Capítulo 15

2.8K 210 9
                                    

Comencé a caminar para salir de aquella habitación y los pasos de Carolina fueron torpes detrás de mí, ya que yo tiraba de su mano para que lo hiciera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comencé a caminar para salir de aquella habitación y los pasos de Carolina fueron torpes detrás de mí, ya que yo tiraba de su mano para que lo hiciera. Giré mi cabeza para mirarla. 

—Pero, ¿Qué demonios haces? —me preguntó. 

—Tú solo camina—le dije y tiré más de su mano, para acercarla a mí. 

Colson salió de la habitación. 

— Carolina, ¿A dónde vas? —le preguntó. 

—Tenemos cosas que hacer, Jake—contesté por ella. 

— Carolina, te estoy hablando —dijo él. Detuve nuestros pasos y me giré a verlo. 

—¿Acaso no te has dado cuenta de que estas enfermo? Así de pie y encima descalzo no vas a curarte más, Jake, será mejor que vuelvas a la cama. 

Vi como su cara se tornaba rojo de la rabia. 

— Carolina, vuelve aquí —le exigió de manera autoritaria, como si ella fuera un perro o algo así. 

Ella lo miró fijo por unos cuantos segundos, y luego me miró a mí. 

—No soy una de tus criadas, para hacer lo que quieras —le dijo ella. Sonreí levemente y ella me volvió a mirar —Vamos. 

—Vamos, cariño —dije y volvimos a caminar. 

Tuve unas ganas tremendas de girar a ver como había quedado Colson, pero no lo hice, para poder llegar más rápido a la salida. Además de que había dejado sin protección a Betty. Salimos y con cuidado ella soltó mi mano. 

—Ya no es necesario que me agarres de la mano —me dijo. 

—Está bien, está bien —le dije y me subí a la moto —Sube, vamos. 

—¿A dónde? —me preguntó frunciendo el entrecejo. 

—Tú solo sube, yo luego te digo. 

Se subió y prendí marcha hacia lo de Lorena. Sabía perfectamente que si le decía que la llevaría a lo de Lorena se iba a negar rotundamente. Llegamos a una pequeña casa, que se encontraba cerca de la Universidad. Allí vivía la rubia insoportable de Lorena Bynes. 

Carolina se bajó y luego me bajé yo. 

—¿Podrías decirme en donde estamos? —volvió a preguntar. 

—Ya lo veraz —dije y tomé de su mano, para caminar hasta la puerta de la casa. 

Toqué el timbré y más rápido de lo que esperaba la puerta se abrió. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujaba en el rostro de la rubia. 

—Viniste —dijo con voz chillona. 

Sentí como la mano de Carolina apretaba con fuerza la mía. Entonces, con un solo tirón la presenté adelante, para que la viera. La sonrisa de Lorena se esfumó más rápido que un 'hola que tal'  Sus ojos verdes miel se clavaron con asombro y enojo sobre la pequeña figura de Carolina. Arrastrando la vista me miró a mí. Yo solo sonreía como si nada pasara. 

Dangerous Obsession [Adaptada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora