manera.

- Gracias, Pikachu. – Pikachu asintió, y los dos volvieron a ponerse serios mientras el chico seguía mirando. – Lo que sea que nos haya traído aquí, tengo el presentimiento que es algo mucho más grande que el Equipo Rocket.