POV's Tin.
—¿Qué quieres desayunar? – Seguíamos flojeando en la cama cuando su estómago sonó haciéndome sonreír.
—Cualquier cosa estará bien. – Frota su cara contra mi hombro. Es tan tierno. –
—Espérame aquí, te traeré el desayuno a la cama. – Me levanto en contra de mi voluntad, quiero seguir acurrucado con Can. Ahora que lo tengo no me quiero separar. –
Él asiente cerrando sus ojos, mi corazón se agranda, al fin me siento pleno. Algo preocupado por su estado, seguro después del desayuno hablemos de todo lo que pasó en el mes... Necesito saber por qué está en ese estado.
Preparo varios sándwiches, no tengo mucho en la despensa, aún no me mudo totalmente. Sirvo jugo de naranja de cartón, coloco todo en una bandejita y regreso.
—Traigo comida... - Entro a la habitación encontrándome a Can mirándose al espejo con una mueca. Dejo la bandeja sobre la cómoda y me acerco a él rodeando su cadera y descansando mi cabeza en su hombro. –
—¿Por qué estás así? ¿Fue por mi culpa? – Subo su playera mostrando sus costillas. –
—No lo creo Tin. – Coloca su mano sobre la mía. —Fue más por mí, yo te rechacé – Baja la mirada. —Luego no quería saber nada, no tenía apetito, comía casi obligado, dormía poco, me la pasaba encerrado...
—Can. – Afianzo mi agarre. —Prométeme que te cuidarás y dejarás que te cuide. Por favor. – Mi instinto protector se activa más que nunca. –
—Lo prometo, pero tú prométeme que por más que seas mi alfa, respetarás como soy, no esperes completa sumisión de mi parte. He vivido fingiendo ser beta, estoy acostumbrado. – Sonrío, otra vez desafiándome y me encanta. –
—No tienes por qué pedirlo, ya me lo esperaba, sé cómo eres. – Lo giro para quedar frente a frente. –
—Gracias por respetar eso Tin. – Nos damos un beso, uno tan dulce y suave que casi me hace volar. –
—Vamos a comer. – Can suspira de placer y asiente. –
Nos recostamos a la cama, coloco la bandeja en mis piernas y dejo que él agarre su comida, prometí darle libertad y pequeñas cosas como éstas considero que son importantes para que confíe que cumpliré con mi palabra.
Ahora tengo una gran duda y no sé cómo abordar el tema, no quiero incomodarle cuando estamos tan a gusto.
—Can... tú... - No sé qué palabras usar, le doy muchas vueltas. –
—¿Em qué pienshas? – Como siempre, hablando con la boca llena de comida. –
—Traga antes de hablar que no te entiendo, pequeño estúpido. – Río, me trae recuerdos esta escena. –
Rueda sus ojos con una mueca clara de "Jódete alfa idiota".
—Idiota. – Es lo primero que dice al tragar, suelto otra carcajada. —Te preguntaba qué en qué piensas, estás algo tenso desde que trajiste el desayuno. –
—No quiero incomodarte con tantas preguntas...
—Pues yo también tengo una... – Se calla. —¿Qué tal si te pregunto primero y luego tú?
—Perfecto, pregunta.
Toma el poco jugo que le quedaba en su vaso y dejo las cosas en la mesa de noche.
—Noté que tienes un muy ligero corte en la ceja, casi curado, pero está ahí. ¿Qué pasó? – Tan suspicaz. –
—Hace unos días, tuve una pelea algo fuerte con Tul, dijo algo que me hizo explotar y bueno, tampoco estaba de buen humor, cualquier cosa era capaz de molestarme. – Resumo. —El Doctor que me vio me hizo ver la luz, sabes. Él fue quien me explicó cómo saber cuándo consigues a tu destinado... Y yo parecía tener los síntomas de alfa rechazado por su omega.
—Y-y ¿Te dijo algo sobre los omegas? – Pregunta tímido. –
—Sí, que fue lo que más me preocupó y quise ir a buscarte antes... Pero mis padres me encerraron en casa por la pelea con Tul. – Gruño. —El doctor dijo que, en el caso de los omegas, suelen enfermarse y se dejan de preocupar por su salud, se abandonan a sí mismos. Cuando me dijo eso sentí morirme al pensar que algo así te pasaba... Luego recordé tu fortaleza diferente al del omega común y pude tranquilizarme solo un poco, me preocupaba que tu naturaleza le ganas a tu fuerza de voluntad. – Me acerco a abrazarlo. –
POV's Can.
Dejo que me abrace y me dé calor por lo último que dijo, él está completamente claro en como soy, que no soy tan débil como aparento, que mi crianza y vivencia fue distinta, puedo soportar varias cosas, aunque sí que es cierto que pasé por esos síntomas, como si mi cuerpo quisiera morir sin escuchar a mi cerebro las razones para seguir con vida.
Me suelto dándole un golpecito suave en la pierna.
—Gracias por darte cuenta de eso y no juzgarme. – Me hace feliz que él lo sepa sin yo tener que decírselo. —Pero no te puedo mentir, a que no. – levanto la prenda superior de la pijama. —No te puedo negar que no quería comer, que no podía dormir, que vomité muchas veces lo poco que llegaba a ingerir y que le exigía a mi cuerpo entrenar e ir a clases... Sería una vil mentira de mi parte. Más cuando el estado de mi cuerpo lo demuestra. Pero me negaba a ser un omega inútil, que se daba por vencido a la primera que se sentía mal, no quería ni quiero ser lo que los demás se jactan de decir.
Tin acaricia mis costillas que a simple vista se detallan y besa cada una de ellas con amor, logra enternecerme, a veces no es tan idiota. Es parte de su encanto. No hizo falta un diálogo de su parte para entender que no dejaría que eso volviera a pasar
—No soy nadie para juzgarte. – Toma mi mano entrelazando nuestros dedos. —Ahora mi pregunta, si no la quieres responder, está bien, yo solo quiero apoyarte en lo que decidas. – Asiento. —¿Qué harás ahora Can? ¿Seguirás ocultando ese exquisito aroma tuyo ante todos, para hacer ver que no te importa y que te sigan tratando como siempre; o te relajarás y te mostrarás como en realidad eres? Recuerda que estaré de tu lado.
Lo miro, justo esa es la duda que me ha estado atormentando. Ni yo sé que hacer; ese psico-terror a mi sexo está muy arraigado a mí aún, necesito más tiempo. Solo quiero encerrarme con Tin aquí y dejar que pase el momento, pero sé que eso no es posible. Tenemos que volver a nuestras clases y vidas normales.
Por otro lado, me inclino más por seguir usando mis parches y crema, solo las personas relacionadas con la universidad, o con el partido lo saben, hay más personas que conozco y no necesitan saber mi secreto hasta que esté listo. Pero de nuevo, sigo sin saber qué hacer.
—Solo estoy seguro de una cosa, Tin. – Él me mira directo a los ojos. —Si los del equipo u alguna otra persona me empieza a tratar diferente, como a una mujer, los golpearé, deberán tratarme como siempre. – Tin ríe. –
—Ese es mi chico. – Besa mi mejilla sin previo aviso. Lo empujo. –
—Ya tú, no te tomes tantas libertades. Es mi mejilla. – Le saco la lengua. Presionando donde me besó. –
Él solo sonríe.
—Lo vuelvo a decir, ese es mi chico. – Sonrío de vuelta y nos arropamos para dormir todo el día si es necesario. –
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¡Muy buenas galletitas🍪🍪! Hoy informo lo siguiente:
Esta cuenta, como creo que casi todas saben, no es mía únicamente, hay otra admin que es mi P'Car❤ (firmará como Carla-san).
Ella publicará contenido de ¡Super Junior! Y tenemos proyectos juntas también de nuestros viejos❤ eso no quiere decir que dejaré de lado a nuestros bebés de LBC. 🤗
Eso quiere decir que quisiera que a ella le den todo el amor que me dan a mí, amo como escribe y se lo merece. ❤❤ sin más, se despide su N'Anyi:).
POR OTRO LADO. No olviden dejar su linda estrellita y comentar su parte favorita. Como siempre están obligados a hacerlo >:v. Complázcanme en eso :'v.
¡Bueno, ahora sí, nos leemos EL VIERNES!👀 o...-N'Anyi:)
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(NO) Soy omega - TinCan
FanfictionOdio mi sexo, el más débil de los tres existente, ¿Por qué omega y no beta? ¿Es eso mucho pedir? •Pareja principal: TinCan. •Secundaria: AePete. *Algunas escenas tomadas prestadas de la serie, otra inventadas por mi*. Primer omegaverse, tenerle c...