Provocar

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Magnus


No puedo creer que tengo al hijo del presidente Robert y la primera dama Maryse a medio metro y además que durmió en mis brazos.

Gente como él no se junta con gente como yo, un narco con alguien de sangre azúl, demonios, ahora tendré que enfrentarme a un país porque de ningún modo pienso dejarlo ir.

Pero en lo que pienso que hacer es mejor dejar que las cosas se enfríen un poco, además necesito resolver asuntos de territorio con el Alemán.

- Ragnor organiza una reunión con Fade lo antes posible.

- De inmediato

Mi segundo se pone a teclear cosas en el teléfono y la computadora.

- Aceptó, en la noche será en un restaurante

- Ok

Alexander va muy entretenido viendo por la ventana, tiene un carácter extraño, no permanece enojado mucho tiempo, se enfada pero se le baja rápido.

- ¿No habías viajado en avión?

Me mira con diversión y me doy cuenta que fue una pregunta de lo más estúpida.

- Muchas veces

Responde con burla

- Lo siento, te ves tan concentrado que no razoné bien

Ahora me da una dulce sonrisa

- Me gusta el paisaje, es todo

- Mm...

Ragnor me mira raro.

- ¿Qué?

Le pregunto de manera agresiva

- Nada

Vuelve a lo que estaba, poniendo en orden todo para nuestra llegada. Unas horas después despierto a Alec que se quedó dormido.

- Alexander, ya llegamos, despierta.

- Mmmm.

Se endereza y masajea su cuello, lo truena haciéndome sentir escalofríos.

- ¿Qué?

Pregunta por la mirada que le doy

- Eso no es saludable, además de que es un poco tétrico.

- No es cierto, los huesos descansan.

Replica

- Se desgasta el cartílago.

- Tú ganas, no lo volveré a hacer.

Aterrizamos sin contratiempos en un aeropuerto privado, bajamos y ya nos esperan autos blindados, me subo a uno con Alec, va observando todo por la ventana hasta que llegamos a la mansión que tengo aquí.

Al bajar de la camioneta se detiene y la recorre a detalle.

- ¿Te gusta?

- Es bonita.

Entramos y voy al tercer piso donde está mi cuarto.

- ¿Dormiré contigo cierto?

Parece resignado

- Obviamente

Me siento y abro la computadora para ponerme a trabajar, el abre la puerta que da al balcón y sale, no creo que salte tres pisos así que lo dejo que esté afuera un rato, mando a traer trajes para ambos ya que no pienso dejarlo aquí aunque sea un riesgo llevarlo, se mete de nuevo y prende la televisión en bajito, está viendo una película de suspenso llamada silencio, he de admitir que aunque no digan ni palabra está muy buena, apago mi Lenovo ya que no le estoy poniendo atención al trabajo, me voy a sentar con él a verla hasta que alguien toca.

- Adelante

- Sus trajes señor

La sirvienta los deja en la cama y se retira, pauso la película.

- Oye, ya casi terminaba

Me mira molesto.

- Vete a bañar, saldremos a una reunión muy importante.

Está molesto

- ¿Puedo quedarme?

- No, y ahora vete a bañar si no quieres que te bañe yo.

Se levanta y se mete al baño, hasta que escucho el agua correr le pongo reproducir de nuevo, es tan triste como muere el padre con tal de proteger a los niños y la estúpida mocosa que no se da cuenta que puede ahuyentar a los monstruos.

- Oye, ¡pudiste esperarme!

Está envuelto en una toalla, enojado porque la terminé de ver sin él.

No le hago caso y me meto a bañar, salgo después de un rato, el ya está vestido, el traje le queda genial, se ve mucho más guapo, me visto sin pudor delante suyo, cuando termino tiene las mejillas rojas y trata de no mirarme.

¡Eso es!

Lo provocaré hasta que el solito se entregue a mi.

Vete a la Mierda (#malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora