El espejo de Oesed.

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Se acercaba la navidad. Una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse, antes de volar otra vez.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones. Mientras que la sala común de Gryffindor y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados,y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y los hacía mantenerse lo más cerca posible de sus calderos calientes.

—Me da mucha lástima —dijo Draco Malfoy, en una de las clases de Pociones— toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas.- Al terminar de hablar comenzó a reír y mirar a Harry.

Era verdad que Harry no iría a Privet Drive para las fiestas. La profesora McGonagall había pasado la semana antes, haciendo una lista de los alumnos que iban a quedarse allí para Navidad, y Harry puso su nombre de inmediato, Mientras que Lia lo ponía bastante triste. Si bien no le molestaba pasar navidad en Hogwarts, quería ver a su padrino.

Después de su clase de pociones Hagrid los llevó al comedor para que vean las decoraciones. La verdad estaba hermoso. Le recordó a su casa, quizá un poco más perfecto todo. Siempre que decoraba con Lupin quedaba muy graciosa la casa.

-¿Cuántos días les queda para las vacaciones?- Les preguntó Hagrid.

- Sólo uno.- Respondió Hermione.- Eso me recuerda... Chicos, queda media hora para el almuerzo, deberíamos ir a la biblioteca.- Lia rodó los ojos.

Llevan casi un mes buscando información sobre Nicholas Flamel. El día después del partido de Harry los chicos le contaron a Lia de lo que habían hablado con Hagrid, ella ya sabía quien era el perro, pero no el porque estaba en el castillo. Y también sabe quien es Nicholas Flamel, pero cree que es mejor idea no decirles, tiene una pequeña idea de que puede ser lo que oculta el perro.

-¿La biblioteca?- Preguntó Hagrid acompañándolos hasta la puerta.- ¿Justo antes de las fiestas? Un poco triste. ¿No creen?

-Oh, no es un trabajo.- Respondió Harry.- Desde que nos hablaste de Flamel hemos estado buscando información de él.- Hagrid te tiró una mirada sin entender, él sabe que tu sabes.

- Nosotros queremos saber quien es Nicholas Flamel.- Dijo Hermione.

—Salvo que quieras ahorrarnos el trabajo —añadió Harry—. Ya hemos buscado en miles de libros y no hemos podido encontrar nada... Si nos das una pista... Yo sé que leí su nombre en algún lado.

-No voy a decirles nada.- Respondió Hagrid.

—Entonces tendremos que descubrirlo nosotros —dijo Ron. Dejaron a Hagrid malhumorado y fueron rápidamente a la biblioteca.

Llevaban siglos buscando a Flamel. Lia que ya sabía quien era, lo único que hacía era estudiar, mientras fingía buscarlo.

Hermione estaba llena de libros que eligió, donde creía que podía estar Flamel.

Harry había salido de la biblioteca y Lia decidió seguirlo. Cinco minutos después salieron sus otros amigos.

- Van a seguir buscando cuando yo no este ¿Verdad?- Preguntó Hermione.- Si encuentran algo, me envían una lechuza.

La hermana de Potter y la piedra filosofal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora