Capítulo 10

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Sábado por la mañana...

... Logro escuchar un zumbido a lo lejos, no se que podrá ser, lo único que deseo es seguir durmiendo... Se vuelve a escuchar el mismo ruido, así que en contra de mi voluntad abro mis ojos y miro el suelo de mi cuarto.

Me giro boca arriba y muy despacio logro sentarme, hago varias respiraciones y me levanto, voy dando pasos pequeños hasta dar con ese molesto ruido. Cuando llego a la sala veo que el ruido sale de mi bolsa.

-¿Hola?- respondo un tanto irritada

-Perdón que te moleste a esta hora, pero me es urgente que vengas a la locación enseguida-

-¿Quién habla?- "No volveré a tomar tanto"

-Lo siento Alexa soy Paco, en verdad te necesitamos-

-Pero...-

-Lo se, pero Blanca no se presento y las modelos están irritadas y no hablemos del cliente- gruñí de frustración.

"Ni en fin de semana me puedo deprimir en paz"

-Voy para allá- respondí molesta.

Después de colgar me estiro lo mas que puedo, dormí bastante mal con el vestido aun puesto.

"¿Cómo llegue?"

-¿Quién era?- pregunta Liz con la voz bastante ronca.

-Era Paco, al parecer la super fotógrafa no llego a la locación, así que tengo que ir-

-¡Es una broma!- se quejo Liz -Bueno solo espero que no tardes tanto, tenemos una doble cita hoy-

Me detuve en seco cuando dijo esa frase.

-¿Cómo que tenemos una doble cita?- La vi levantarse del sofá a duras penas, al parecer durmió peor que yo.

-¿No lo recuerdas? Conocimos a un par de hombres, bailamos con ellos y quedamos de salir hoy, has memoria- yo solo la mire sin recordar nada- Bueno eso no importa, saldremos hoy, así que sera mejor que hagas ese trabajo rápido-

Mas tarde en la locación...

-Gracias a Dios que llegaste, perdón por llamarte de esta manera pero no sabíamos que hacer- dijo un muy apurado Damian.

-Esta bien, solo me gustaría que no hiciera tanto sol- respondí mientras me ajustaba los lentes de sol, si tuviera unos mas negros los habría usado -Viene Liz conmigo, espero no allá problema-

-Hola- susurra detrás de mi, al parecer ella estaba peor que yo.

-Hola Liz, que mal te ves-

-Gracias Damian, tu siempre tan sutil- mi jefe soltó una carcajada, ojala pudiera hacerlo también.

-Mas vale que ya comiencen, tenemos cosas que hacer- Liz y su gran boca.

Caminamos hacia la carpa en donde estaba el equipo, deje mis cosas en una mesa que estaba en la esquina, saque mi cámara y comencé a ajustarla.

Los chicos ya estaban listos, tome un par de respiraciones y me dirigí hacia las enfadadas modelos. Nunca era bueno hacerlas enojar, ahora tendría que lidiar con su antipatía.

-Ya era hora- dijo una de ellas, pero ignore su comentario y me puse manos a la obra.

-Chicas, es hora, les pido tomen sus posiciones- Solo una de ellas hizo caso, evidentemente querían vengarse. Bien veamos que tan bien sale su plan.

Nos colocamos bajo un frondoso árbol, cada estación del año es ideal para tomar ciertas fotos fuera, pero mi favorita es ese breve periodo de tiempo entre la culminación del verano y el principio del otoño. La temperatura es la ideal, ni calor ni frío y ese viento otoñal es ideal para recrear escenas con el viento.

En fin, le indique a la modelo la forma en que quería retratarla y ella tomo posición y la magia comenzó.

Cuando ya había avanzado con varias tomas Paco se me acerca a decirme algo.

-Mmm se que no me debo de meter pero... Aquellas modelos también deben de ser fotografiadas-

Sin separar la mirada del lente le indico a la modelo frente a mi como quiero que se ponga y le respondo a mi colega -Si quieren ser fotografiadas entonces diles que se comporten como las modelos que dicen ser y tomen posiciones-

Y así transcurrieron las horas, las modelos iban y venían con diferentes modelos de ropa y de accesorios y cuando el sol estaba en su atardecer dimos por terminada la sesión.

-Gracias cherry, mira que nos has salvado la vida- dice Damian mientras me da un enorme abrazo de oso. Liz esta cada vez peor con su humor.

-¿Ya nos podemos ir?- pregunta de mala gana.

-Pero niña cual es tu prisa, para que te animes deja que las invitemos unos tragos, hay un bar cerca de aquí, se lo merecen- yo sonrío en agradecimiento pero Liz no cambia de opinión.

-De ninguna manera- dice dando un puntapié al piso como niña berrinchuda - Esta noche tenemos planes con un par de chicos guapísimo

-Oh vaya, esperamos no haberles estropeado su noche- y cuando escucho esa voz quiero que la tierra me trague y me escupa en júpiter. Trago saliva y siento que mi piel se pone de gallina al sentirlo cerca de mi.

Veo como Liz gira sobre si misma y ve al interlocutor de aquella frase. Sus ojos se alzan de asombro pero no le dirige la palabra, solo lo ignora.

Se siente un silencio bastante incomodo, así que tomando valor me dirijo a la mesa en donde están mis cosas. Comienzo a guardarlo todo, "tengo que salir de aquí" me repito como un mantra.

-He cambiado de opinión dice Liz frente a mi, yo la miro con cara de sorpresa -Si, vamos a ir con este par a tomar unos tragos-

-¿Porqué?- es lo único que digo.

-Porque si- dice bastante tensa, tiene los brazos cruzados y su postura indica que no es un buen momento para contradecirla.

Veo como Damian y Paco se acercan a nosotras, ambos con una enorme sonrisa y mas que listos para irnos de juerga.

Llegamos a un bar bastante agradable, a pesar de que la mayoría de los clientes eran hombres, las mujeres no lo pasaban mal, ademas de que era no cover.

Nos sentamos en una mesa y comenzamos a pedir bebidas, la música de fondo estaba a un volumen decente.

-¿Qué paso?- le pregunto a Liz cuando Damian y Paco se levantan por unas bebidas.

-Es que...creí que era mejor venir con este par que ir con unos desconocidos- "¿Pero a esta que le pasa?"

Cuando iba a responderle llegaron con las bebidas, pasamos una noche bastante agradable, y a pesar de que lo prometí, volví a tomar. Antes de que nos fuéramos fui al baño y al salir choque con un enorme pecho bastante varonil, para ser sincera no estaba en mis 5 sentidos, así que comencé a reírme de la nada.

-Lo siento mucho señooorrrrr- dije un tanto alegre.

-Yo no- dijo esa sexy voz. Levante la mirada y ahí estaban esos ojos grises que en este momento se veían mas oscuros de lo que recordaba.

-Tomas- susurre poniendo mi mano sobre su pecho y sentí como mis mejillas se ponían coloradas, suspire.

Lo vi sonreír de lado, "dios, creo que estoy mojada" y le respondí la sonrisa. Lo sentí ponerme una mano en mi espalda y ayudarme a caminar, pero cuando estábamos por llegar a la mesa, mi cuerpo dejo de responder y mis ojos se cerraron, cayendo en la oscuridad.

Esos labios que beseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora