—Matalo.— suelta, fría.
—Mami, no puedo, n-no...
—¡Matalo!.— grita entregándome una navaja.
—¡He dicho que no!.— grité de igual forma y en impulso... Apuñale a mi madre una, otra, otra, y otra vez. 18 veces. Sus ojos estaban vacíos mirando los míos fijamente y no...
—Mami... ¡Mami!. ¡Despierta! no, no, no, abre tus ojos, ¡abrelos!.
(...)
Me senté en la cama y miré por toda la habitación, agitada. Gotas de sudor caían en la cama y yo trataba de tranquilizar mi respiración.
—Ni muerta desapareces...— susurré recordando el demonio interno que acabo de soñar.
Miré a mis costados y estaba en mi habitación.
¿Cómo llegué aquí?...
En la tarde después de dar un paseo en el bosque me recoste en mi cama y quedé dormida, ahora recuerdo.
¿Por qué iría al bosque?.
Tenía aún puesto el atuendo de esta tarde y ya era de noche, otra vez. ¿Dormí toda la tarde?, soy una morsa.
—¡La cena está lista!.— escuché el grito de Marisa y reí, ya era costumbre de ella gritar.
Con los pies descubiertos, salí de mi habitación y bajé las escaleras. Intenté divisar la sala de estar y estaba a mi lado derecho. Luego la cocina. Me acerqué a buscar una manzana sin prestar atención a los demás.
—¿Dónde estabas?.— pregunta Dominik.
—¿Durmiendo?.— respondí soltando varias carcajadas.
—Pero, ¿no estabas en el patio trasero?, en ningún momento entraste por la puerta principal o trasera...
Sus palabras me hicieron pensar seriamente qué había pasado pero era algo ilógico, recuerdo ir al bosque y luego volver a casa pero no recuerdo cómo...
—Falta menos de 3 dias para tu cumpleaños, cariño.— habla Thomas cambiando el tema y callando todos mis pensamientos. Asentí sin ganas y le di un mordisco a la manzana.
—68 horas y 32 minutos, exactamente.— Cara toca su sien mientras piensa y me sorprendí por su gran cerebro.
—Empezaran las clases en 1 semana.
— todos asentimos sin protestar, teníamos 1 semana para adaptarnos y por suerte, era nuestro último año.—Buenas noches, familia.— saludé con la mano y subí las escaleras. Nunca presté atención a que la segunda planta era tan oscura.
Y sí, tenía miedo. 17 años y tengo miedo a la oscuridad.
Caminé con inseguridad el largo pasillo hasta que escuché ruidos raros. Corrí a mi habitación cerrando la puerta tras de mí. Cerré los ojos con fuerza y solté un largo suspiro.
Abrí los ojos y parpadeé varias veces. Chillé y agarré una lámpara.
Había un extraño bulto en mi cama.
Fruncí el ceño y me acerqué. Saqué las sábanas con rapidez y tenía a un gato en mi cama.
—¿De dónde coño saliste?.—miré mi ventana y estaba abierta. Rodé los ojos y la cerré soltando un largo suspiro.
Me saqué mi ropa y mi amigo estaba mirando fijamente mis movimientos. Hice una mueca y lo volví a tapar con las sábanas. Su mirada me ponía nerviosa.
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Mi Dulce Tormento©
FantasíaLos contrarios se atraen, o eso es lo que dicen. ¿Pero qué sucede si son más parecidos de lo que piensan?. ¿Lo sabes?, por que yo si.