Sofía
Noviembre del 2020Llegué al estudio de grabación pasando por alto la presencia de mi representante y los demás presentes en aquel lugar. Saqué de mi mochila el cuaderno que me acompañaba siempre, abriendo la última página que había sido escrita y la dejé a la vista del productor musical.
— A darle no más, Sophie. —habló satisfecho con lo que veía.
— Sofía. —corregí fastidiada, dándole un último sorbo al vaso de café para después tirarlo al tarro de la basura.
Entré a la cabina de grabación con el cuaderno en mano, poniéndome los auriculares y respirando hondo, esperando que me indicaran cuando debía hacer lo mío.
— Vamos con la quinta estrofa. —indicó Dario, el productor.
Asentí y comencé a cantar cuando escuché la melodía de la canción sonar.
Tú, al final no eres tan especial
Nadie te ha visto volar
Balas no puedes parar
Solo hay que buscar
Hay un millón como túLo cantaba con tanto sentimiento que incluso parecía que me quedaría sin voz de tanto gritar, razón por la cuál tuvimos que parar unas cuantas veces y volver a grabar.
Pero.. ¿Cómo iba a cantar tan tranquila si esa letra era inspirada en él?
Cada vez que cerraba los ojos para sentirme mejor, me acordaba de lo que había pasado unos cuantos días atrás.
*flashback*
— Feliz cumpleaños, mi amor. —murmuré segundos después de ver cómo Paulo apagaba las velas.
— Gracias bebé. —respondió.— ¿Y mi regalo me lo das más tarde?
Sonreí al escuchar lo que me murmuraba al oído, haciéndome estremecer. Asentí sin pronunciar ni una sola palabra y me agaché para poder alzar a Benicio, quién desde el suelo estiraba sus manitas en protesta.
Nos sacamos unas cuantas fotos frente a la torta para después cortar la misma y repartirle a todos los presentes.
Cómo el cumpleaños de Paulo justo era un día de semana, todos se retiraron de nuestra casa un poco después de las doce de la noche y cuando eso pasó todo quedó en un profundo silencio ya que nuestro hijo se había quedado dormido.
El ojiverde lo cargó en sus brazos, comenzando a subir las escaleras y llevarlo hasta su cuarto para que pudiéramos tener nuestro tiempo a solas. Pero en cuanto él puso un pie en el suelo de la planta baja, el timbre de la casa sonó sorprendiendonos y provocando que nos miráramos confusos. Era muy tarde para que alguien llegara a esa hora.
— Yo voy. —me ofrecí viendo que estaba más cerca de la puerta.
Al abrir aquel pedazo de madera, me encontré con una mujer un poco más alta que yo, rubia y con una piel muy bien bronceada. Cargaba a un bebé en sus brazos e intentó mirar el interior de la casa, por lo que yo cerré un poco la puerta para evitarlo.
— ¿Perdón? ¿Te conozco? —le pregunté tratando de recordar.
— A ti no, peladita. A él sí. —respondió con un acento colombiano, señalando a Paulo que estaba a unos metros.
— ¿De dónde la conoces? — pregunté dándome la vuelta para mirarlo.
— Es el padre de mi hijo. —respondió la rubia, dejándome con la boca abierta.
— Amor..
— ¡Amor las bolas! ¿Es en serio lo que está diciendo esta mujer? —grité con rabia.
— No se, yo..
— ¿Entonces no negas haber estado con ella? —pregunté nuevamente mirándolo a los ojos.
— Perdón.
*fin de flashback*
Estaba tan cegada en mis pensamientos, que no había notado que la música había parado y yo estaba distraída mirando un punto fijo.
— ¿Por qué no venís mañana? Así estás un poco más tranquila. —dijo mi representante entrando a la cabina.
Iba a negarme a aquello, pero antes de que pudiera hablar su cara me decía que no podía tener un "no" como respuesta. Así que salí de aquel lugar, agarrando mi mochila y el resto de mis cosas.
Al salir a la calle sentí una brisa fría chocar de lleno en mi cara y el cuerpo se me estremeció. Le saqué el seguro al auto, subiendome al mismo para ir en busca de Benicio que estaba en lo de su abuela Alicia.
Le di un golpe en seco al volante y segundos después las lágrimas salieron sin previo aviso, haciéndome sentir más vulnerable ante todo lo que me había estado pasando.
Maldito Dybala, siempre partiendome el corazón.
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un millón como tú {paulo dybala}
Fanfiction❝Tú, al final no eres tan especial Nadie te ha visto volar Balas no puedes parar Solo hay que buscar Hay un millón como tú❞ Segunda parte de "Córdoba sin ti"