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Después de decir aquella palabra, Hinata se sonrojo bajo la sorprendida mirada de Sasuke. Ella sonrió de manera dulce y sincera vomo si eso fuese algo que hubiese dicho toda su vida, pero temió haber desconcertado a Sasune.

-Lo siento ha salido solo - dijo aún en el mismo sitio-.

-No te preocupes, no debes sentirlo - ella sonrió de manera dulce al escucharlo decir eso-.

La azabache sentó a Sarada en su trona y le dio un juguete para que se entretuviese mientras preparaba su biberon de cereales. Sasuke solo le dijo cual era el armario de la pequeña, por lo que  ella a partir de ahí pudo prepararlo todo sin ningun tipo de problema.  Lo calentó al baño maria y mientras vio lo que estaba cocinando Sasuke.

-El biberon ya esta caliente - pronunció Sasuke al ver a Hinata con la mirada perdida y al decir eso volvió en si-.

Ella solo le sonrió antes de ir a apartar el biberon. Comprobó si estaba caliente y al ver que estaba templado se sentó al lado de la pequeña para vigilar que se lo estuviese tomando bien. La azabache  peinaba los cabellos de su pequeña niña con sus dedos, mientras que Sarada la miraba   tomandose su cena.

Hinata  apenas recordaba nada, pero tenía la esperanza de encontrar sus recuerdos de  nuevo. Se detuvo a mirar a Sasuke,el cual estaba de perfil. Sus facciones eran muy masculinas y marcadas, su tez era mas pálida incluso que la de ella, sus ojos y sus cabellos negros  le hacian las facciones aún mas duras. Parecía mentira que detras de esa fachada dura, fuese un hombre  de lo mas atento y amable.

La pequeña terminó y cuando su madre la miró le dedicó una mirada triunfante como diciendole que ya habia acabado.

-Mi cielo eres toda una campeona - dijo Hinata haciendole unas cosquillitas y después cogiendo el  biberon-.

La niña rió triunfante ganandose una sonrisa de su padre. Sasuke apagó la comida y se acercó a coger a su princesita. Le dio un beso en la mejilla y luego la dejó en una mantita que habían puesto en la cocina para que ella pudiese jugar mientras que ellos la vigilaban.

Ambos pusieron la mesa y sirvieron la cena en los platos. Sasuke se había percatado de que  Hinata lo había estado mirado. Ella era muy tierna en su reacciones porque ni siquiera se daba cuenta de ellas.  La miró comer, hacía tanto que extrañaba verla hacerlo. Simplemente estar sentado uno al lado otro, y aunque estuviesen en silencio aquel no era para nada incomodo.

-Mañana tu padre irá a la empresa - soltó él de repente-.

-Realmente deseo hablar con él -  contestó mirandolo mientras sonreía-. He recordado todo lo que pasó antes de mi primer recuerdo. Siempre estuvimos en la misma clase  y  ese fue el tercer trabajo de clase que hicimos  juntos.

-Si. Una vez llegaste un poco golpeada, cuando el profesor te preguntó le dijiste que te habías caido por las escaleras porque habías tropezado. Después supe que  él te había pegado y me sentí impotente por no  haberlo deducido antes y haberte sacado de ahí - dijo Sasuke mirandola  y conteniendo la rabia que lo embargaba-.

-No fue tu culpa, te estuve muy agradecida el día que me sacaste de allí yo pensaba que  algún día llegaría la paliza que me mataria . La mayoría de veces cuando se enfadaba corria a mi  habitación, me encerraba y me metía debajo de la cama rezando porque se fuese -  odiaba haber tenido aquellos recuerdos eso prefería no recordarlo-.

-Mi padre aún recuerda él día en el que levantó la mano para darte la enhorabuena por tu nota alta en un examen. Pensaste que te iba a pegar y te encojiste con las manos en tus oidos rogandole que no te hiciese daño -  nego varias veces para  alejar aquel pensamiento-. Se sintió mal durante semanas.

Cartas a Hinata: Lo que no me dio tiempo a decirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora