Antojo

1.2K 110 13
                                    

Alec



Por el ángel, es tan bella, me siento tan feliz, es nuestra casa, nuestra, pensé que viviríamos en el loft o algún otra propiedad de Magnus en sus departamentos, no pensé que fuera a ser una casa, una jodida casa en plena ciudad, es un poco difícil encontrar de este tipo aquí, debió costar una fortuna, cuando desperté en sus brazos está mañana y me dijo que tenía una sorpresa me imaginé otro gato, no una casa para nuestra familia, es tan perfecto.

Magnus habla mientras recorremos todo por dentro.

- Vamos a remodelar algunas cosas, quiero dejar la chimenea en algunos cuartos pero con protecciones por los bebés. La planta baja puede ser cocina, sala y comedor, el segundo piso será para nosotros y él tercero para visitas, pienso romper la pared entre estos dos cuartos para que sea el de los bebés y así las chimeneas de cada lado podrán calentarlo, las ventanas deben ser blindadas obviamente, y este es nuestro cuarto.

Entramos a uno que tiene vista al jardín y vista a la calle, atrás hay unos árboles frutales de manzanas, durazno y arándano.

- Es hermoso.

- Tenemos que poner otro empapelado, las paredes se ven un poco cutres.

- Y comprar cosas para los bebés.

- Debemos esperar a saber que serán.

- Y eso que tiene que ver, un niño puede usar rosa.

- Tienes razón. Empezaremos cuanto antes entonces.

- Si sabes que te amo ?

- Afirmativo, yo también te amo.

Y compartimos nuestro primer beso en la casa al que estoy seguro seguirán muchos más.

- A, se me olvidaba, cuando quieres mudarte?

- Lo antes posible.

- Bien, hoy mismo vendrán a remodelar mientras tú y yo vamos de compras por muebles y todo lo que haga falta.

- Yo pagaré todo lo demás.

- No.

- No está a discusión.

- Hey tranquilo, podemos negociar ?

- No!, y será mejor que no discutas conmigo, le hace daño a tus hijos.

- Chantajista.!!!

- Aprendí del mejor.

- Ligtwood malvado.

De pronto me entran unas ganas de algo que no situo de golpe hasta que ubico que es.

- Quiero un piano.

- Un piano?

- Si, se me acaba de antojar un piano.

- Que no los antojos son de comida ?

- Claro que No.

- Vamos por tu piano entonces.

- Caminando, no quiero volver a subir a las camionetas, me marean demasiado.

- Te vas a cansar.

- No puede estar lejos una tienda de instrumentos.

- De acuerdo.

Salimos y caminamos, en las camionetas los chóferes van a un lado de nosotros en la calle, a pie van todos los demás guardias.

Tal vez sean antojos raros pero quiero un piano.

Vete a la Mierda (#malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora