XII: Dis-Culpa.

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Especial muy especial 1/3

     Solo dos días... solo dos malditos días, dos días en que he cargado con el peso de la culpa, no he comido prácticamente nada, no tengo ánimos ni para hacer lo que más me gusta que es el futbol. Estoy ¿deprimido? cosa rara en mí, yo siempre he sido muy enérgico, y que yo mismo me dé cuenta que estoy mal, es algo serio.

     No lo aguanto más, necesito disculparme con ese alfa, por más que me haya mentido o no, la explicación que me dio mi madre sobre su k-drama favorito de la difícil vida de los ricos me hizo pensar que a lo mejor, Tin haya dicho la verdad y después se arrepintió de lo que dijo... O eso es lo que mi ¿corazón? Quiere creer.

A veces, los malos no son tan malos...

     Voy al I.C, necesito hablar con Pete, aún no sé qué le diré, pero sé que me ayudará a disculparme con Tin, indirectamente, claro está. El aroma de Pete llega a mí, suave y dulzón, como dije, el omega perfecto. Rápidamente me acerco.

—¡Pete! – Le llamo, tengo días sin hablar con él, desde el partido, creo.

—Oh, Can, tiempo sin verte ¿y eso que viniste?

—Necesito un favor... ¿podrías darme el número de Tin? – Abre su boca para responder, pero me adelanto. —No, no, mejor no. – Después se enfadaría por haberle llamado. —Mejor dime donde estaciona su auto.

     Pete me mira raro, y como no, parezco más desesperado que de costumbre... Intento calmarme.

—Claro, normalmente lo deja en el parking de ciencias naturales... – Inglés otra vez, una vez averigüe qué demonios es parking, pondré en marcha el plan. –

—Oho, en el parking de ciencias claro...

—Sí Can, ¿pero qué sucede con Tin? – No me hagas preguntas Pete, yo tampoco lo sé –.

—Parking es... - Hago como si intentara recordar. –

—Estacionamiento, Can. – Responde Pete divertido. –

—Obvio, ya lo sabía. ¡Gracias Pete! – Estaba por irme. —Oh, una cosa más... No le digas a Tin de eso, ni le vayas a dar mi número. Por favor.

—Emh, claro... - Lo veo indeciso. –

—Promételo por la garrita. – Muestro mi dedo meñique y Pete lo toma con el suyo. –

—Está bien. Nos ve... - No logro escucharlo porque salgo corriendo. Debo hacer esto rápido. –

     Identifico el carro de Tin, me acerco y dejo enganchada mi nota de disculpas en el limpiaparabrisas, le doy un golpecito suave al capó.

—Lo siento por ensuciarte con mis manos y cuerpo. – Me alejo rápido, I.C puede salir en cualquier momento. –

     POV's Tin

     Esta semana la puedo describir como de locos. Después de haber besado a Cantaloupe a la fuerza nuevamente y que este me golpeara por segunda vez, chocarme con él al día siguiente y luego encontrármelo en ese parque a punto de ser atropellado. Mi instinto se hizo presente, nunca lo había sentido tan fuerte, ni cuando intentaba proteger a Pete, solo no lo pensé, verlo en peligro me pudo, lo tacleé para sacarlo de la calle, y dejarlo a salvo en la acera, mientras con una mano sostenía la cadena del perro que llegó a mi segundos antes.

     Posteriormente pasear al perro en cuestión y que este nos juntara peligrosamente con su correa, su aroma me mareaba, lo podría tomar allí mismo, pero debía controlarme. Haber salido a comer junto a su familia como si fuéramos una pareja, saber su sobrenombre completo, y la pelea en la calle. Me siento sofocado, fueron muchas cosas en muy poco tiempo.

     Pasar dos días sin verle ni el pelo ni sentir su aroma, como si la tierra se lo hubiese tragado, me sentía exasperado, mi humor normalmente es malo, pero ahora es multiplicado por mil, le causé miedo a dos niñas de secundaria con solo mirarlas. Pete trataba de descubrir que me pasaba, pero ni yo mismo lo sabía.

     Llego a mi carro y un aroma demasiado particular estaba circulado en el aire, era él, miro a todos lados pero no lo encuentro, extrañamente entristecido, devuelvo la mirada al vehículo y veo una nota en el vidrio. Rápidamente la tomo y es de allí donde se desprende el olor a cedrón que podría decir que es de mis favoritos.

"El otro día te dije cosas hirientes, y aunque sea verdad o mentira lo que me dijiste, sé que debo disculparme, no soporto sentirme mal por eso. Sé que me dirás estúpido, pero alto, deja de hacerlo. ¡Tú también me debes una disculpa!

PD: Siento ensuciar tu auto con mis manos, pero necesitaba disculparme.

-Cantaloupe. (No tienes permitido llamarme así)".

     Leer esta nota trajo una sonrisa a mi rostro, es tan inocente que me da ternura. Me subo al auto, dejo la hoja en el asiento de al lado y voy a casa. Espero no encontrarme con Tul, me siento alegre y él no lo arruinará.

     Logro entrar sin verlo y subo rápido a mi habitación, me cambio por ropa más cómoda y me acuesto, leo y releo esa carta, no puedo parar. Necesito buscarlo, todo este tiempo con él o sin él, me ha causado gran impresión, es tan diferente, un omega incomparable, no como los demás que he conocido que solo se fijan en el dinero y actúan excesivamente sumisos, él no es nada sumiso, difícil de callarlo... Creo que él... 

(NO) Soy omega -  TinCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora