Uno:

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Lágrimas bajaban por mis mejillas mientras miraba aquellas criptas.

Hoy ya se cumplían 2 años desde aquel accidente donde los perdí para siempre y dolía, aún dolía.

Me puse de pie y saqué mis lágrimas con enojo. Dejé las flores y salí a pasos lentos de ese horrible cementerio.

Mi hogar no estaba lejos, a sólo 1 manzana, así que decidí ir a pie. Me detuve en un supermercado, 1 botella de vodka y estare bien todo el camino.

Pasaron los minutos y mi camino pasó en silencio que, sinceramente, me agradaba.

A lo lejos podía ver mi querido hogar, deseaba estar allí para abrazar a mi hermano, para que me haga sentir segura como sólo él sabe.

Acomode mis llaves y di vuelta el pomo. Puse un pie dentro y no encontré a mis padres, entonces asumí que habían ido de viaje por su trabajo. No los culpo, es dificil sacar adelante a 5 adolescentes pero me pareció raro no avisarme de su partida.

Miré los costados con deseo de encontrarme a alguien pero no había nadie. Subí las escaleras de 2 en 2 y escuché gemidos en la habitación de mi hermana, Cara. Solté varias carcajadas y negué con mi cabeza.

Toqué la puerta de mi hermano, pero nadie contestó. Entré de todas formas y lo encontré teniendo sexo con una chica sin percatarse de mi presencia, por lo que me alejé sin emitir sonido alguno.

¿Sexo en el día que el amor de su vida falleció?, que imbécil.

Caminé a mi habitación y entré cerrando los ojos soltando un suspiro.

—¿Día cansador?.– salté del susto.

—No me asustes así, gilipollas.– soltó carcajadas por mis palabras y sonreí.

—¡Que va hermanita!, ¿estas en otro mundo que no notas mi presencia?.

—¿Qué haces aquí, Luke?.— me senté a su lado. Encogió los hombros y cambió los canales de mi televisión hasta que paró en una de las películas que detesto con todo mi alma.

"Titanic".

—No hay nada bueno.— suspiró aburrido. —No entiendo para qué tienes televisión, no lo usabamos en el orfanato.— me encogí de hombros y el alcohol empezó a hacerse notar.

—Necesito dormir.– él asintió y besó mi sien para luego irse de la habitación.

Solté otro suspiro y miré mi habitación. Me tiré para atrás y miré mi querido viejo amigo, el techo.

Dentro de unos meses sería mayor de edad y odiaba eso.

Intenté pegar sueño pero no lo conseguí, un llanto hizo que abriera los ojos y baje.

—¿Que sucede?.— pregunté mirando por todos lados.

—Skye...— comienza Dominik, mi hermano el imbécil. Miré a Becca que se encontraba llorando, y sí, también es mi hermana. Pasé de Dominik, no quería escucharlo.

—¿Que te sucede?.— casi no pude terminar de hablar, ya que se tiró sobre mí en busca de un abrazo.

—Es Erik, me engañó.— finalmente contestó. Sabía la respuesta, pero con enojo decidí preguntar.

—¿Con quién?.

—Megan.

Soltó el abrazo y miró mis ojos esperando mi reacción.

Megan Thompson, una de las personas más suripantas y insoportables que he conocido. Sabía que lo había echo en venganza para mí, pero me las pagará.

Mi Dulce Tormento©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora