El duelo a medianoche.

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El Sábado ya todo el castillo sabía que una chica de primero logró hacer un encantamiento que no les habían enseñado, sin esfuerzo alguno. La chica continuó haciendo su vida sin importarle que los demás susurraran sobre ella.

Ya en su segunda semana de clases apareció un anuncio en el que decía que los de primer año empezarían sus clases de vuelo y a Gryffindor les tocaría con Slytherin el jueves.

- Típico.- Escuchó que se quejaba Harry.- Justo lo que siempre quise. Hacer el papel de tonto en una escoba, delante de Malfoy.

- No sabes si vas a hacer el papelón.- Lo animó Ron.- De todos modos, sé que Malfoy siempre habla de lo bueno que es en Quidditch, pero apuesto que es pura charla.

Todos los que provenían de familias de magos hablaban constantemente sobre Quidditch. Pero los que no eran hijos de magos intentaban compararlo con juegos muggles.

El jueves en el desayuno Hermione Granger estaba hablando de un libro de la biblioteca llamado; Quidditch a través de los tiempos. Neville, el chico que siempre tenía problemas intentaba encontrar ayuda con lo que decía su compañera, pero esta fue interrumpida por la llegada del correo.

Lia aún no recibía nada de su padrino y eso le preocupaba, pero justo ese día le llegó un paquete de él que prefirió abrir en su cuarto. Un lechuzón entregó a Neville un paquetito de parte de su abuela. Lo abrió excitado y les mostró una bola de cristal, del tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.

- Es una recordadora.- Explicó.- Abue sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te olvidaste hacer. Miren, uno lo sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja... oh...- Se asombró, porque la recordadora súbitamente tuvo un brillo escarlata.- ...es que has olvidado algo...

- Seguramente fue ponerte tu capa.- Dijo Lia apuntándolo.

- Oh, Gracias Lia.- Dijo el chico guardándose la esfera en su bolsillo.

Lia se fue a la torre de Gryffindor, sola, para poder ir a abrir el paquete de su padrino y llegar a la hora a clases. Cuando dio unos pasos cuando chocó con uno de los gemelos.

-Lo siento.- Dijo la chica mientras se paraba y recogía su paquete.- Iba un poco distraída.

- ¿Por George?- Le preguntó Fred cuando ya se paró.

- No. ¿Por qué todo el mundo me dice comentarios raros sobre tu hermano?- Preguntó la chica extrañada.- Ron dijo que era normal que tu hermano te callara cuando hablan de mi. Hagrid creyó que iba a ir con él a verlo. Y tú siempre dices cosas extrañas que no entiendo.

- No puedo decirte que pasa.- Dijo Fred riendo.- Pero quiero que sepas que mi hermano te quiere.

-Ya lo sé, somos amigos.- Dijo Lia obvia.

- Te quiere, pero no de esa forma.- AL decir eso Fred se fue dejando a una confundida Lia.

Después de darse cuenta de que se quedó parada en la mitad de un pasillo como tonta se fue a su cuarto a dejar su paquete. Al abrirlo vio una carta y unas ranas de chocolate.

Esa tarde, a las tres y media, Los Gryffindor y Slytherins fueron a la primera clase de vuelo. Habían Veintiún escobas prolijamente alineada sobre el suelo.

- ¿Bueno, qué están esperando? - Ladró la profesora Hooch.- Cada uno al lado de una escoba. Vamos, apurense.

Los alumnos se apuraron a ponerse al lado de una escoba. Las escobas de la escuela ya eran viejas y no tenían buen aspecto.

- Extiendan la mano derecha sobre la escoba.- Gritó la profesora desde el frente.- Y digan "Arriba".

- Arriba.- Gritaron todos.

La hermana de Potter y la piedra filosofal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora