"Nothin' on you"

683 29 4
                                    

Llego tarde, como de costumbre, acelero todo lo que puedo, me salto varios semáforos en rojo, los coches no me atropellan de milagro todo porque hoy tenemos la charla "de un químico muy importante" del cuyo nombre no he oído hablar en mi vida. Entro a la Universidad a toda prisa, voy mirando el suelo y rezo porque la clase aún no haya empezado. Algo me frena en seco, me caigo hacia atrás del impacto ¡Mierda! Qué dolor. Veo una mano tendida, dispuesta a ayudarme, la tomo y alzo la vista, Dios… es guapísimo.

-¿Te has hecho daño?- me pregunta el chico, con cara de preocupación.

-Es-estoy bi-bi-bien- es lo único que logro contestarle. ¿Por qué estoy tan nerviosa? ¡Seré boba! Sólo es un chico guapo… bueno, muy guapo. Me ayuda a levantarme, pero me tiemblan las piernas y no tardo en dar de bruces a mi culo de nuevo contra el suelo. Mierda, mierda…

-Mickey Mouse-

-¿Qué?-

-Tu ropa interior, es de Mickey Mouse. Son bonitas- me sonríe con cara burlona y mordiéndose el labio inferior.

¿Qué? ¿Pero cómo? Un  momento… ¡mierda! Rechazo su mano y me levanto de golpe.

-¡Serás pervertido!-

-Lo siento, no pretendía…-

-¿Qué no pretendías qué? ¡Maldito depravado! Adiós. Me dirijo furiosa a clase. ¡Tendrá cara! A conseguido enfadarme de verdad. ¡Maldito imbécil! Además era realmente guapo… ¡Qué rabia! Entro a clase, me siento de las primeras, dejo mi mochila apoyada en la mesa, saco las cosas y la dejo en el suelo. Bebo un trago de agua, miro a la puerta y aparece el profesor con "el químico importante" abro la libreta y al poco comienza la charla.

"El químico importante" debe de tener unos 60 años, aunque por

la forma que tiene de hablar tan seguida, y sin cansarse, cualquiera lo diría. Lleva más de 40 minutos  hablando y todavía no se ha detenido ni para respirar. Madre mía, qué rollo.

-¿Cuánto rato lleva ese hombre hablando sin tragar un ápice de aire?-

Me giro distraída. Oh No, no, no, no no puede ser… ¡El chico de antes!

-Es increíble que después de tantos años de trabajo, le siga apasionando de esa manera. ¿No crees?- sonríe. Dios… tiene la sonrisa más bonita que he visto en mi vida. -Disculpa lo de antes, no pretendía ser grosero. Me presento, me llamo Bruno, pero puedes llamarme the sex dragon o capitán fuego… nah sólo bromeaba, llámame Bruno- vuelve a sonreír, mordiéndose ligeramente el labio inferior. Es realmente guapo.

-Leyla, ese es mi nombre, bueno, el que me pusieron mis padres-

-¿No te gusta?-

-Sí, pero no sé, no es un nombre que yo le pondría a alguien-

-Pues a mí me parece precioso- sonríe.

-Gracias-

-De nada, es la verdad- vuelve a sonreír.

-Vaya, que cortés te has vuelto de repente, señor "me gusta tu ropa interior de Mickey Mouse" le digo irónica.

-Y te lo volvería a decir, adoro a Mickey Mouse- dice riéndo y poniéndose la mano en el pecho.

-Ja ja ja - río con sarcasmo. Al terminar la clase salgo lo más rápido que puedo, no vaya a ser que le de al químico por soltar otro rollo de 2 horas. Madre mía, espero que al terminar la carrera me apasione tanto mi trabajo como a ese hombre. Salgo de la Universidad y una voz detrás de mí me para en seco.

-¡Leyla!- me giro. Otra vez él

-espera-

-¿qué quieres?-

-Quería pedirte disculpas de una mejor forma que la de antes-

-¿ah, si?-

-sí- contesta.

-¿Y cómo?-

-pues por ejemplo, llevándote a casa-

-¿Cómo dices?-

-Llevándote a casa- sonríe.

-¿Estás loco? Te acabo de conocer, además no me hace falta-

-¿Has mirado el cielo?- señala con el dedo hacia arriba.

-No, ¿para qué?- le respondo, confusa.

-Va a llover-

-¡Pues que llueva! ¿A mí que más me da?-

-Apuesto a que no llevas paraguas- sonríe con esa sonrisa de cuando sabes que has dado en el clavo. Y en efecto, ha dado en el clavo, con las prisas no he recordado coger ninguno.

-Pues no, no llevo ninguno, me lo he dejado en casa. Pero tranquilo, dudo mucho que se ponga a llover justo ahora y si lo hace ¿qué más te da a ti que me moje?- le digo empezando a mosquearme.

-Mucho. Si está en mi mano que no lo hagas-

-Cómo me aseguro yo que no eres un asesino en serie?-

-Bueno, tendrás que arriesgarte- hace una mueca con la que no puedo evitar reír.

-De acuerdo, pero te advierto que estuve 4 años yendo a clases de taekwondo-

-Correré ese riesgo, si en esta vida no estás dispuesto a correrlos… ¿para qué caminar? A cada paso que damos hay uno y si no lo tomas no aprenderás nada en el camino, ¿no crees?- sonríe.

-Ok, vamos, pero yo conduzco-

-Eh, chica, para el carro, te he dicho que te llevo para que aceptes mis disculpas de alguna forma, no para que me arruines la vida- frunce el ceño sonriendo a la vez.

-¿Qué insinuas?-

-Pues que yo puede que sea un asesino en serie, pero tú también puede que seas un peligro al volante y soy demasiado atractivo para morir tan joven… necesito más víctimas- se acaricia la barbilla reprimiéndose la risa. No sé por qué, pero su sonrisa afable y sus grandes ojos color café me hacen confiar en él. Me abre la puerta del coche y subo. Me acomodo en el asiento y me pongo el cinturón de seguridad. Se monta el también en el asiento del piloto y pone el motor en marcha.

-Bueno, rezaré porque no sea este mi último día en la tierra.-

-Yo también, pero para que no sea el último junto a ti-

Bueno este ha sido el primer capítulo de mi novela "Nothin' on you" espero que os haya gustado :) YouLoveBM

"Nothin' on you"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora