Pero tienes razón

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N. de la A.: ¡Bienvenidas y bienvenidos!
Con respecto al «Japoñol»... Solo utilizaré honoríficos, muy importantes a la hora de describir relaciones y su nivel de intimidad.

Disclaimer: Los personajes utilizados aquí son propiedad de Takehiko Inoue. ¡Gracias por dibujar y escribir una historia tan hermosa!

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Pero tienes razón.

Caminaron en silencio por las empapadas calles de Kanagawa durante un buen rato. Fujii apretaba fuertemente el bolso con ambas manos, que llevaba adelante para proteger sus piernas de la inclemente lluvia, preguntándose si Haruko se sentía de esa forma cada vez que veía a Rukawa: como si el pecho le fuera a estallar de la bomba palpitante en que se había convertido su corazón, que solía ser bastante mudo.

—¿Haruko-chan y tú son amigas hace mucho tiempo?

El sonido de su voz grave, tan corriente antes, tan musical ahora, catalizó una nueva oleada de presión. El color le subió rápidamente a las mejillas.

—Desde la secundaria, junto con Matsui —se las arregló para contestar dominando el temblor involuntario de su voz—. ¿Y... Sakuragi-kun y tú...? —No pudo terminar la pregunta.

—Desde el jardín de infantes. En la secundaria conocimos a los demás, ¿no lo habías escuchado? —Rio suavemente—. Éramos los maleantes de la secundaria Wako.

A Fujii se le escapó un gemido estrangulado, porque ya la habían advertido sobre ese grupo de delincuentes juveniles. Aquello daba mucho, mucho miedo.

—¡No pongas esa cara! —festinó Yohei con los ojos puestos en su expresión alerta—. En verdad no somos tan malos. Por lo general, Hanamichi es el más impaciente de nosotros y nos toca controlarlo cuando enloquece. ¡Hemos tenido peleas increíbles por su culpa!

La muchacha no le quitó el ojo de encima. ¿Cómo podía saber si la opresión de su tórax se debía al miedo que le daba imaginarlo peleando, o al dulce sonido de su risa?    

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Nos vemos mañana ;)
Amor y felicidad para todos.
Stacy Adler.

Melodía de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora