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Audifaz se encontraba junto a Tulio contándole a su madre sobre la enfermedad de Aristóteles.

Imelda: mi nieto no puede hacer esas cosas debemos hacer algo para ayudar  a que se le quiten esas desviaciones.

Tulio: estoy de acuerdo contigo por eso debes fingir que estas enferma para que el quiera cambiar ese problema.

Imelda: cuenten conmigo para lo que sea.

Audifaz: Tulio debe llevarte al hospital y ahí el llamará diciendo que tu estas mal.

Imelda: ahí yo comenzaré a hablar con Ari y lo intentaré convencer.

Aristóteles y Temo estaban sentados en los sillones de la casa de este último.

Aristóteles: tengo planeado decirle hoy.

Temo: te va a ir muy bien.

Aristóteles: y si no, se que te voy a tener siempre.- apoyo su cabeza en el pecho de Temo y lo abrazo-.

Temo: siempre contarás conmigo.

Aristóteles: te amo.

Temo: me encantaría decir lo mismo pero yo no.- dijo bromeando-.

Aristóteles: para mentir no eres bueno,  nunca te voy a creer que no me amas.

Temo: ojalá pudiéramos estar así toda la vida, no me cansaría de estar todo el tiempo abrazado a ti.

Aristóteles iba a su casa cuando recibió un llamado de su papá que le informaba que su abuela estaba mal en el hospital por lo que fue directo al lugar.

Audifaz: tu abuela está muy grave.

Aristóteles: que le pasó?.

Audifaz: le llegaron rumores de que tu estabas saliendo con chicos y su corazón no pudo resistir esa terrible noticia.

Aristóteles: quien le dijo que yo soy gay?.

Tulio: una de sus clientas en la tienda de ropa, Aristóteles creo que debes de reconsiderar salir con chicos eso no le hace bien a tu abuela.

Aristóteles: pero yo no tengo la culpa de que su corazón no funcione de la forma adecuada.

Audifaz: tu abuela no puede recibir malas noticias cuando despierte así que no le vas a decir que eres gay ni ahora ni nunca.

Aristóteles: yo no se lo voy a decir ahora pero después si, no voy a ocultar quien soy.

Tulio: sobrino debes hacerlo por tu abuela.

Aristóteles: pero no quiero fingir algo que no soy.

Audifaz: si tu abuela muere va a ser tu culpa.

Aristóteles: no puedes decir eso yo no tengo la culpa de nada.

Tulio: y lo peor es que aparte de ser responsable de la muerte de tu abuela tus padres se van a separar y tu serás el culpable.

Aristóteles: pero...

Audifaz: si no dejas tus desviaciones me separaré de tu mamá y le quitaré a tu hermano.

Aristóteles: no puedes hacer eso.- dijo con los ojos llorosos-.

Tulio: si se puede y sabes muy bien que tu padre va a ser el que ganará.

Aristóteles: no me pueden obligar a hacer algo que no soy.

Audifaz: no te voy a obligar a nada tu eres el que debe decidir, sabes que tu mamá solo me tiene a mí porque tu abuela la abandonó piensa muy bien tu decisión.

Aristóteles: no me hagas esto, sabes que amo a Temo yo lo necesito.

Audifaz: prefieres sacrificar la felicidad de la familia por la tuya?.

Aristóteles: pe...pero...

Tulio: que decides?.- el médico vio que era su momento de entrar en acción y se dirigió donde se encontraban los tres Córcegas-.

Médico: la señora Imelda se encuentra algo estable y desea hablar con uno de sus nietos no recuerdo el nombre que menciono pero empieza con A.

Tulio: Aristóteles.

Médico: si, Aristóteles.

Aristóteles: yo soy, donde está la habitación en la que se encuentra?.- el médico llevo a Ari a donde se encontra Imelda-.

Ari al entrar vio que su abuela estaba conectada a varias máquinas y eso le dio terror, el solo pensar que su abuela pudiera morir lo destruía por dentro y más si era su culpa por ser gay.

Imelda: Ari eres tú?.- dijo susurrando-.

Aristóteles: si abuelita soy yo.- se acercó a Imelda y tomo su mano- todo va a estar bien.

Imelda: por favor di que no es verdad lo que me contaron, di que no eres un desviado.

Aristóteles: debes descansar no es momento para hablar de eso, recupérate primero.

Imelda: tu debes darme bisnietos sabes que estos son mi últimos años de vida y tengo que estar bien por favor di que son mentira esos rumores.

Aristóteles: abuela yo...- vio los ojos de su abuela y sintió que no era el momento aún de decirle la verdad- son mentira.

Imelda: sabía que tu no eras ese tipo de personas tu eres un gran chico, deberías presentarme a una novia luego.

Aristóteles: si, no te preocupes voy a traerte a mi novia.

Imelda: no sabes cuán feliz me hace esto.

Aristóteles: si, espero te recuperes pronto.

Imelda: cuando me des un bisnieto sere más feliz aún.

Aristóteles: estoy muy joven.

Imelda: solo te queda un año para salir de la escuela ya estas grande.

Aristóteles: mejor le diré a mi tío o papá que te vengan a ver.

Imelda: esta bien, debes cuidarte mucho eres el orgullo Córcega dejarás en alto a esta familia.

Aristóteles salió del hospital y se sentó en una banca de una plaza a llorar se sentia horrible por dentro su padre realmente bo lo aceptaba, era culpable de que su abuela estuviera en el hospital y por si fuera poco ahora había dicho que tenia novia, todo estaba muy mal en su vida porque si no dejaba de ser gay su papá  arruinaría a su mamá y eso no iba a permitirlo.

Temo estaba feliz ya que por fin el y Aristóteles mañana le dirían a toda la familia que estaban juntos por fin podrían demostrar su amor sin importar si los juzgaran o no, lo importante era mantenerse juntos para siempre.

Lupita: por qué tan feliz?.

Temo: mañana Ari y yo le diremos a su familia que estamos juntos.

Lupita: eso es genial, me encanta verte así de feliz Temo.

Temo: gracias, espero toda su familia nos acepte.

Lupita: todos los van a aceptar porque son los mejores.

La chica perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora