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Hinata cogió a Sarada en brazos con mucho cuidado porque estaba dormida. Sasuke les abrió la puerta y ella pudo salir  con cuidado de no depertar a su hermosa hija. Sasuke la guió hadta el ascensor y   subieron a él. La música que había solo la ponía mas ansiosa ya que quería ver  el lugar en el que vivía. Acariciaba la espalda de  su hija a modo de calma y para que siguiese dormida. Sasuke solo podía observarla, estaba interiormente tan feliz de  verla sostener a Sarada y de ver el amor con el que la trataba.

El ascensor se paró en el piso que correspondía y una vez las puertas  fueron abiertas se bajaron  y Sasuke la guió hacia la puerta.

-Ahora iremos directamente a acostarla en su cuna. Está en nuestro cuarto - dijo él viendo solo la mirada antenta de  aquella mujer a la que tanto amaba-.

Ella solo asintió y al abrir Sasuke la puerta de entrada  ella tambien entró. El Uchiha encendió la luz y  vio el recibidor, el cual apenas contaba con un perchero y un pequeño mueble. Siguió a Sasuke por el pasillo y no pudo ver nada solo puertas cerradas. Sasuke entró por una puerta y  se notaba visiblemente que había encendido la luz.

Al entrar  vio una cama, dos mesitas, una cómoda, lo que parecía un armario empotrado y una cuna. Hinata enseguida llevó  la pequeña a la cuna y la acostó en ella. Le quitó  con cuidado la chaqueta y los zapatitos y después la  tapó con cuidado.

Sasuke lo observaba todo y en ello había tanto calor y tanto amor maternal que no pudo hacer nada mas  que abrazarla por la espalda con  todo el cariño que podía darle. Hinata llevó sus manos a las de Sasuke, las cuales estaban encima de su abdomen. Acarició las manos con sus pulgares mientras que miraban a la pequeña dormir.

-Es hermosa - pronunció Hinata en un susurro-.

-Es tan hermosa como tu -contestó mientras que veía a su hija sonreir dormida-.

-No soy tan hermosa como crees - contestó ella  aún acariciando las manos del azabache-.

-Se que lo que te preocupa que vea, es lo que piensas  que te hace menos hermosa, pero esa cicatriz solo te hace mas bella de lo que ya eras para mis ojos- pronunció Sasuke mientras comenzaba   a acariciar el abdomen de Hinata-.

Sasuke sabía a que se refería, el la había aseado durante todo ese tiempo y sabía que tenia una cicatriz debido a la cesarea que le habían practicado para que su hija naciese. Él la seguia viendo hermosa y se culpaba por que ella hubiese tenido que sentir ese dolor.

-Date un buen baño caliente mientras que preparo la cena-  dijo dandole  un beso en la coronilla   antes de salir en  dirección a la cocina-.

A Hinata le pareció un comentario inapropiado, pero sabiendo y pensando que era su pareja no le parecía tan inapropiado. El que él la viese desnuda le había hecho sonrojar. Busco en el armario un poco de ropa y solo  encontró pijamas muy reveladores. Cogió algo  de ropa de Sasuke, solo un pantalon y una camiseta.

Entró a lo que parecía el baño de la habitación. Abrió el grifo de la bañera y mientras se llenaba comenzó a desnudarse. Una vez desnuda, miró su abdomen y ahí estaba aquella cicatriz, era apenas perceptible, pero una de sus partes no estaba  bien  curada y ella lo supo enseguida.

Se metió a la  bañera sintiendo la calidez del agua en sus terminaciones nerviosas y sintiendo como sus musculos se relajaban en segundos.   Cuando comenzó a arrugarse salió y quitó el tapon para que el agua se fuese. Se secó y vistió von la ropa que habia cogido. Esa ropa le quedaba grande , pero  le tapaba aquello de lo que se avergonzaba.

Antes de salir rumbo a la cocina  miró a su hija que estaba de pie en la cuna, la azabache se  acercó y cogió a su hija en brazos.

-¿Ya has despetado mi cielo? ¿Qué te parece si buscamos a papá? - Sarada se abrazó a ella  y comenzó a caminar hacia la cocina. Al llegar  vio a  Sasuke   de espaldas-. Mira quien se ha despertado cariño - aquello último lo había dicho sin pensar y solo pudo dejar a Sasuke sorprendido-.

Cartas a Hinata: Lo que no me dio tiempo a decirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora