Capitulo XXVI- FINAL PARTE II

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Habla Nora

Mi padre me vendió por hombres de Enzo, hace más de un mes, para rescatarme de un lugar que no quería ser rescatada. Soy simple mercancía para mi padre, un simple trato con un compañero de negocios, como ellos me describieron.

También me ha contado, que mi pequeña Patricia, mi hermana pequeña, mi razón de vivir en mis horas más bajas, murió el día que intento recuperarme por primera vez. Sufrieron un ataque por partes de otras manadas incendiando las casas donde se escondieron todos sus hombres como ratas que son.

Mi hermana no debió morir por el "trabajo" de mi padre. No debí dar mi consentimiento a que fuera adoptada, debí quedármela unas noche más. Aunque pensándolo mejor, acabaríamos en la misma situación. Rob nos habría secuestrado igual, estaríamos justo en este momento, pero mi hermana viendo todo la ensangrentada escena.

Mi cuerpo no reaccionaba de la forma que quería a las caricias de Enzo. Solo tiembla de miedo, impotencia, cuando en realidad, lo que quiero hacer es alejarle de mí e ir a los brazos de Jordan.

Jordan ha intentado acercarse a mí, en vano, porque lo único que consigue son más golpes. Pero estos no se curan, le están golpeando con porras impregnadas de acónito, que no les mata, pero si los debilitan impidiéndoles que se regeneren.

Los cazadores siguen brindando con sangre de lobo recién decapitado. Mi padre se acerca a nosotros con tres, no pienso beber eso, sin quitar su sonrisa de la cara.

- Señores quiero brindar en honor a mi querida hija que acabo de reencontrarla y recuperarla de las garras de un estúpido alpha- todos alzan sus vasos.

Mi padre nos tiende los vasos, donde Enzo no duda en aceptar, en cambio yo niego. Consiguiendo así que Enzo apreté mi cadera emitiendo un gemido de dolor.

- Tengamos la fiesta en paz- me susurra en el oído, mientras sigo negando con la cabeza, - Co.ge.lo- sisea con los dientes apretados apretando mas mi cadera.

Extiendo mi brazo a mi padre para que entienda que me de él vaso. Cuando lo suelta, yo no lo agarro, y cae al suelo. Todos me miran mientras me rio, no pienso hacerlo.

- Sois unos necios, estúpidos, retrógrados, cavernícolas que piensan que todo debe ser como ellos piensan, sino, sufrirás un castigo que lo pagaras con la muerte - Un puñetazo por parte de mi padre se hace presente, haciendo que mi cara se voltee en dirección contraria, y caiga al suelo de rodillas

Me duele mucho la nariz, mientras se desliza sangre por ella. Nunca en mi vida, mi padre jamás me había levantado la mano. Pero como decía mi madre "siempre hay una primera vez para todo". Y qué primera vez, me ha roto la nariz.

Jordan ha llegado a mí, empujando a todos los perros guardianes de mi padre. Al llegar mi se tira al suelo, haciendo que levante la cara sorprendida al ver también en el suelo a mi padre maldiciendo a mi alpha.

Sin embargo no dura mucho a mi lado, Enzo le da una patada en la cara haciendo que caiga al suelo. Jordan, desde el suelo, derriba a Enzo poniéndose encima de él y dándole con las dos manos atadas en la cara.

Los hombres de Enzo llegan a ayudar a su jefe, golpeándole y rociándole con la barra metálica, intento acercarme a ellos, pero alguien me sostiene del pelo haciéndome retroceder en mi misión de ayudar a Jordan.

- ¡¡¡COMO TE ATREVES A HACER ESO!!!- chilla mientras me zarandea- es un lobo, ¿te acuerdas cuando eras pequeña y te enseñe que los animales salvajes son eso, peligrosos para las niñas buenas como tú eres.- me pregunta mientras me sostiene la mirada

Mía, solo mía y de nadie másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora