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Amber: -Hoy ando con el alma noble así que no, que no sean venenosas. Que no mate pero que duela.
Paolo: -¿Algo más?
Amber: -Creo que es todo...¡Espera!
Paolo: -¿Si?
Amber: -¿Recuerdas a Hayes?
Paolo: -El que moría por ti, se te ponía de alfombra y comía los restos de comida que caían de tu mesa.
Amber: -Sí, ése mismo inútil. Consíguelo y lo traes, dile que estoy ansiosa por verlo.
Paolo: -O estás loca o quieres darle celos a alguien porque tú aborreces los chicos que mueren por servirte.
Amber: -¡Eso no te importa, transexual idiota!
Paolo: -Ya, relájate. No me hables así.
Amber: -¡Es que es lo mismo siempre! Metes las narices donde no te llaman. Ahora ¿Lo harás o no? para buscar a alguien más.
Paolo: -No no, yo lo haré con mucho gusto ¿A qué hora lo quieres?
Amber: -Las puertas estarán abiertas para los donantes, así que necesito a todos vestidos formalmente pero nadie con ropa interior. Cuando entren se tendrán que colar entre los demás, cuando yo dé la señal todos se desnudan y comienza la fiesta.
Paolo: -¿Y cómo introduciremos en alcohol y la espuma?
Amber: -Al costado izquierdo de la entrada verás un árbol con una soga colgando de él. Ahí sujetarás las cajas y el polvo para la espuma el resto lo hago yo ¿Comprendiste?
Paolo: -Si ¿A qué hora es la cena?
Amber: -A las 7:30 p.m. pero no deben venir todos juntos, sino que de a poco, el resto lo hablaremos aquí ¿Bien? (Suena la puerta)
Paolo: -Si, ya entiendo.
Amber: -Te dejo, nos vemos mañana. No fajes tan duro que te safornas- colgué.
Cameron: -¿Amber? ¿Estás bien?
Amber: -Si, pasa.
Se abrió la puerta y Cameron entró.
Cameron: -¿Todo bien?
Amber: -¡Ya dije que sí!
Cameron: -Ya puedes bajar.
Amber: -¿Me estás corriendo?
Cameron: -¿Por qué todo lo tomas a mal?
Amber: -Porque todo lo dices mal.
Cameron: -Amber- se acercó.
Amber: -No te acerques, no le pongas los cuernos a tu prometida.
Cameron: -Aun no lo es. Hasta mañana.
Amber: -¿Osea que te quieres divertir conmigo mientras tanto?
Cameron: -Sólo quiero tenerte por última vez. Me duele saber que nunca más podré estar contigo, te necesito.

Unió sus labios a los míos y yo lo correspondí, me besaba con desesperación y ansiedad, como si el mundo fuese a acabarse en unos instantes. No podía rechazar el sabor de sus labios y con mi beso aceptaba cualquier trato que me propusiera con tal de tenerlo una vez más. Me empujó hasta mi cama y dejó caer su peso sobre mí haciéndome sentir el latido de su corazón a travez de su camisa; este se aceleraba cada vez más, pero al unirse con el mío era un zumbido sincronizado que parecían encontrarse y amarse con desesperación. Cameron no dudó en arrancarme la ropa sin piedad, y no lo culpaba pues yo hice lo mismo. Moría de rabia de saber que esa piel que adoraba tanto iba a estar en manos de la estúpida de Agustina. Ella no se merecía carne tan exquisita y placer tan paradisiaco. El clima en Chino Hills era templado comúnmente pero en nuestros cuerpos hervía la sangre y la pasión lo que provocó que sudáramos y nuestros poros absorbían la esencia del otro. No dudé en arañar toda su espalda sin piedad, no escuché quejidos, más bien gemidos de placer. Él mordía cada centímetro de mi cuerpo ligeramente brusco. Yo no paraba de lamer cada centímetro de su perfecto cuerpo. Nuestras respiraciones agitadas sólo nos hacían apresurar el paso hacia el placer.

Amber: -No me dejes.
Cameron: -Daría todo por no hacerlo.
Amber: -Te necesito, no me dejes.
Besé profundamente su cuello mientras el aprestaba con fuerza mis piernas contra su pelvis lo que me hizo soltar un grito de placer.
Cameron: -No grites que nos escucharán.
Amber: -No lo hagas tan bien, entonces.
Cameron: -Te amo.
Siguió el movimiento de nuestros cuerpos, cada vez se adentraba más en mí mientras yo devoraba su cuello, de vez en cuando paraba para poder desahogar el placer que me producía. Cameron me tomó de la cintura y me bajó al piso. Él se lanzó sobre mí y lo hizo con mucha fuerza; aunque deseaba no gritar era imposible, salía de mi garganta sin control.
Cameron: -Eres muy ruidosa- río y me besó.
Amber: -No me beses- me aparté.
Cameron: -¿Por qué no?
Amber: -Déjame gritar- él soltó una carcajada.
Cameron: -Ven- me tomó de la mano y me levantó.
Me tomó de la cadera y se sentó en la cama, me sentó sobre él y siguieron los movimientos de placer. Sentí como esa sensación me consumió en unos segundos hasta quedar congelada, Cameron me levantó y se fue al baño inmediatamente. Me confundió un poco, a los segundos salió.
Amber: -¿Por qué te fuiste?
Cameron: -Hubieras preferido que saliera ''eso'' dentro de ti?
Amber: -¿Eso qué?- Fingía, pues ya sabía a lo que se refería.
Cameron: -Eso que sale...al final- dijo sonrojado.
Amber: -No entiendo nada.
Cameron: -El fluído.
Amber: -¿Fluído?
Cameron: -Ven, no he bajado el retrete, te enseño.
Amber: -¡¡No!!- di una carcajada- No quiero ver eso, ya sé que es, ingenuo.
Cameron: -¿Por qué juegas conmigo? ¿No ves lo incómodo que es para mí?
Amber: -¿Y tú crees que a mí me importa algo de lo que sientas tú?
Cameron: -No puedo creerlo- dijo cabizbajo- Acabamos de hacer el amor y tú no sentiste nada.
Amber: -Claro que sentí, no lo haces tan mal.
Cameron: -No me refiero al sentimiento físico, sino al del corazón.
Amber: -No me vengas con eso tan cursi, Cameron. Ninguna de las veces que he estado contigo sentí nada por ti, todo fue placer y nada más que eso.
Cameron: -Sé que no es cierto, lo sentí.
Amber: -¡Por favor, Cameron! Para sentimientos cursis basta contigo. Tú quieres por los dos, por ti y por mí.
Cameron: -No seas tan dura conmigo, cada palabra que dices se me clava en el corazón.
Amber: -¿Y qué crees que me da a mi al saber que te casarás con ella?
Cameron: -Princesa, es mi deber- me abrazó- Pero mi deseo más grande es quedarme sólo contigo, como quisiera que esta solo fuera una pesadilla y despierte de una vez y verte a mi lado con los ojos cerrados descansando.
Amber: -En cambio te vas con esa estupida.
Cameron: Amber ¿Qué hablamos de eso?
Amber: -¡No me interesa lo que hayamos hablado!- dije conteniéndome las lágrimas.
Cameron: -No me hables en ese tono.
Amber: -Yo hablo en el tono que me roncan los pepinos de Agustina ¿Ok?
Cameron: -Ya te dije que no vuelvas a hablar mal de Agustina en mi presencia.
Amber: -¿Cómo tú en esa grabación?
Cameron: -Sabes muy bien que estaba bo..Espera...¿Cómo sabes de la grabación?
Amber: -Porque yo fui quien la grabó- me acerqué a él retándolo.
Cameron: -Pero tú estabas ebria.
Amber: -¡Es lo que tú crees! Yo no estaba ebria, estaba consciente de todo. Tú fuiste el ignorante que emborrachaste como loco, yo en cambio, aguanto más los tragos y sabía de todo. Yo hice que llamaras a tu madre diciéndole que a quien querías era a mí, también te llevé donde las bailarinas nudistas, tu madre me llamó preguntándome por ti y le mande la foto con ellas encima y yo fui la que te grabó diciendo que seguramente a Agustina le olía a deshechos de mercado.
Cameron: -No puedo creer que me hayas hecho todo eso- dijo decepcionado.

Amber: -¡No no no! No me vengas con tus cuentos, Camsito. Respóndeme tres simples preguntas que hasta tu cerebro discapacitado puede responder ¿Quién es el mayor de edad de nosotros dos?

Cameron: -Yo- dijo molesto.
Amber: -¿Quién estaba a cargo?
Cameron: Yo
Amber: - ¡Bien! – aplaudí- ¿Quién fue el que se salió de control esa noche?
Cameron: - Sabes que teníamos un trato.
Amber: - ¿Y se lo contaste a tu mamita? Y también le contabas lo que hacíamos ¿No?
Cameron: - Te he dejado pasar muchas, pero con esto... se acabó, se acabó todo.
Amber: - ¿Alguna vez comenzó?
Cameron: - Me rindo, tú no tienes sentimientos.
Amber:- Noticia de último momento.
Cameron: - Me es tan difícil aceptar que no sientes nada por mí. Trato de metérmelo en la cabeza cada vez que lo dices pero dentro de mi algo me hace negarme a creerlo.
Amber:- Pues convence a ese algo, porque ahora tu estas a punto de comprometerte y yo nunca...escúchame- me acerque a su rostro- nunca voy a enamorarme de ti.
Cameron: - Ya lo veo- me miro de pies a cabeza decepcionado, aunque me empecé a sentir incomoda ya que seguíamos desnudos.
Amber:- Vístete y lárgate. Ya ocupe lo que necesitaba de ti.
Cameron: - No te preocupes, mañana después de la proposición me iré con ella a mi apartamento.
Amber:- Ojala su olor a pepino maduro quite mi perfume de tu cama.
Cameron: - es lo que más deseo.
Nos vestimos a espaldas el uno del otro.
Cameron: - Solo quiero que sepas, que a pesar de todo... no he dejado de amarte.
Amber:- Hagamos como que si eso me interesa, ahora vete que me haces bulto.
Cameron: - No te preocupes, ya me voy- dijo molesto, abrió la puerta y dio un portazo.
Tres milésimas de segundo después caí al suelo a llorar como una tonta.
Amber:- Yo tampoco he dejado de amarte.

Niña MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora