A través de la trampilla.

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Los chicos estaban muy preocupados por los exámenes, pero más les preocupaba que Voldemort apareciera algún día en la escuela.

Hermione pasaba todos los días estudiando y repasando todo lo que habían aprendido. Harry solo se preocupaba de que Fluffy siguiera bien y con vida. Ron se preocupaba de la preocupación de Harry. Pero Lia por otro lado no sabía que pensar sobre Snape. Él siempre fue una persona importante para ella y no podía imaginar que le hiciera algo a su hermano o que quisiera traer de vuelta al asesino de sus padres.

Hacía mucho calor, en especial en el aula grande donde se examinaban por escrito. Les habían entregado plumas nuevas, especiales, que habían sido hechizadas con un encantamiento antitrampa.

También tenían exámenes prácticos. El profesor Flitwick los llamó uno a uno al aula, para ver si podían hacer que una piña bailara claqué encima del escritorio. La profesora McGonagall los observó mientras convertían un ratón en una caja de rapé. Ganaban puntos las cajas más bonitas, pero los perdían si tenían bigotes. Snape los puso nerviosos a todos, respirando sobre sus nucas mientras trataban de recordar cómo hacer una poción para olvidar.

Lia pasó todos los exámenes prácticos sin problema. Nunca le ha costado hacer un hechizo, esa no sería la excepción.

El último examen era Historia de la Magia. Una hora respondiendo preguntas sobre viejos magos chiflados que habían inventado calderos que revolvían su contenido, y estarían libres, libres durante toda una maravillosa semana, hasta que recibieran los resultados de los exámenes.

—Esto ha sido mucho más fácil de lo que pensé —dijo Hermione, cuando se reunieron con los demás en el parque soleado—. No necesitaba haber estudiado el Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento de Elfrico el Vehemente.

- Hermione, te dije que no estudiaras cosas que no nos pasaron.- Le recriminó Lia mientras caminaban para sentarse cerca del lago.

- Pero podría haber aparecido alguna pregunta.

A Hermione siempre le gustaba volver a repetir los exámenes, pero Ron dijo que iba a ponerse malo, así que se fueron hacia el lago y se dejaron caer bajo un árbol. Los gemelos Weasley y Lee Jordan se dedicaban a pinchar los tentáculos del calamar gigante que tomaba el sol en la orilla.

Lia no podía dejar de ver a George. Ni siquiera escuchaba de lo que hablaban sus amigos.

- Y luego dices que no te gusta George.- Le dijo Hermione dándole un codazo.- Te hemos hablado por cinco minutos.

- No miraba a George.- Respondió Lia sonrojándose.- No sé si te diste cuenta, pero hay tres personas y un calamar gigante. Podría estar viendo a cualquiera.

- Pero las dos sabemos que miras a un pelirrojo.

- Quisiera saber que significa esto.- Dijo de repente Harry frotándose la cicatriz.- Me ha dolido antes, pero nunca por tanto tiempo.

- Ve a ver a Poppy.- Le recomendó Lia, pero sus amigos no entendían a quien se refería.- A la señora Pomfrey.

- No estoy enfermo.- Le respondió su hermano.- Creo que intenta decirme que el peligro se acerca.

—Harry, relájate, Hermione tiene razón, la Piedra está segura mientras Dumbledore esté aquí. De todos modos, nunca hemos tenido pruebas de que Snape encontrara la forma de burlar a Fluffy. Casi le arrancó la pierna una vez,no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará al quidditch en el equipo de Inglaterra antes de que Hagrid traicione a Dumbledore.

Harry asintió, pero no pudo evitar la furtiva sensación de que se había olvidado de hacer algo, algo importante.

Cuando trató de explicarlo, Hermione dijo:

La hermana de Potter y la piedra filosofal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora