Diez:

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Marisa y Thomas hablaban seriamente con los padres del idiota que golpee. "Hablar" sería estar a los gritos sin importar nada, ni que estuvieran en un hospital.

La cara de Marisa era un tomate humano y que ella gritara enojada era de otro mundo. Me daba un poco de risa, sinceramente.

El idiota después de todo estaba un poco grave, poco. Pero mi madre presentó cargos de acoso así que mi caso es en defensa.

Me libre de esta, quiero suponer.

—No tuviste que hacer eso, Skye.— hablo Becca con tristeza. Yo la abracé por unos segundos y luego la solté.

—Lo que sea por ti hermanita, solo es una suspensión.— me encogí de hombros y reí.

1 semana sin clases no me viene nada mal.

—Los Stanford no hicieron mas que mirar, idiotas.— dijo Cara con enojo pero Luke negó con la cabeza para luego hablar.

—En realidad.. Ellos ayudaron a Skye. Dieron sus declaraciones y gracias a ellos, nuestra hermana no está en una correccional.— me sorprendió esa información pero aun así, no hicieron más que mirar para después irse tranquilamente.

—Imbeciles, fin.— murmuro Dominik y salió del hospital, igual nosotros.

—¿Quién tiene un cigarro?.— pregunté con cansancio.

—Aquí tienes, muñeca.

esa voz..

La mirada de mis hermanos afirmaban mis pensamientos, Demon estaba detrás de mi.

Me di vuelta lentamente y lo miré de abajo a arriba. El negro era su estilo y no le quedaba nada mal, su cabello hoy no estaba tan desordenado, pero esos ojos como siempre hipnotizaban..

Concéntrate, carajo

Carraspee y agarré con nervios lo que me entregaba. —Idiota.

—Una mujer como tu no tendría que hablar de esa forma, bastante maldad tienes en las manos.— habló su hermano raro de cabello blanco para luego recaer su mirada en Becca.

—¿Dieron sus declaraciones, no?.— preguntó Cara. Ellos asintieron y sonrieron.

—Buen espectáculo, debo decir.— dijo el pelirrojo. Lo miré fijamente y el sabía de mi mirada.

Por que siento que te conozco..

—Fui a uno de tus lugares nocturnos, debe ser por eso.— hablo con media sonrisa. Oh mierda, hablé en voz alta.

—No tengo ningún lugar nocturno.— hablé firme mirando de reojo a Becca y Luke.

Aun no nos presentamos, tendríamos que hacerlo.— por fin una de las hermanas Stanford habló, la melliza miró a mi mellizo queriendo decir que quería su nombre.

—Dominik.— sonrió de lado y le guiñó un ojo. Ella soltó una pequeña sonrisa y miro el suelo. Su mirada siempre gana, hasta con una de ellos. —Destiny.. lindo nombre.— mi hermano siempre fue un poco acosador con lo que le gustaba, siempre tiene que salir perfecto y tal como él quiere.

—Hunter.— cabello blanco miró a Becca de manera intensa. Ella se acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Becca..

—Ya lo sabía, pero quería escucharlo de esos lindos labios.— la cara de mi hermana era para una foto, una mezcla de sorpresa, vergüenza y timidez, raro pero tierno en ella. Reí por su rostro y negué con la cabeza.

Mi Dulce Tormento©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora