Capitulo XXIV

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Habla Nora

Sabía bien lo que me iba a decir Jordan, que nadie me iba a hacer daño, que fuera a esconderme al refugio y que él se encargaría de todo. Pero no podía permitir que la manada sufriese por mi culpa.

En el tiempo que llevo aquí, me he dado cuenta que son como un pueblo que se apoya entre ellos, que si necesitan ayuda, no hace falta que lo pidas por que ellos ya te están echando una mano.

No puedo permitir que personas buenas e inocentes paguen con su vida el echo de que yo no quiera irme. No pienso cargar con eso en mi conciencia. El saber que por mi culpa ha muerto personas.

Llevo preparada en el cuarto como diez minutos y estoy pensando un plan para salvar a la manada sin la necesidad de que vaya con mi padre y ese tal Enzo. Pero no hay ninguno, todos terminan de la misma forma, ellos muertos y yo con ellos.

Ahora que lo tengo asumido, tengo que pensar en cómo distraer a Jordan para escaparme. No tengo otra opción que mentirlo, espero que me perdone y que entienda que no puedo cargar con esa carga toda mi vida.

Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos. Es uno de los guerreros que siempre esta rondando la casa.

- Luna, el alpha la llama a su despacho- dice haciendo una reverencia. Odio que hagan eso, lo abre dicho como un millón de veces desde que llegue aquí, pero es una batalla perdida.

Asiento con la cabeza y salgo de la habitación. Por el camino, veo los retratos y las fotografías de familias de los anteriores alphas. Me entristece el saber que no nos hemos hecho ninguna fotografía para que las siguientes generaciones nos recuerden.

Me paro delante del despacho de Jordan, tengo que pensar que hacer y decir para que me crea que voy a hacer lo que me diga. Suspiro un par de veces y entro en el despacho.

No me imaginaria ver a tantas personas en el despacho, no los reconozco ni un tercio, por lo que deben de ser amigos de Jordan que vienen a ayudarlo, en vano.

- Hola, buenos días- digo mientras me acerco a Jordan, que rápidamente me rodea con sus brazos estrechándome contra su cuerpo.

- Buenos tardes Luna Nora- saludaron todos al mismo tiempo, que sincronización.

- Luna te quiero presentar a los alphas y betas de las manadas vecinas que nos ayudaran con tu padre y su grupo de cazadores.- me explica Jordan mientras me da un beso en la sien.- han venido cada uno de ellos con un escuadrón de sus mejores hombres

- Jordan tengo miedo, no puedo perderte, no sé qué haría sin ti.- mis palabras son sinceras. Pero mis actos no. Tengo un plan que no pienso rechazar, consiste en hacerle creer que seguiré sus pasos, iré al refugio y me escapare de los guardias hasta llegar donde mi padre. Es sencillo.

- Mi luna, no me perderás.- no se en que momento nos quedamos solos en el despacho, cada vez alucino mas con su sigilosidad- quiero que me hagas caso, que sigas mis instrucciones y que te protejas por favor.- me suplica para que le diga que si lo voy a hacer. Pero no, le acerco a mí y le doy un beso en los labios, es el último.

- Te amo Jordan.- el sonríe mientras me abraza.

(...)

Me encuentro de camino al refugio con las mujeres embarazadas, los niños pequeños, los jóvenes sin transformación y las personas mayores, sin contar con un escuadrón para protegernos en el transcurso. Nadie sabe donde se encuentra el refugio, solo los pertenecientes a la mandada. Es una forma de protección muy fiable.

Mía, solo mía y de nadie másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora