🤭Capitulo XXII🤭

462 33 2
                                    

·-· este capitulo es subidito de tono, así que lean bajo su responsabilidad ;P, disfruten de la lectura·-·

Habla Nora

Jordan seguía viéndome con los mismos ojos, pero con menos lujuria en ellos. Me siento mal por él. Está esperando una respuesta y la verdad es que después de pensarlo alrededor de mucho tiempo, creo que voy lo que yo quiero.

No sé si luego me sentiré culpable, pero estaba cansada de sentirme así. De pensar primero en los demás y luego en mí, de sacrificarme para que luego me pisoteen. Se acabo. Desde este momento voy a ser más egoísta, voy a pensar en lo que me conviene no en lo que los demás quieran.

No le respondo con palabras, sino con actos. Mis manos suben desde su torso hasta su pelo para empujarlo a mis labios con desesperación, con ganas, con PASIÓN.

Jordan tarda muy poco en responder y sus manos terminan el trabajo que estaba haciendo yo. Lanza su camisa por algún lugar de la habitación, mi blusa tampoco dura mucho en mi cuerpo. Le sigue su cinturón, que desabrocho lentamente, haciendo que sin "querer" toque su gran bulto con mis manos, repito sin querer queriendo¬¬. Suelta un par de gemidos haciendo que inconscientemente muerda mi labio.

- Preciosa, por favor, no me tortures más.- Su voz es tan ronca que si no estaría enfrente de él, juraría que no es Jordan

- ¿hacer el qué?, ¿puedes ser más explicito?- le digo en tono juguetón mientras sigo mordiendo mi labio y desabrocho la cremallera de su pantalón.

- No juegues con el fuego que te puedes quemar- ahora sus manos están en el botón de mi pantalón, acariciando sutilmente mi entrepierna.

- Y si quiero quemarme ¿Qué me pasaría?- su pantalón ya esta total mente desabrochado, mientras voy bajando poco a poco.

- Tu lo has querido amor.-No tengo tiempo a pensar lo que ha dicho cuando yo ya no tenía pantalones.

Me devoro los labios de una manera posesiva, ruda, rápida. Sus manos fueron descendiendo por todo mi cuerpo haciendo pequeñas caricias. Gemí cuando sus manos se pararon al borde de mi tanga, era un conjunto negro simple, muy sexy pero cómodo. En ese momento me di cuenta que estaba sin sujetador, y no sé en qué momento me lo quito.(en multimedia)

Sus manos fueron descendiendo por mis piernas junto con mi tanga. Me besó última vez antes de dejar un reguero de besos por mí cuerpo, descendiendo hasta llegar a mis pezones, donde se metió uno en la boca y con el otro jugó con una de sus manos. La otra se dedico a hacerme caricias ombligo, divirtiéndose con mi piercing.

Si su misión era conseguir que los dos pezones se pusieran duros como su amiguito, pues lo había conseguido. Siguió descendiendo hasta llegar a mis piernas donde lamio, beso, muerde hasta saborea del sudor que me ha provocado. Fue separando poco a poco mis muslos, besando el interior de estos haciendo que gimiera ante sus actos. Fue bajando hasta acabar con la cara entre mis piernas. Estoy tan excitada que hasta me he mojado.

Su aliento cálido le sentía en mis pliegues, era una sensación nueva y emocionante, PLACENTERA. Su lengua empieza a jugar con mis pliegues húmedos por su tacto. Si su lengua en mi boca es tan placentera que me provoca gemidos míos, en mi entrepierna no va a ser menos. Dios, que lengua tiene.

Mis gemidos son lo único que se escucha en la habitación. Su lengua se introduce en mí mientras que sus labios juegan con mi clítoris. Mis manos están apretando tan fuerte las sabanas que creo que me he roto una uña. Flexioné las caderas y me empujé más hacia su boca. Quería cada centímetro de su lengua en mi clítoris. Sentir aquel placer cegador hacía que no pudiese pensar en otra cosa que no fuera en disfrutar el momento.

Mía, solo mía y de nadie másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora