Enfermo

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Alec

- Estás bien, pero hay que tener cuidado, nada de esfuerzos excesivos de momento, si experimentas mareos avisame de inmediato.

- Gracias Cat.

- De nada.- Se voltea a Magnus que está del otro lado de la cama.- Sexo suave Bane.

- No prometo nada.

- Magnus.!

- Que?, tranquilo, está bien, seré gentil.

- Por el ángel.

Me cubro la cara con ambas manos, debe estar más roja que una cereza, es que son tan descarados a la hora de hablar de sexo. Cat se va riendo.

- Vamos garbancito, muestrame ese sonrojo hermoso. - Separo dos dedos y abro un ojo espiando por ahí, Magnus está inclinado a mi con una sonrisa maliciosa en su rostro, ese bello rostro color canela.- Ahí está.

Vuelvo a cerrar los dedos cubriendo de nuevo, deposita besos suaves en cada mano, las bajo y su próximo beso da en mi nariz, me da gracia ese gesto tan tierno y la situación, han pasado ya dos días de que estamos aquí y este increíble hombre no hace más que consentirme, lo beso dulcemente en los labios, transmitiendo todo el amor que siento por él.

- Sabes...- dice entre beso y beso.-...te- beso- ...tengo- beso-...una- beso- ...sor- beso- ...presa.

- Me...-beso-...concientes-beso-...mucho.

- Espera.

Se levanta y va hasta la puerta, a un lado de ella se agacha y trae una pequeña caja.

- Que es ?

- Abrela.

Me la entrega y se sienta a un lado de mi, le quito los moños y la tapa.

Es un gato, un gatito precioso, blanco con marrón y rojizo.

Es un gato, un gatito precioso, blanco con marrón y rojizo

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- Awwwww.! Ternurita.

- Jajaja, sabía que te gustaría.

- Es nuestra mascota?

- Sip.

- Gracias.

Le estampo otro beso y me volteo a acariciar el diminuto gatito, ronronea Y se restriega en mi mano, después de muchos mimos y besos me levanto, tomo un plato, le pongo leche y lo dejo en el piso, se lanza a ella de inmediato, tiene hambre, vuelvo a la cama con Magnus que extiende sus brazos, entro en ellos quedando acostado sobre su pecho, lo miro a los ojos y nos entendemos sin pronunciar ni una palabra, empiezo a besarlo y acariciar "inocentemente" sus brazos, su abdomen, un poco más abajo, siento que algo empieza a despertar en sus pantalones y por consecuencia en los míos también, nos voltea quedando yo abajo, en pocos minutos la ropa desaparece y estamos desnudos en la cama acariciandonos con devoción, me prepara con tanta ternura que se me derrite el corazón, no hay nada que no haría por él, tal y como dijo Cat el sexo es suave, lento pero no menos satisfactorio, es increíble y delicioso, terminamos sumamente felices y complacidos, no puedo imaginar algo mejor que esto.






































Despierto con un olor horrible, me incorporo en la cama, Magnus está en la cocina haciendo algo o quemando algo, voy en pijama a ver que cosa es pero una arcada me detiene a medio camino, me tranquilizo lo suficiente para seguir aunque con la mano en la nariz, huele asqueroso, Magnus está moviendo algo en un sartén, es huevo con no se que cosa.

- Buenos días amor mío.

- Buenos días Maggs, que es lo que haces ?

- Una receta que inventamos Rafa y yo de pequeños, sabe estupendo.

Jalo aire y es un grave error, náuseas me invaden y corro al baño, apenas llego a la taza descargo toda la cena, siento unas manos sobar mi espalda.

- Tranquilo garbancito, sacalo, sacalo todo.

Vomito hasta que no queda nada en mi estómago, Magnus me ayuda a ponerme de pie e ir al lavabo, enjuago mi boca y me lavo los dientes, sus manos me sostienen de la cintura.

- Te sientes mejor?

- Si, lo lamento.

- No te preocupes, ambos sabemos que no se me da bien la cocina.

- Enserio!?

En vez de ir al cuarto salgo al balcón, él enciende el aire acondicionado y la ventilación, apaga la estufa y sale en mi búsqueda con una manta calientita.

- Hace frío.

- Está fresco.

- Te vas a enfermar.

- No creo.

- En un rato viene Cat a revisarte, salieron por víveres.

- No es nada.

- Si es algo, eres alguien sano, no es normal que vomites y recuerda que el doctor lo incluyó en la lista de síntomas por los que deberíamos asustarnos.

- Tienes razón.

Me abraza un rato y después entramos, el olor se ha ido, vemos The 100 en lo que llega Cat, unos capítulos después tocan la puerta, Magnus va a abrirla, me levanto y camino pero no llego ni a mitad de la sala cuando un mareo intenso me recorre, siento que pierdo el equilibrio, lo último que alcanzo a ver es a Magnus corriendo a mi.

Vete a la Mierda (#malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora