CAPÍTULO XXIII: Felicidad

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     ¡Bueeeenas! Después del desmadre de ayer y de mi infiltrada en esta obra, su N'Anyi está aquí, para darles uno de los caps más lindos que he escrito, denle mucho mucho amor. 💙💚

     ¡Párrafo para que menten madres :'v! (maldigan ps :v)

     ¡Galletitas para todos!🍪🍪 y vayan a por la insulina. 😂💙💚

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XXIII: Felicidad

     Pasamos todo el día en ese departamento, hoy llegaron más de sus cosas y él se veía feliz de tener su propio techo, hasta llamó a sus padres para contactárselo y ellos no pudieron hacer más que aceptar, es lo normal en un alfa, no podían negárselo; no fuimos a clases, ni estuvimos mucho tiempo fuera de la visión del otro, después de todo, estamos recién unidos y alejarnos mucho me pondría de mal humor y a él más territorial de lo que debería.

     Anochecía nuevamente y yo recordé que tengo mamá y hermana esperando por mí en casa, una de ellas muerta de los nervios y otra sin importarle nada mientras tenga sus cosas raras de chicos.

     Llamo a mamá preocupado, no quiero que esté mal por mi culpa. Atiende poco tiempo después.

—¡Má! – No dejo que responda, solo hablo. —Te extraño y lo siento mucho por no llegar a casa anoche y posiblemente hoy tampoco, lo siento, lo siento, lo siento. Te extraño. – Hablo rápido. –

—Can, cariño. Solo ha pasado una noche. – Ríe. —Tranquilo, supe lo que pasó y sé dónde y con quien estás, Pete vino a casa a disculparse por no traerte aquí, lo hubieras visto, hasta trajo comida y se arrodilló a pedir perdón – Ríe. —Me alegro que ese buen chico sea tu amigo. Y felicidades por tu pareja hijo, Tin es un gran partido, el doctor Beam me tenía loca con ese tema ¿te sientes bien? ¿Mejor que hace unos días? – Definitivamente amo a mi mamá. –

—Gracias má, eres la mejor. Y sí, totalmente renovado, Tin era lo que necesitaba a mi lado má. Acepta el hecho de que no tendrá mi sumisión total y eso para mí es muy importante, lo quiero demasiado, me siento completo ya. – Me ruborizo. –

—Me alegra escucharte así Can, lo mereces. Sé que por los próximos días no vendrás. – Ríe. —Tendrás a un alfa territorial y enamorado detrás de ti. Usen protección, soy muy joven para ser abuela.

-¡MAMÁ! ¿Cómo dices esas cosas? - Digo bajito. -Y sí, lo haremos.

—¡Can! La cena está lista. – Llama con voz dulce mi alfa. –

—Má, me tengo que ir, nos vemos en unos días, te amo.

—Y yo a ti hijo, cuídate.

     Hablar con ella me dejó más tranquilo y la vez avergonzado. Mamá y sus comentarios...

     Fui a ver que preparó Tin de cenar.

—Hice fideos, espero que te gusten. – Dice tímido, ¿Tin Medthanan tímido? –

—Cualquier cosa que cocines que gustará. – Sonrío sentándome. –

—¿Hablabas con tu mamá? – Pregunta una vez empezamos a comer. –

—Sí, pensé que estaría preocupada, pero Pete se encargó de contarle todo, la culpa lo carcomía. – Reímos. –

—Entonces ella ya lo sabe...

—Sí y lo acepta totalmente, también sabe que estaré acá algunos días.

—Eso me alegra mucho. – Coloca su mano en mi rodilla. —No pienso devolverte a casa hasta el domingo por lo menos. – Me sonrojo un poco y engullo la comida más rápido. —Estás sonrojado. – Sonríe. –

(NO) Soy omega -  TinCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora