一¿Qué vamos hacer con esta sirena?一no me ha dicho hacia dónde nos dirigimos. A más avanzamos, más voy percatando que estamos en el pueblo al que vinimos por sus pertenencias.
一Vamos a llevarla a Minho, para que me ayude a extraerle las escamas y así poder llevárselas a Hyunjin para revertir su maldición一sus pasos se están volviendo débiles, cada vez tomándose un segundo más largo que el otro. Está cansada.
一¿Estás bien?一pregunté abstraído por su estado.
一Tenemos que darnos...prisa一persiste, en contra de que indudablemente su cuerpo está rogando descanso. ¿Podría ser que el haber viajado en el tiempo le exige demasiado esfuerzo? Porque en medio de la lucha contra la sirena, ella estaba bien.
A la distancia, atisbo una cabañita cerca del bosque, la casa más apartada de las demás. A primera vista creí que esa era la de Alaska, pero una vez estamos frente a la puerta, no me suena.
一¡Minho, ábrenos la puerta!一dado a que sus manos están asegurando a la sirena, decide golpear la puerta con su hombro一¡Es urgente!
Pasos acelerados un segundo. Al otro, ese tal Minho abre la puerta.
Alaska parece estar al borde del desmayo y cae al piso. Mi reacción primaria fue la de ayudarla, mas ella consigue señalarme con la mano de que la dejara ahí.
一¡Los voy a matar a todos! ¡Todos!一la sirena se retuerce, casi consiguiendo escapar ante el agarre desaparecido de Alaska. Gracias a Minho, quien ha tomado su lugar, su plan es fútil.
一Llévenla al cuarto apartado y amárrenla a la silla一Alaska indica, manteniendo la calma. Sin embargo yo, con las palabras que escupe la sirena, me ha plantado un desasosiego que no me lo quita nadie一. Una vez acaben, Chan debe salir de ahí.
Minho y yo nos fuimos corriendo al sitio y los momentos que preceden se sienten como segundos.
一Bien, te llamas Chan, ¿no?一preguntó Minho, haciendo un esfuerzo por hablar entre su respiración entrecortada, puesto a que sostener a esta chica demanda fuerza一Yo soy Minho, llevo mucho tiempo trabajando con Al.
No creo que sea el instante apropiado para charlar一¿Ah, sí?一ponemos a la sirena contra una silla, amarrando sus manos atrás de sí. De ella sale un ruido terrorífico, que ningún ser viviente debería hacer. Sus ojos comienzan a ponerse negros y一
一Ojos acá, compañero一Minho me hace devolver mi atención hacia sus ojos, acabando el nudo firme mientras mantiene el contacto visual一. Esto se está por poner feo, no te recomiendo que la mires mucho. Puedes irte ya.
一Vete y nunca regreses, nunca一la sirena se contorsiona, buscando morder a Minho.
No me lo tuvo que decir dos veces. Salí de ese cuarto a la primera oportunidad que tuve.
一¿Listo?一Alaska estaba esperando al otro lado de la puerta. Coge el pomo de la puerta y antes de entrar一Vete a la entrada, intenta no prestar mucha atención a lo que sucede aquí dentro.
Mantuve mis manos en los oídos, tarareando algo para bloquear los constantes gritos desgarrados de la sirena. Pensé que tomaría como mucho diez minutos, sin embargo, el sueño hace mis párpados pesados. No sé cómo podría dormir con ese ruido que tienen. Cuando parece interminable, el escándalo se detiene. Lo suficiente como para dejarme conciliar el sueño.
一Chan一hay alguien llamando mi nombre. Lo repite hasta que me despierto. Era Al.
Me cuesta unos segundos para recaer en la realidad.
一Oye一ella reiteró一. Te ves perdido. Es por...¿por lo de la sirena?
一Dijiste que me darías respuestas. Y no estoy ni medio enterado de lo que está pasando. ¿Mataste a la sirena?
Negó la cabeza. 一Solo le quité las escamas para hacer esto一sacó un frasco con un líquido de color cerúleo, brillante. Si los zafiros pudieran tener una forma líquida, este sería el contenido del frasco一. Tenemos que regresar a nuestra línea de tiempo antes de que sea tarde.
一Me debes explicaciones一me paré del sofá del que me quedé dormido, mis huesos crujiendo. Observé mi alrededor antes de salir一¿Y Minho? ¿No deberíamos traerlo con nosotros?
一Veo que no estás entendiendo a qué me refiero con línea de tiempo.
一Alaska一susodicho nos interrumpe. No sabría explicar el sentimiento por el cual debe estar pasando él, pero me hago una idea con el rostro expectante y esperanzado一¿Nos volveremos a ver?
一Pronto.
Salimos de ahí y regresamos al lugar donde aparecimos. Así mismo como lo hizo anteriormente, Alaska extiende su brazo hacia enfrente y el vórtice se abre en medio del aire. Tomé un profundo respiro antes de lanzarme a lo que voy comprendiendo que es una especie de máquina del tiempo.
Cuando abrí los ojos, estamos devuelta en la orilla de la playa, en la noche. El tritón ha dejado de agonizar. ¿Ha muerto?
Alaska se agacha a su lado, coge su cabeza y la coloca en su regazo. Sacó el frasco que contenía las escamas de la sirena y se lo da de beber al chico. ¿Es cierto esto lo que estoy viendo? ¿O es un mero sueño raro?
Mi mayor sorpresa es cuando veo que ha funcionado lo que sea que le ha dado. La mitad de su cuerpo está fuera del agua, el resto está dentro del mar. Las olas se mecían y cuando se retiran, la cola se desvanece para intercambiarlas por unas piernas humanas.
Tardé en reaccionar, dándome cuenta ahora de que está desnudo y aparté la mirada. Qué suerte tiene de que sea media madrugada y no hay nadie cerca, hasta donde veo.
一¿Qué?一el muchacho está aturdido, a juzgar por su voz temblorosa一¿Qué ha pasado?
一Ya estás bien, Hyunjin. He tenido que hacerlo. Lo siento一Alaska baja el volumen de su voz, sonando culpable.
一¿Y él? ¿Quién es?
一Chan me ha ayudado a conseguir tu antídoto. Si no fuera por él, puede que ahora mismo estarías muerto.
¿Fue eso...? ¿A caso me ha agradecido por mi "ayuda"? Y yo que todo este tiempo estaba convencido de que estaba siendo un peso inservible.
Aún sin poder creerlo, me giré para confirmar que lo he oído bien. Está sonriendo, cansada, pero sonriendo. El pelinegro a su lado, no muestra reacción. Solo observa callado. Alaska le ha prestado su chaqueta negra, para al menos cubrir algo del frío que hace.
fin del capítulo
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𝐑𝐄𝐍𝐀𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 𝐅𝐄𝐀𝐑𝐒
FanfictionEn un pueblo alejado de la civilización, la ansiedad y el temor explota ante la desaparición del alcalde. Dicha desaparición sucedió de la noche a la mañana, sospechosamente coincidiendo con la llegada de un nuevo residente: una sacerdotisa. Chan y...