Para cuando me percaté de lo que había causado el haber perseguido a Seungmin, ya estábamos frente a la casa de Alaska. Seungmin le da igual y va tan lejos como abrir la puerta 一las llaves correspondientes estaban colgadas de la cerradura一 y adentrarse a lo que podría resultar en un inminente castigo.
Me pongo en la entrada, poniendo mis manos en el marco de la puerta y grité一: ¡Sal de ahí, estúpido!
一Me esperaba más de ti, amigo一Seungmin se mofa con aires de superioridad ante mi indecisividad, jugando con las llaves al hacer girar el llavero en su dedo índice一. Mira quién resulta ser el...
Seungmin estaba inspeccionando el lugar mientras me hablaba, pero se detiene cuando parece haberle llamado la atención.
一Chan, ven a ver esto...
一No voy a entrar ahí一
一¡No seas un flojo y sólo entra!
Si Alaska nos encuentra y decide sacrificarnos al señor Satanás, todo es culpa de Seungmin.
Nada más entrar, era evidente que este lugar había estado abandonado por más unos cuantos años. Las ventanas cerradas, parcialmente cubiertas por unas cortinas rasgadas y la luz era escasa en este sitio, subiéndole lo tétrico a su estado. Los estantes, vacíos; sillas tiradas por todo el paso. Además de todo esto, ni hablar de ese largo, casi infinito pasillo que se extendía a lo lejos y se perdía en su propia oscuridad.
Tragué con dificultad y decidido a darme la vuelta para salir.
一Espera一mi compañero me detiene al poner sus manos en mis hombros一. Eso que está tirado en el piso...¿tiene forma humana?
一No me jodas, chiquillo一uf, ahora sí estoy sintiendo los escalofríos subir por mi cuerpo como una descarga eléctrica.
一Ya que siempre te quieres hacer el fuerte y eso, ¿qué te parece si eres tú quien destapa sea lo que sea que haya ahí?一choca su hombro contra el mío, tratando de motivarme a ceder.
一Lo hago y salimos de aquí antes de que ella llegue.
De milagro, se está demorando bastante en terminar de hacer lo que estaba haciendo. Solamente espero que se demore más. Al menos lo suficiente como para que no nos vea irrumpiendo en los restos de su hogar.
Me empecé a acercar con cautela, procurando hacer el menos ruido posible. No sé por qué estaba teniendo tanto cuidado. Supongo que era la paranoia.
一Apúrate, Chan, que pronto llega.
一¡Cierra el hocico!一me está poniendo los nervios de punta.
Me posicioné de cuclillas frente a lo que parecía tener forma de persona acostada en el suelo 一no estaba muy seguro porque había una sábana blanca cubriéndolo一 y agarrando el fino borde de esta, lo elevé poco a poco.
一¡Bu!一Seungmin grita al lado de mi oído y un quejido sale de mí. Por poco le planto su buen golpe ahí mismo, pero me contuve.
一Ja-ja-ja一imité su risa sarcásticamente一. ¿Qué eres? ¿Niño de primaria?
一No sé, pero...一simultáneamente miramos los objetos que por un momento nos hizo creer que era un cadaver一¿Qué son todas estas cosas?
Resulta que debajo de esa sábana, no había un cadaver como temimos al principio一sino, era una colección de libros, frascos que parecían ser plantas medicinales o lo que sea, más sábanas y un diario.
Seungmin también se dio cuenta de ese llamativo objeto y lo agarró sin dudarlo.
一¡Ni se te ocurra!一exclamé y arrebaté de su agarre a dicho cuaderno con portada de cuero一Ya nos metimos en problemas una vez por tu insaciable curiosidad y no permitiré que ocurra más一y ya con eso, arrojé ese diario tan lejos como pude.
一¡Hey!一se queja.
一Y una mierda, nos vamos de aquí一me aferré a su brazo y lo jalé forzosamente conmigo hasta la salida.
Una vez afuera, lo solté y devolví el llavero a su debido sitio.
El repentino calor y resplandor del sol me causa un inesperado estornudo que casi me hace llorar. Había bastante polvo ahí dentro. Ojalá no me dé alergia.
一Salud一la femenina voz de Alaska me hace saltar por poco. Estaba apenas subiendo lo último que restaba de la lomita para llegar a su casa.
En otra palabras, recién acaba de llegar.
Más específico: mañana volveré a ver la luz del día.
一Ah, holaaa Alaskaaa一saludé nervioso, buscando cualquier señal de irritación o sospecha evidente en su rostro.
En cambio, se veía alegre y energética. No había indicio alguno de que tenga ganas de regañarnos o castigarnos.
一Les dije que me esperaran en la salida de la casa de Minho一su tono de voz no es áspero ni con aires de estar reprochando. Lo contrario, sonaba curiosa一¿Qué les hizo adelantarse?
一Todo es culpa de Seungmin, andando de impaciente一con eso último, entrecierro mis ojos y le dirijo una mirada amenazante一. Seguro él te explica.
Seungmin abre y cierra su boca, sin saber qué decir y él me devuelve esa observación acusatoria.
一No importa一Alaska gira sus ojos y hace un ademán con la mano para señalar que lo olvidáramos一. Vamos a entrar.
Alaska camina por delante de nosotros y tanto yo como el pelirrojo problemático nos miramos con algo de temor.
一Ah, ¡aquí estaban mis llaves!一ella se ríe y me forzo a reír junto a ella para que no se viera tan sospechoso一. Ya iba a pedirle a ustedes que tumbaran la puerta.
一Jo, ¿esa puerta no está algo dura como para que la tumbáramos así no más?
一¿Dura?一Alaska responde y tras eso, prosigue a de repente darle una patada a dicha puerta. La madera estaba tan débil que se formó un hoyo en esa sección en el cual ella pateó一Si yo le hice eso一se refiere al hoyo en esta一. Para ustedes hubiera sido pan comido.
Alaska abre la puerta y entra, Seungmin siguiéndole.
一Me imagino entonces que ya no vas a reparar la puerta一los alrededores ya familiares, siguen sintiéndose áspero.
一Claro que no, si ya no vive aquí一contesta Seungmin.
Ya no es tan impulsivo cuando Alaska está presente, huh.
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𝐑𝐄𝐍𝐀𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 𝐅𝐄𝐀𝐑𝐒
FanfictionEn un pueblo alejado de la civilización, la ansiedad y el temor explota ante la desaparición del alcalde. Dicha desaparición sucedió de la noche a la mañana, sospechosamente coincidiendo con la llegada de un nuevo residente: una sacerdotisa. Chan y...