Quince:

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Buena ocasión para enfermarte, idiota. Mi cabello echo un revuelto, mis ojos cansados y mi nariz roja igual que mis mejillas. Parezco un tomate humano.

Me alejé del espejo y pude reposarme en el cálido sol que se infiltraba por mi ventana. Mis ojos ardían por su luz, pero no me importó. Ya voy 3 días sin ir al instituto por culpa de mi gripe, mucho no me importó en realidad.

Mi pijama era un jogging negro de Luke y una camiseta gris de Dominik. Unos de los tantos atuendos que les robé y no se dieron cuenta.

Tenía mucha hambre pero la comida que cocinaba no me saciaba para nada, me enfurecía no poder llenarme con nada.

—¡Skye!.— escucho cómo cierran la puerta principal. Cara. Tomé una manta, la envolví al rededor de mi cuerpo incluida mi cabeza y arrastrando los pies me dirigí con mi hermana.

Baje lentamente las escaleras, parezco un tomate anciano. Aseguré más a mi cuerpo la manta y me encontré a Cara totalmente resplandeciente.

—Te queda del asco estar enferma.— susurra sentándose en la isla de la cocina mientras come una manzana, su sonrisa de burla me causaba gracia. La extrañaba.

—No vengas a joder, nadie te quiere aquí.— me encogí de hombros mientras me apoyaba en la pared. Miró a mi lado y estaban todos, cuando digo "todos" es un todos. Demon miró mi rostro y sonrió. Estoy del asco y sonríe.

—¿Enferma?, qué raro. Después de 17 años te tocó sentir lo peor del mundo.— dice Luke con maldad. Sonreí de lado.

—Sentí eso, exactamente cuando los conocí a ustedes.— le tire un beso. Sentí una picazón en la nariz.. No carajo, no salgas. Y salió, estornude tapando mi boca rápidamente. La melliza soltó unas carcajadas y puse mi cara de póker.

—Cuentame la broma, así yo también me rio.
— su sonrisa se fue y miró el suelo. Estalle en risas por su reacción. —Es broma.— sonreí amigable y ella hace lo mismo. Agarré una manzana, caminé hacia las escaleras.

—¿Dónde vas?.— pregunta Beca. Hice una seña de que iba a dormir y niega con la cabeza.

—Por fin vas a sufrir lo que nosotros sufrimos contigo.— murmura Dominik con una sonrisa de maldad.

Abrí los ojos como platos y solté mi manta corriendo escaleras arriba. Me encerré en mi habitación y sonreí con alivio. Hasta que me acordé del balcón, corrí cerrándolo con llave y veo a Dominik, aun con esa sonrisa. Le mostré mi dedo medio. Mi mantita..

Decidí ducharme, agua caliente era lo único que tranquilizaba cada parte de mi cuerpo pero un grito se escuchó fuera de mi habitación, no presté atención ya que después no escuché nada. Salí de la ducha vistiendo otro conjunto de los chicos y mis pantunflas de Bob Esponja. Cepille mis dientes y peine mi cabello. Mierda, mi manzana..

Caminé fuera del baño y pegué un grito. Todos nuevamente estaban en mi cama, con sonrisas, como si nada. —Coño..— murmuré.

—No te queda de otra, Skye. Tienes que sufrir.

Negué con mi cabeza ante las palabras de Cara. Miré el balcón y quise correr hacia allí, pero Beca se interpuso en mi camino. Bufé.

—Crepúsculo nos espera.— dice Luke con una sonrisa. Abrí como platos mis ojos, de vuelta. Rendida, suspiré y acepté. Agarré mi móvil y marqué un número.

Heladeria Yairpo, ¿en que podemos ayudar?.

—Soy Skye, necesito 2k de helado, es urgente.

Mi Dulce Tormento©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora