N. de la A.: ¡Bienvenidas y bienvenidos!
Como siempre, gracias a quienes leen esta colección de drabbles. Me hacen muy feliz :D
Disclaimer: Los personajes utilizados aquí son propiedad de Takehiko Inoue. ¡Gracias por dibujar y escribir una historia tan hermosa!
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Aunque da miedo.
Tras quince minutos de caminata, Fujii por fin divisó la parada de autobús que estaba buscando. Una parte de ella se sentía muy agradecida con Yohei por haberla acompañado; de no ser por él habría terminado empapada de pies a cabeza, lo cual era bastante desagradable considerando que aún le faltaba trayecto para arribar a su casa. Caminaba pensando en lo bien que iba a sentirse ese baño caliente sobre su piel, que ya se encontraba ardiendo... No, mejor agua tibia. No quería incendiarse añadiendo leña al fuego. Y eso la llevaba a la otra parte de su cerebro, esa que la mantenía tiritando tanto de emoción como de temor por la compañía que jamás imaginó tener.
—¡Fujii-san!
«¿Qué?».
Demasiado distraída como para darse cuenta de aquel vehículo que avanzaba a toda velocidad, Fujii no logró apartarse de la ola de agua que se había levantado para empaparla por completo. ¡Ahí se perdían todos sus planes de llegar más o menos entera a su casa! Cerró los ojos y la boca fuertemente.
Pero nada ocurrió.
Se atrevió a mirar un poco, apenas despegando los párpados.
Entonces comprendió por qué no se encontraba estilando agua: Yohei se había colocado por delante de ella para recibir el desagradable chapuzón. No lo podía creer.
—Demonios, ¿en qué estaba pensando ese idiota? ¡Seguro lo hizo a propósito! —masculló el muchachito, que había utilizado el paraguas para protegerse la cara del agua principalmente porque no le gustaba que se le desarmara el peinado—. ¿Tú estás bien, Fujii-san?
No podía saberlo. Su pecho le retumbaba incluso más que antes.
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Nos vemos mañana ;)
Amor y felicidad para todos.
Stacy Adler.
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Melodía de verano
Fanfiction[Serie Melodía #1] Destacada del mes de febrero de 2022 por @WattpadFanFictionES Fujii Koizumi no sabía que los chicos malos también podían ser dulces como la miel. Yohei Mito, el chico malo por excelencia, tenía mucho que enseñarle. ¿Qué podría r...