Gracias al amor

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Alec





Hoy me dan de alta y ya quiero volver a nuestra casa, un par de días en el hospital me ha echo odiarlo con toda el alma, la comida no me agrada y a los bebés tampoco, el ambiente es un poco frío, siempre huele a desinfectante y no me gusta.

- Está todo listo garbacito, nos llevará una ambulancia a la casa.

- Te dije que no era necesaria

- Pero no quiero que hagas ningún esfuerzo.- se acerca y deja un beso en mi frente - Por el bien de los bebés.

- Manipulador.

Su risa es música para mis oídos y creo que sentí algo moverse en mi vientre pero aún es demasiado pronto para que eso suceda así que debe ser imaginación mía.

- Anda cariño, es hora.

Entran paramédicos, pongo los ojos en blanco, este hombre es un poco exagerado, me encanta.

Nos trasladan a los tres (mis bebés y yo) en camilla, subimos a la ambulancia y las camionetas de los guardias nos custodian, va sonando la sirena aunque no es una emergencia y no vamos rápido.

Llegamos a casa al fin, me bajan y trasladan sin que tenga que mover un sólo dedo, me suben al segundo piso y sólo me muevo para bajarme de la camilla y subirme a la cama, claro que Magnus me ayuda en todo momento, una vez cómodamente recostado en mi preciosa cama super acolchada me permito relajarme un poco.

- ¿Te sientes bien garbancito?, ¿quieres algo ?

-¿ Me ayudas a vestirme?, ya no quiero ropa de hospital.

- Con gusto, a mi tampoco me agrada verte con ella, me trae malos recuerdos.

No hemos hablado de lo que sucedió ni las personas implicadas, en parte es porque estando en el hospital no tenía la confianza de preguntar pero ya que llegamos aquí tengo varias dudas que resolver. Magnus va al closet y regresa con una playera suya y el pantalón de una de sus pijamas lo cual agradezco, en este momento su olor y cercanía me hacen sentir cómodo y en casa.

- Maggs ?

- Dime garbancito.

-¿ Que pasó con Luci y su padre ?

Se sienta a lado mío mientras me ayuda a pasar primero el brazo inmovilizado, luego la cabeza y el otro brazo, habla mientras trabaja.

- Torturados, muertos a estas alturas, Ragnor fue a tirar sus cadáveres con mensajes escritos a fuego de parte mía para todo aquel que quiera volver a hacerle daño a mi familia.

- No crees que es un poco...¿ exagerado ?

Una vez puesta la playera que me da a los muslos procede a ayudarme con el pantalón.

- No, eres lo más importante para mi, tú y los pequeñines que crecen en tu vientre, por su culpa estás aquí, sin poder hacer mucho y con dolor.- me besa suavemente- Así que no, no creo que sea exagerado.

Si que tiene sus métodos de convencerme, visto de esa forma es muy razonable lo que les hizo, ya cambiado me pone una manta que cubre hasta mi estómago, me siento tranquilo, relajado, seguro.

- Tengo sueño.

Digo con voz adormilada.

- Duerme, en un rato te despierto para comer.

Se acuesta a lado mío dandome el calor que necesito, mis párpados se van cerrando poco a poco hasta que caigo.














































Unos murmullos tras la puerta hacen que despierte poco a poco, no logro distinguir lo que dicen, una voz es de Magnus, la otra no se me hace conocida, la conversación es acalorada pero en susurros.

- Maggs ?

Las voces se detienen, Magnus entra y está a mi lado en segundos.

- ¿Te sientes mal?, ¿ Qué sucede?

- ¿ Con quien hablas ?

Su semblante se relaja notablemente, me siento mal por haber causado que se asustara.

- Ragnor, lo siento si te despertamos.

- No te preocupes, de todos modos, tengo hambre, ya no tardaba en despertar.

- Oh, veré que nos traigan comida, vuelvo en un minuto.

Se da vuelta para ir pero antes quiero algo.

- Maggs ?

- M?

Se detiene en la puerta.

- Me das un beso ?

Sonríe enorme mientras camina de regreso.

- Todos los que quieras garbancito.

Se inclina y posa sus labios sobre los míos, los acaricia en un beso dulce, tierno, entre abre un poco para poder profundizar más, nuestras bocas bailan un ritmo que nosotros marcamos, dando pasos lentos y a veces más rápidos, con la música de nuestro corazón, al compás de nuestros latidos, todo es nuestro, por que es una pieza para dos. Dos almas que trascienden más allá de este mundo gracias al amor.

Vete a la Mierda (#malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora