Vete a la Mierda (#malec)

Perdición

Magnus

Ya lo probé, es mi droga personal y quiero otra dosis.

Salgo pero lo llevo conmigo, tomo su mano, me sigue, vamos al escritorio, empiezo a besarlo, rompe contacto y sé que está ansioso, lo pongo de espaldas a mi, sabe que quiero, se inclina, se recuesta sobre la superficie pegando su torso a la madera dejando al aire su perfecta entrada, separa los pies y me posiciono entre ellos, con mis manos abro más sus nalgas, la punta de mi pene está en ruta así que de golpe termino hasta el fondo.

- Ah.!

Grita, tiene las manos estiradas mas arriba de su cabeza sujetandose a ambos lados del mueble, su cara está ladeada con la mejilla derecha abajo, ésta posición me permitirá dejarme ir.

Me retiro, Solo dejo la punta dentro y vuelvo a empujar hasta que mis huevos chocan con su trasero, para más firmeza apoyo las manos en el escritorio a un lado de sus caderas, lo penetro despiadadamente, con frenesí, loco y desesperado.

- Más.!!

Me pone que tenga tanto aguante, si es posible aumento la velocidad, ya parecemos animales en celo, la cordura se escapó y sólo quedó lujuria, deseo, pasión.

- Oh.!... si.!!... ahí!.

Sacar y meter se ha convertido en mi ejercicio favorito, el sudor nos cubre de tanto esfuerzo, no necesita que lo masturbe pues su pene está entre él y el mueble por lo que se soba sólo.
Se tensa y sé que está cerca, yo también, un par de embestidas más me corro en su interior viendo estrellas, el también lo hace, honestamente no me importa el desastre, me recargo en él tratando de llevar oxígeno a mis pulmones, sacó mi amigo ya flacido, empiezo a sacar el semen de su agujero pero cuando termino se levanta y me besa con frenesí, quiere más, este niño va a ser mi perdición.