Diagon Alley

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Al día siguiente Lia se despertó emocionada por su hermano, sabía que aún no lo podría ver pero le hacía feliz saber que iría a comprar sus cosas y en un mes más entraría a Hogwarts.

En un momento de la tarde le llegó una carta de Hagrid con su llave, en la carta decía que separo el dinero para que si algún día iba a sacar dinero no se topara con Harry en la misma bobeda.

Al día siguiente por fin ella podría ir a comprar sus cosas para el colegio.

Lo primero que hizo fue sacar dinero de su bobeda. Se le hizo extraño ver la mitad de lo que usualmente veía.

Luego de tener dinero suficiente para el año fue a comprar su varita. Al llegar a Ollivander's el señor le empezó a medir todo le pregunto si era diestra o zurda, ella respondió diestra. Después de probar un rato y destruir media tienda encontró su varita. El núcleo es de pluma de fenix, la madera de abeto, mide 12 3/4 pulgadas y es muy flexible.

Después fuimos por los libros, a Lia le costo un poco explicarle a Remus por qué no necesitaba cosas para pociones, sin tener que decirle que Snape se las dio.

Los libros que le faltaban eran:

El libro reglamentario de hechizos (Clase1).
Historia de la magia.
Teoría mágica.
Guía de transformaciones para principiantes.

Animales fantásticos y donde encontrarlos.
Las fuerzas oscuras:Una guía para la auto-protección.

El que más le emocionaba leer era animales fantasticos y donde encontrarlos. El escritor del libro, Newt Scamander, conoció a Albus Dumbledore.

Luego fueron por su uniforme. Necesitaba tres túnicas negras, un sombrero puntiagudo, un par de guantes protectores y una capa de invierno. De todo compró uno más de lo que pedían por si se le rompía o perdía algo.

Luego de eso fueron a comprar las cosas que le faltaban, como un conjunto de ampolletas de vidrio o cristal, un telescopio y otras cosas.

Cuando ya tenía todo para su año escolar fueron a comprar unas ranas de chocolate que a Lia y Lupin les encantaban.

Lia quería ver escobas, pero Lupin le dijo que se tendría que esperar un año para eso.

- Pero yo ya sé jugar Quidditch.- Se quejó la niña con su padrino.- Llevo cinco años practicando tres días al mes.

-Pero eso es un secreto.- Dijo Lupin mientras le tomaba la mano a su ahijada.- El próximo año podrás jugar todo lo que quieras.

- Pero falta mucho, yo quiero ahora.- Dijo ya llegando a su casa.- ¿Por qué los de primer año no pueden tener su propia escoba?

- Porque hay muchos alumnos de hijos muggles.- Lupin no sabía si eso era cierto, pero sabía que así su ahijada se callaría.

- Hablando de hijos de muggles. ¿Dumbledore te ha dicho algo sobre mi hermano?

-Solo sé que ya tiene todo para este año escolar, pero volvió con sus tíos hasta que termine el verano.

- ¿Por qué no lo mandan contigo? Me has cuidado perfectamente, también podrías cuidarlo a él. Y ahora que vamos a Hogwarts solo va a ser por... Por dos meses al año...- Al darse cuenta del poco tiempo que pasaría con su padrino se entristeció.- ¿Voy a poder venir para navidad verdad?

- Si eso es lo que quieres puedes. Pero creo que Harry se va a quedar en el castillo. Cualquiera sea tu decisión yo te apoyaré.

- ¿En qué casa crees que quede? Espero quedar en Gryffindor, pero me conformo con Ravenclaw.

- Yo creo que cual sea tu casa, tendrá a la niña más inteligente de todo Hogwarts.

- No quiero quedar en Slytherin, puedo aguantar Hufflepuff, pero no quiero ir al de las serpientes, está lleno de mortifagos.

-Si terminas en Slytherin serás la primera en ser tan inteligente y buena en esa casa.- Lupin abrazó a su ahijada.- Dudo que seas una Slytherin.

-Eso espero... Ya me voy a dormir.- Salió de la sala y se fue a su cuarto.

Ella en verdad desea ser Gryffindor, como sus padres.

La hermana de Potter y la piedra filosofal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora