Capitulo 51

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Carolina comenzó a reír divertida al igual que Kamil

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Carolina comenzó a reír divertida al igual que Kamil. Dejamos de hablar y nos giramos a verlas. Fox se puso de pie.

—¿Qué sucede? — preguntó mientras se acercaba a ellas. Harrison y yo lo seguimos.

—Me parece muchachos que Beatriz acaba de arruinar nuestra cena —dijo Carolina sin dejar de reír. La miré divertido... se estaba descostillando de la risa.

—¡No es divertido! — se quejó la rubia. Kamil se restregó los ojos, mientras calmada su risa.

—No les hagas caso a estas brujas, linda —dijo Harrison y se acercó a Triz , quien apoyó su cabeza sobre su hombro cuando él estiró sus brazos.

—Aay, me dijo bruja — e quejó Carolina.

Me acerqué a ella y la abracé por la espalda, apoyando mi mentón en su hombro. Mi boca quedó cerca de su oído. Ella colocó sus brazos sobre los míos que estaban sobre su vientre.

—Y sí, algo de eso debes ser... porque me tienes hechizado. No puedo dejar de verte, no puedo dejar de pensar en ti, en tus besos, en tu cuerpo —le susurré.

Sonrió levemente y mordió su labio. Giró un poco la cabeza y me miró.

—No puedes con tu genio, ¿verdad? —preguntó.

—Te lo aseguro... apenas se vayan todos, tú no te salvas de mí — besé su mejilla y volví mi vista a los demás, pero sin dejar de abrazar a Carolina —Entonces ¿Qué vamos a comer?

—Pidamos unas pizzas —dijo Fox.

—Perfecto —aseguré y me alejé de Carolina para ir en busca del número del delivery. Pero detuve mi paso al recordar aquello, me giré a verlos a todos —No podemos.

—¿Por qué? —dijo confundido Harrison .

—Carolina, no come pizzas —dije.

Ella sonrió y se acercó a mí, para acomodar un poco mi cabello.

—Eres un dulce de leche —aseguró.

—Y tú eres mi envase —murmuré y me incliné para besarla cortamente.

—Pero no se preocupen por mí... pidan la pizza, yo no tengo hambre — les dijo a los chicos.

Ellos volvieron a sus charlas y le lancé a Harrison la tarjeta con el número para que llamara. Volví mi vista a Carolina. Me senté en el sillón y le hice un gesto para que se sentara sobre mis piernas.

—Es mentira que no tienes hambre. Hace un rato estabas que matabas por un poco de comida.

—No te preocupes, comeré un poco de fruta —me dijo.

—No ¿sabes qué? Vas a comer una porción de pizza o dejo de llamarme Tom 'El Sexy' Holland .

—¿El sexy? — Dijo divertida — Más bien 'El Calentón'.

Dangerous Obsession [Adaptada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora