Doce:

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No puedo creer lo que está pasando..

Justo ahora, después de una ducha de 20 minutos, miro fijamente mi figura en el espejo deseando poder sacar esas cosas de mi espalda pero no sucedía nada. Todo esto me estresaba.

Preparé mi atuendo. Después de todo sería un día normal, común y corriente.

Después de hablar con Dominik sobre eso, nos quedamos en un bar, otra vez tuvimos nuestra conexión de mellizos y me hizo sentir feliz de nuevo.

Cuando empecé a vestirme sentí un cosquilleo en mi nuca, como si alguien estuviera mirándome.

Mire a cualquier dirección buscando una respuesta de forma precavida hasta que vi sus ojos penetrantes en mi cuerpo.

Se mordía los labios de una manera intensa y la furia apareció. Seguí tranquilamente y hasta más provocativa, luego agarré mi móvil tomando rumbo para la casa de mi vecino.

Adivinen quien me abrió la puerta, el mister miron. Le di una patada en.. sus partes y ni si quiera pare a ver cómo estaba, seguí mi camino hasta estar sentada con todos mis hermanos.

Alice, como siempre, me da una sonrisa alentadora y yo le correspondo. Dominik estaba ido, pero ya entendía esa razón y los demás bueno, con las hormonas por el aire.

Demon apareció a los minutos con algunas muecas para después sacarme la lengua. ¿Tan inmaduro podía ser una persona?, idiota.

Bueno chicos, hoy iremos todos juntos al instituto, menos tú Eyk.— sonreí por el apodo raro y negué con la cabeza. Esta mujer seguro era mi mejor amiga en una vida pasada.

¿Eyk?.— pregunta Scarlett, si no me equivoco. Mis ojos chocaron con los suyos y pude ver como poco a poco su cuerpo se ponía incómodo. —¿Cuántos tatuajes tienes?.

Hice una mueca y por un espejo observé el enorme tatuaje que tenía en el cuello, uno de los únicos que dejaba a la vista.

—Ninguno, no me gustan los tatuajes en realidad.— agarre una manzana y seguí mirándola. Ella miró mi cuello y después a mis ojos nuevamente, ahí sonreí y le tiré un beso.

No me estarás robando la chica, ¿no?.
pregunta Luke en español causando que me muerda los labios con la vista en ella aun.

Si ella quiere conmigo no es mi culpa, aunque está que mola la chava.— respondo, encogiéndome de hombros. —Y tu cariño, ¿has probado alguna vez con una chica?.— los ojos de aquella chica salieron de órbita.

—¡Skye!.— grita enojada Alice.

—Era broma, me gusta la que cuelga.— sonreí y me puse de pie. —Aunque.. puedes llamarme. Soy buena en las matemáticas, más si estás en 6 y yo en 9.— le susurro en el oído.

Hija de puta.— dicen al unísono Cara y Luke, sabrán la diferencia de sus tonos.

—Que divertida mañana.— reí y subí las escaleras de dos en dos con la manzana en mi mano derecha.

Tenía un cuarto muy espacioso y lindo.

De un momento a otro me tiran sobre mi cama atrapando mi cuerpo debajo de otro mucho más grande que el mío.

—¿Quieres con mi hermana?.— pregunta Demon enojado. No pude evitar reírme y negar con la cabeza pero luego pare.

—Y si quiero, ¿qué?.— sonreí de lado. Acerca su rostros y nuestros labios rozaban, pero yo soy inmune a sus encantos.

—¿Segura?.— sonríe y no espere que haga algo así. Se puso de pie y cerró la puerta de la habitación, se sacó lentamente su remera y luego sus pantalones para sólo quedar en bóxer. No pude no morder mis labios.

Mi Dulce Tormento©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora