Capítulo I

1.8K 74 0
                                    

"¿Qué es el amor?, que pregunta más complicada. Para mí es una emoción que debe perdurar en el tiempo con otra persona, que se sujete en un único pilar: La Confianza"

Habla Nora

Mi vida es complicada ahora que mi hermana y yo nos hemos quedado a cargo del estado, donde compartimos una habitación donde hay tres camas con otras 2 chicas.

Pero al menos sé que mi hermana saldrá dentro de poco. Al tener menos de 7 años, todavía es considerada pequeña y la pueden adoptar con mayor facilidad. Y la adoptaran porque no hay ni un solo día que no ha conseguido sacarme una sonrisa. Todavía recuerdo el día en el que mi madre murió, solo quería quedarme en mi habitación y olvidar aquel día en el que las cotillas del barrio solo decían cosas agradables de mi madre, en la cual nunca había caído bien por cómo nos educo, pero Patricia no me dejo, se puso a contarme los cuentos que nuestra madre nos contaba por la noche sobre seres mitológicos como brujas, hechiceros que vencen a la muerte gracias al amor.

(...)

Ya llevamos más de 5 semanas en este agujero en el que me pudriré hasta mi mayoría de edad. Menos mal que queda poco más de un año.

Hoy mi hermana ha tenido una entrevista con una familia perfecta, con un trabajo estable, sin deudas y con una casa encantadora, pero solo quieren a mi hermana. El tutor que tenemos me ha obligado a elegir: entre que se quedara con migo el tiempo hasta que yo cumpla 18 años, encuentre un trabajo mal pagado para vivir en un piso de alquiler peor que esta ratonera y que rara vez llegue a fin de mes; o que valla a la universidad, de vacaciones, celebre sus cumpleaños teniendo unos padres adoptivos que estarán ahí cuando los necesite cuidando de ella mejor que yo.

Ha sido una decisión difícil, pero creo que he elegido la mejor opción, siguiendo mi corazón, mis creencias y lo que me ha enseñado mí madreen estos años. Espero que Patricia entienda porque lo hago y no se enfade con migo, la echare de menos. Ella no sabe nada de que solo ella será adoptada y pretendo que no lo sepa hasta el último minuto.

La prometí que no la iba a dejar sola, pero también le prometí a mi madre que iba a hacer lo mejor para las dos, aunque me doliera.

- Nora ¿crees qué tendremos una cama para cada una?- me pregunta mientras la seca su cabello dorado como la arena

- ¿Tan malo fue dormir con migo en la cama? – le contesto mientras le pongo una sonrisa juguetona- Espero que sí, no paras quieta durmiendo y tengo la espalda molida gracias a tus patadas

- Te voy a cantar el sana sanita para que te recuperes pero antes prométeme que me darás un beso cada noche antes de dormir como lo hacía mama antes de acostarnos.

No puedo prometérselo, sé que me lo echara en cara cuando sea la despedida. Cambio de tema rápidamente para no contestarla.

- Vas a estrenar colegio la próxima semana, ¿estás nerviosa?

Ella me contesta pero no la presto atención mientras trato de memorizar sus gestos, sus ojazos de color miel, su cara de inocente...Es la última noche que estamos juntas y la voy hacer que sea inolvidable, recuerde lo bien que nos lo pasábamos, contándonos secretos, comiendo galletas y chocolate, y sobre todo recordando las historias de nuestra madre.

Se quedo dormida entorno a las doce y media de la noche. Yo no podía dormir, por lo que me puse a escribir una carta explicándola porque hice lo que hice... lo que tenía que hacer.

En ese momento llama a la puerta, cuando la abro me encuentro a un par de chicos que no he visto por las zonas comunes de este agujero. Veo que el más alto se acerca a mí con cara de pocos amigos pero poco a poco va cambiándola a la de un niño que acaba de encontrar un juguete que llevaba tiempo buscando.

- Hola preciosa- se acerca a mi dejando de espacio personal menos de un palmo, puedo verle claramente... es guapísimo, fornido, alto con unos ojos color azul como el agua del pacifico.

- ¿Qué hacéis aquí?, vais a despertar a mi hermana- susurro para no meter mucho ruido mientras me acaloro un poco.

- ¿Tú qué crees?, escondernos de los cuidadores.- Me explica el otro chico que le acompaña, pero no le prestó atención. Prefiero fijarme en el tatuaje que tenía su amigo cerca del cuello que no consigo identificar.

- Y tú, ¿desde cuándo estas aquí?- Me dice el chico más alto al mismo tiempo que mira su cuello para luego soltar una sonrisa.

- Desde hace 5 semanas- contesta la más cercana a mí de mis compañeras de cuarto- pero hoy es el último día que lo pasa con su hermana.

En ese momento veo como su mano se posa sobre mi cadera, atrayéndome a él.

- Tranquila, seguro que has hecho lo más correcto y lo acabara entendiendo- asegura mientras me atrae más hacia él.

- Ya podemos salir Rob- comenta el otro chico

- Hasta la vista, preciosa- me dice mientras me da un beso en la frente. Noto como su aliento se despega de mi provocando que un escalofrió recorra mi cuerpo entero.

En cuanto salen de la habitación, mi rostro se sonroja tanto que parecía que iba a iluminar todo el cuarto. Mi compañera se acerca a mí y me explica la vida de Rob. Al parecer sus padres murieron a manos de un conductor borracho, y como no tenían a nadie, le mandaron aquí junto a su hermano pequeño, el hizo lo mismo que estoy a punto de hacer con mi hermana, le dio en adopción sufriendo la soledad desde que se fue con nueva familia adoptiva. Pero el supo cómo controlar sus emociones y acabo convirtiéndose en el chico más fuerte de todos los que se encuentran aquí.

- Te lo advierto, es mejor que no te acerques a él. Siempre juega con las chicas, nos ve como si fuésemos clínex, de usar y tirar.

Esta afirmación me desconcierta, parecía más... no sé cómo decirlo, puede que cariñoso y comprensivo.

- No te preocupes Lissa. No me acercare a él. 

·-·Muchos besiiis y que tengan una buena lectura. Y recuerden "ni el bueno es tan bueno, ni el malo tan malo"·-·  

Mía, solo mía y de nadie másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora