PROLOGUE

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Llevó su mano a la sien y sus dedos masajearon aquella zona con fuerza, sintió las articulaciones de sus dedos un poco adoloridas por las interminables ocho horas que llevaba ahí dentro, tecleando en su computadora.

—Creo que deberías irte ya y dejar lo que te quede para mañana —comenta el muchacho de cabello negro y piel pálida, sin despegar sus ojos de la pantalla—. Hasta aquí veo las ojeras que tienes.

—Vas a quedar ciego por mirar tanto ese teléfono —comentó divertido el de piel morena volviendo a su labor, al notar que no obtiene respuesta para y alza su cabeza para verlo—. A ver, —pide con voz alta—. ¿Qué es lo que te tiene tan embobado?

—Nada —responde enseguida y sigue con lo suyo, HyunWoo alza su ceja y sonríe.

—No te creo, Shin.

—No lo hagas, solo sigue trabajando —una sonrisa malévola cruza su rostro y bloquea su teléfono para luego mirar a su amigo—. Adicto al trabajo.

HyunWoo niega y observa los últimos números que había agregado a la tabla. Algunos dirán que trabajar como administrador de los ingresos y finanzas en la empresa de tu padre es algo aburrido pero el moreno no podía quejarse, le gustaba todo lo que tenía que ver con números y matemáticas. Se caracterizaba por ser ordenado, paciente y hablante de cosas aburridas -como algunas veces, que HoSeok bromeaba llamándolo de esa forma para molestarle-. La verdad es que parecía ser un gran partido para cualquier mujer pero no estaba interesado en formar una relación con alguna persona y eso prácticamente molestaba al resto.

—¿No me mostrarás, Conejo con patas? —pregunta al rato y vuelve a cortar su extenso trabajo.

—Solo estaba viendo a un chico que está comenzando su carrera como modelo —respondió restándole importancia al asunto con un leve sonrojo, no era nuevo el hecho de que el pálido sea homosexual y al moreno no le importaba en absoluto aquello como a algunas personas de la empresa.

—A ver...

HoSeok desbloqueo el teléfono con una sonrisa y le alcanzó el aparato. HyunWoo quedo algo impresionado por las diferentes tomas y colores de las fotos, siempre mostrando a un chico pálido de cabello color rosa bebé y labios gruesos.

—Sabes que podría servir buscar al fotógrafo y preguntarle si está disponible —comenta un pensante HoSeok mientras que el otro baja para seguir viendo fotos—. Tiene buen ojo y podría ser útil en la parte de diseño, los fotógrafos que contrata tu padre no tienen ganas de trabajar.

—Podría ser, le voy a comentar. Luego pasame el usuario por mensaje —devolvió el teléfono y guardó todo el avance hecho en el documento. Soltó un suspiro y busco su teléfono para marcar a su niñero, lo llevó a su oreja y espero a que el chico responda.

¿Papi? —pregunta una vocecita desde el otro lado, automáticamente una sonrisa apareció en su rostro.

—Hola amor, ¿Cómo estás? Lamento no haber llegado a tiempo —se disculpa sentándose de forma despreocupada—. Se que hoy íbamos a jugar en el patio.

No te preocupes papi, MinHyuk lo hizo por ti —responde la niña con aparente alegría lo cual hizo sentirse peor, él realmente estaba preocupado por no estar con sus hijos en esa etapa importante—. ¿Estás bien, papi?

—Si amor, no te preocupes —responde enseguida de manera apresurada, llamando la atención del pelinegro— Hablando de MinHyuk, ¿Dónde está?

Mmmh, está bañando a JiKoo —responde y de lejos se escucha al rubio preguntado donde y que estaba haciendo—. ¡Estoy hablando con papi, Oppa!

La puerta de su oficina es abierta y reconoce a la asistente personal de su padre.

—Señor Son, su padre requiere de su presencia en su oficina —informa y el moreno asiente para que ella salga, vuelve a su teléfono y suelta un suspiro.

—Amor, tu abuelo me necesita. Estaré en casa pronto —comenta el hombre con una pequeña sonrisa—. Es tarde, si tienen sueño vayan a dormir. Dile a MinHyuk que en un rato llego.

Esta bien, te amo papi —la pequeña lanza un besito que HyunWoo escucha y le hace sonreír ampliamente. Le comenta que él igual y la pequeña corta la llamada mientras grita algo a su hermano. El padre niega divertido y mira a su amigo.

—¿Nos vemos mañana? —pregunta mirando al chico de piel pálida quien se levanta de la silla dispuesto a irse. Lo ve hacer una mueca.

—No lo creo, mañana es mi día libre y tengo una cita —responde orgulloso mientras que sus mejillas sufren por el calor que sube a ellas.

—Esta bien, nos vemos luego —saluda sonriente el mayor y ve a su amigo inclinarse para luego salir de la oficina.

Apaga la máquina, agarra sus cosas y sale de su lugar de trabajo, apaga las luces y cerrando la puerta para luego mandarle llave. Comienza a caminar con apuro hasta el ascensor para subir al piso donde se encontraba el hombre que lo trabajo a la vida.

—Oh señor Son, pase —la misma chica le hace una seña para que entre al despacho del fundador de aquella empresa, una vez adentro encuentra a su padre hablando por teléfono. Se inclina y toma asiento viendo las ganas que el mayor poseía, también tenía algunas arrugas en su rostro y su traje impecable. Observo la hora y mordió su labio, era demasiado tarde y sus hijos lo esperaban en casa, quería irse. Milagrosamente el hombre mayor se disculpó y cortó la llamada para luego mirar seriamente a su preciado hijo.

—Buenas noches, HyunWoo.

—Buenas noches, papá —saluda con tono serio—. ¿Para qué querías verme?

—Sabes que al ser hijo de un hombre importante, debes mantener un aspecto bueno frente al resto —comienza y ve al menor asentir sin entender a lo que iba la charla, largo un suspiro—. Últimamente has sido blanco de muchas críticas al ser hijo mío y padre soltero de dos niños.

—No es mi culpa y tampoco me importa lo que digan —responde el de tez morena con el ceño fruncido, sabía cómo eran sus padres pero no es para tanto—. Creo que ya hemos tenido esta charla.

—Lo sé pero con tu madre creemos que conseguir una esposa es buena opción. La empresa quedaría mucho mejor de lo que ya está —informa con dureza y HyunWoo se levanta de su asiento de forma repentina, sin estar de acuerdo.

—Creo que ya estoy bastante grande como para que me diga lo que tengo que hacer, padre —el ceño de ambos hombres, padre e hijo, termina fruncido.

—Ese es el problema, HyunWoo. ¡Estas por cumplir treinta años! —grita el mayor apoyando sus manos en el escritorio que le pertenecía.

—Es mi problema y si me disculpas debo ir a atender a mis hijos que por si no recuerdas, son tus nietos.

Con paso firme se giró y caminó hasta la puerta de entrada con enojo recorriendo su cuerpo.

—Decí lo que quieras decir hijo, pero si en un mes no consigues una novia, me encargaré de juntarte con cualquiera y vas a estar jodido.

Y HyunWoo no pudo estar más equivocado en pensar que aquella advertencia había sido en broma.


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Editado: 25/08/19

 *Reditado:02/07/20

Publicado: 05/02/19


El fotógrafo de papá [ShowKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora